Clara López, candidata del Polo, propone compromiso de todos los candidatos para elevar el tono moral al debate.
Por Chachareros
“Colombia ha descendido a los más bajos valores morales en la actividad política, por lo cual se requiere el compromiso de todos para rescatar esos valores”, dijo este jueves la candidata presidencial por la Alianza AD-M19-Polo Democrático, Clara López Obregón.
Clara López Obregón
Ante los gravísimos acontecimientos políticos en las campañas presidenciales tanto del santismo como del uribismo que tienen asombrado a la opinión pública nacional e internacional, la candidata del Polo Democrático Alternativo, Clara López Obregón, dijo en declaraciones a distintos medios de comunicación, que Colombia tiene que asumir como propósito nacional la “restauración moral de la República”, como lo proclamaba el caudillo Jorge Eliécer Gaitán, hace más de seis décadas.
La aspirante presidencial del Polo se mostró totalmente desconcertada por los niveles de degradación en los que ha caído la actividad política en Colombia, al tiempo que se lamentó porque este tipo de hechos bochornosos están ensombreciendo la campaña presidencial por cuanto prevalecen en los titulares de prensa los escándalos de uno u otro sector político mientras las propuestas programáticas de los candidatos pasan a un segundo plano.
Dijo que ante este panorama político sombrío en que se debate la sociedad colombiana es prioritario abrir un gran debate nacional respecto de cómo recuperar los valores democráticos y elevar el tono moral de la nación.
“Esta es una sociedad enferma que no termina por asimilar una escándalo de grandes proporciones cuando se presenta uno nuevo”, puntualizó López Obregón.
Las declaraciones de la candidata presidencial del Polo Democrático contienen un profundo lamento, por cuanto en varias entrevistas ha recodado que antes las cosas no llegaban a tales extremos de demencia.
Ella recuerda que, cuando fue secretaria de la Presidencia de la República (el presidente era su tío Alfonso López Michelsen), se presentaba con frecuencia a Palacio un jovencito paisa de ojitos azules muy parecido a un frailecito. “Era entonces una mansa paloma”. Era Álvaro Uribe. Y miren en lo que se ha convertido hoy. Ella posiblemente llegó a sentir por el antioqueñito de ojitos azules alguna simpatía. Y hasta pudo haber surgido un romance. Pero se atravesó un huracán costeño que se la llevó en andas, Carlos Romero, quien hoy es su esposo y padre de sus hijos.
