ActualidadNacionalesOpiniónSalud

Tips saludables.- Los temas de alto riesgo

El origen del síncope es una caída brusca del flujo sanguíneo que origina una disminución de la oxigenación cerebral. 

 Por Elvia Molano Villalba*

Elvia Molano Villalba

Elvia Molano Villalba

 Hay ocasiones en las cuales me gustaría escribir sobre tantos temas de la vida cotidiana. Sería interesante. Muchos colegas de las distintas especialidades de la salud lo han llevado a cabo, para bien de la humanidad. Como lo hizo, por ejemplo, el padre del sicoanálisis Sigmund Freud. Quien haya leído sus obras completas y la compilación de sus tesis, conferencias y ensayos, descubre la claridad y profundidad de pensamiento de ese ser genial.

Hoy no me meto en esos temas. Hablaremos de los mareos. Hay que recordar que existen algunos de los cuales varios de ellos no son normales en su presentación. Uno de ellos es el llamado mareo presincopal.

 Este se describe como una sensación de malestar general, confusión, oscurecimiento y visión borrosa, ruidos en los oídos y sensación inminente de pérdida del estado de conciencia. Hasta este punto lo podemos llamar como un cuadro presincopal. Sin embargo, si este avanza y se presenta pérdida de conciencia se califica como un sincope, el cual se define como un episodio de pérdida de conciencia de aparición brusca, de corta duración y con recuperación espontanea, sin necesidad de intervención externa y que no deja secuelas neurológicas en el paciente. El origen del sincope es una caída brusca del flujo sanguíneo que origina una disminución de la oxigenación cerebral.

Existen características de los cuadros sincopales que nos dicen que estos pueden ser de alto riesgo:
– Se presentan de forma abrupta.
– Aparecen al estar acostado.
– Aparecen luego de un esfuerzo.
– Tiene una duración prolongada.
– Coinciden con dolor en el tórax o dificultad para respirar.
– Pulso del paciente no rítmico.
– Estudios electrocardiográficos son sugestivos de enfermedad coronaria.

Si usted ha padecido o conoce a alguien que presente estas características, acuda  a personal especializado para un correcto diagnostico. Con respecto a lo del desprendimiento de retina, es bueno aclarar que fue un error de redacción (más que de redacción, de transcripción, al cambiar el tipo de letras de mayúsculas a minúsculas), ya que lo único cierto es que no existe soporte médico ni evidencias científicas de que esto sea cierto, mas allá de la creencia popular no fundada en hechos medico-científicos.

Por Moisés Wasserman

Mijo, tranquilo, cómase la mazorca

A propósito de la muy amena columna de la doctora Elvia Molano Villalba, precisamente en los principales diarios del país se publica esta semana la columna titulada “Los desacuerdos de la ciencia”, escrita por el científico y exrector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman. Diviértanse con ella:

Moisés WassermanEn una columna reciente titulada ‘¿Mamá, me puedo comer la mazorca?’, Guillermo Maya recomienda no consumir ni cultivar transgénicos y exige un cambio en la legislación colombiana sobre los mismos. Me gustaría tratar de analizar sus argumentos.

El punto central del artículo refleja uno de los sofismas frecuentes en las discusiones acerca de hechos científicos que afectan a la sociedad. El argumento va así: “si bien la mayoría de los científicos del mundo opina de una forma, hay quienes creen algo diferente, y por tanto debemos abstenernos de actuar”.

Una característica de la ciencia es que siempre hay desacuerdos. De hecho, ellos son uno de sus motores. Sin embargo, no impiden la acción porque la ciencia tiene instrumentos que le permiten decidir, con razonable certeza, qué es un hecho real y qué no.

Las veces que se ha usado el argumento de la columna son tantas que cuesta trabajo escoger ejemplos. Hace 30 años, en un seminario en el Instituto Nacional de Salud, oí a un científico decir que el sida no existía, que era un invento gringo para atacar al homosexualismo. Más tarde, el argumento cambió a que sí existía pero no era causado por el virus VIH, sino por problemas nutricionales o por contaminación ambiental. El virus fue aislado y caracterizado, se cultivó en laboratorio y hasta se diseñaron drogas muy específicas (y exitosas) que actúan sobre su mecanismo de infección. No obstante, todavía hay grupos científicos que publican trabajos que demuestran supuestamente que el virus VIH no es la causa del sida.

La teoría más importante de la biología moderna, la de Darwin sobre la evolución por selección natural, es el mayor ejemplo. Originalmente se opuso a otra, propuesta por Lamarck, según la cual el mecanismo de evolución era la herencia de caracteres adquiridos. Según Darwin, las jirafas prehistóricas estiraban el cuello para alcanzar las ramas altas y así se les fue alargando poco a poco. Para Darwin existían individuos diversos en esa población ancestral y tenían mejor probabilidad de vivir y reproducirse los de cuello más largo. Así, en cientos de miles de años, se seleccionó una especie de cuellos largos.

A pesar de toda la evidencia a favor de la teoría de Darwin, siempre ha habido quien esté en desacuerdo. El más sonado fue Lysenko, en la Unión Soviética, quien pretendió aclimatar cultivos de verano al frío y transformar el centeno en trigo, y el trigo en cebada. Lo que sí logró, con la protección de Stalin, fue mandar a los gulags a 3.000 biólogos darwinistas.

El gran pecado de esos investigadores no es su desacuerdo, sino el hecho de que asumen su investigación como una cruzada. No quieren encontrar la verdad sino demostrar su razón. Muchas veces son incluso incapaces de ver lo que pasa a su alrededor.

Weismann hizo un experimento para evidenciar la herencia de caracteres adquiridos, que consistió en cortarles la cola por 20 generaciones a ratones de laboratorio. Las colas no desaparecieron. Si hubiera mirado el mundo, habría visto que los judíos circuncidan a sus niños recién nacidos, y a pesar de eso llevan cinco mil años naciendo, tercamente, con prepucio. Lo mismo ha pasado de cierta manera con los transgénicos. El maíz fue aprobado en 1996 y ha sido desde entonces consumido por miles de millones de personas sin que se haya reportado algún problema.

Por eso, al niño del profesor Maya le diría que, aunque hay quienes tienen otra opinión, las academias de ciencias y las organizaciones internacionales en seguridad alimentaria han aprobado ese maíz.

Hay miles de trabajos de laboratorio y de campo que demuestran su inocuidad y bondad, y miles de millones de personas lo han probado. Puede comerse tranquilo la mazorca.

* Otorrinolaringóloga-Otorrinolaringología general-Enfermedades de oídos, vértigo y trastornos del equilibrio.  

Related posts
LocalesMedio AmbienteNacionales

“Por un ambiente sin fronteras” la propuesta de la C.R.A en su plan de acción

ActualidadEducación

Nuevo Decreto Transforma el Sistema de Calidad en Educación Superior

ActualidadNacionalesSalud

Nueva etapa para el modelo de salud de los docentes

ActualidadEntretenimientoEstilo de VidaMundo

Meta title: Las Mejores App de Apuestas en Colombia- consejos para elegir bien.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *