A través de la música, jóvenes buscan sembrar en otros el amor al arte.
Por Cristian Ibañez – Chacharero
El pasado lunes festivo 24 de marzo de 2014 se llevó a cabo la primera capacitación musical en el barrio Nueva Colombia, ubicado al suroccidente de la ciudad.
La iniciativa busca crear oportunidades que permitan el acceso a técnicas educativas para quienes no han tenido, por circunstancias o por tiempo, la oportunidad de adquirir de una manera flexible clases en centros de educación superior pero que aún así han iniciado su camino profesional de una manera empírica superándose a todo tipo de dificultades.
La invitación surge de la necesidad de este tipo de espacios para los apasionados por la música que quieren expandir sus conocimientos con la ayuda de quienes a través de sus estudios y/o experiencia aportan de manera voluntaria su saber y su talento con entusiasmo, a la espera de transformar vidas para el servicio de la comunidad y con la esperanza de mostrar otra cara de esta localidad, víctima muchas veces de la violencia por parte de algunas personas intolerantes que no encuentran espacios de recreación que les sirva para formarse como profesionales y como personas encontrando en valores como el respeto la respuesta que necesitan a sus problemas con sus amigos, vecinos y hasta intrafamiliares.
Para empezar se dieron clases de guitarra, bajo, voz, piano, batería y conga; la idea apareció por parte de la creatividad de estos amantes del servicio a la comunidad: Wendy Viloria estudiante de Química y Farmacia y de Wilmer Cañate músico, congregados a la iglesia cristiana la Nueva Colombia la cual fue la sede principal del evento que encontró una respuesta positiva por parte de 50 jóvenes que disfrutaron desde el principio hasta el final de la actividad, que dejó a todos con ganas de repetir las clases en una próxima ocasión y de una manera más seguida.