Si bien la candidatura del magnate inmobiliario siempre estuvo envuelta en la polémica, lo vivido por su campaña en las últimas dos semanas no tiene precedentes, al punto que connotados líderes de su propio partido, le han pedido que renuncie a la postulación.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
A menos de cuatro semanas de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en los Estados Unidos, las encuestas han tomado una tendencia que a la luz de los acontecimientos y por el poco tiempo que resta, difícilmente podría ser revertida. Donald Trump, el candidato republicano, quedaría relegado a un segundo lugar por detrás de Hillary Clinton, la demócrata.
Y el mejor material de campaña de Clinton lo ha aportado el propio Trump, con su irreverencia y frases polémicas contra distintos segmentos de la población. Mexicanos, latinos, musulmanes, inmigrantes, asiáticos, veteranos de guerra y mujeres, han sido blanco de sus cuestionables razonamientos.
Su carácter enérgico y decidido, le había prodigado un importante avance en su campaña, acortando distancia que incluso en junio, julio, agosto y hasta septiembre llegó a estar en un empate técnico con la de su contendora. El desmayo de Clinton en los actos del 11 de septiembre había permitido a Trump presentarse como el hombre fuerte que mucha gente en Estados Unidos cree que la Casa Blanca necesita.
Y entonces vino su boca a relucir frases que ha dicho a lo largo de su vida pública y que muestran el perfil del personaje. Un misógino con aires de superioridad.
Tras la amarga experiencia del primer debate, en el que una Miss Universo a la que había tratado de “gorda” y “muchacha de servicio”, se convirtió en el más controversial ‘asunto de Estado’, de la mano de la campaña de Clinton, todo ha ido de mal en peor para Trump.
Ha tenido que enfrentar la polémica por un video suyo hablando de forma desobligante de las damas, a las cuales trata como objetos sexuales, aprovechándose de su investidura de hombre exitoso.
Las repercusiones del video publicado en los medios, ha sido tanta, que líderes de su partido como la ex secretaria de Estado Condolezza Rice, el ex candidato presidencial Jhon McKain, o el ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, han dicho que no votarán por Trump e incluso lo han definido como un “peligro” si llega a la Oficina Oval.
En el segundo debate Trump ha tenido que hacer frente a otra de sus fanfarronerías. La de maniobrar para no pagar impuestos federales. Tuvo que admitir que en 1995 declaró pérdidas por 916 millones de dólares para no pagar tributos nacionales. Esto ya había sido aprovechado por Clinton para desmitificar su imagen de ‘genio de los negocios’. “Qué clase de genio pierde 1.000 millones de dólares en un año”, se preguntaba la candidata demócrata la semana pasada.
Pero los problemas para la campaña de Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, simplemente no cesan. A unas horas del segundo debate, un productor de TV reveló que existe un video de Trump insultando a los afroamericanos.
Así lo confirmó Bill Pruitt; quien trabajó en el reality show ‘The Apprentice’, que era protagonizado por el empresario:
“Como productor de las temporadas 1 y 2 de ‘The Apprentice’, les aseguro: cuando se trata de las cintas de Trump, hay cosas peores” y finalizó con el hashtag #JustTheBegininng (Solamente es el inicio), se lee en Twitter.