El gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre, ingresó sorpresivamente en la oficina de Comunicaciones de la Gobernación y fue directo al escritorio del periodista Benedicto Molinares.
Por Francisco Figueroa Turcios
Todos los periodistas que estaban a esa hora se sorprendieron porque no es usual que el lo haga, sino que cuando requiere a uno o varios comunicadores los llama a su despacho para entregarle alguna noticia.
Todos quedaron en silencio y a la expectativa: El gobernador abrió un par de hojas que traía en las manos y se las mostró a Benedicto. Era la crónica que el portal web Lachachara.co había publicado titulada ‘El drama del periodista Benedicto Júpiter Molinares’.
El Gobernador se le acercó a Benedicto y en voz baja le dijo que no conocía de su drama. «Me estoy enterando gracias a Lachachara.co Tranquilo, cuenta con mi respaldo. Así como le dimos la casa al maestro Adolfo Echeverria y a Kevin Serrano, también tendrás la tuya».
Benedicto no cabía de la dicha y sus colegas que estaban con el oído bien parado para escuchar lo que el gobernador le anunciaba, se confundieron en un solo abrazo. Y como si se hubieran puesto de acuerdo, lanzaron la misma expresión: «te lo mereces».
Solución integral
Conociendo el interés del Gobernador del Atlántico por el drama que vive el veterano periodista Benedicto Júpiter Molinares, quise conocer de la propia voz del mandatario su compromiso en este caso.
Pacientemente esperé que culminara la ceremonia de entrega de credenciales a los Representantes de Cámara por el Atlántico para dialogar con el gobernador.
«Soy sincero, no conocía el caso del periodista Benedicto Molinares, sólo me enteré ayer a través del portal web Lachachara.co. La meta es brindarle una solución integral, no solo es entregarle la casa sino resolverle el problema del pago de los servicios públicos y el amoblamiento, porque él carece de los recursos.
La Gobernación aportará un parte y acudiré a mis amigos del sector privado para que ayuden a hacer realidad la vivienda para Benedicto antes de que culmine el año. Le prometimos casas al maestro Adolfo Echeverría y al niño Kevin Serrano y les cumplimos. Ahora le toca el turno a Benedicto.
Por lo pronto le vamos a apoyar con la pauta publicitaria, ya el director de Comunicaciones Hugo Penso tiene todas las indicaciones precisas para que Bendicto pueda acceder a este beneficio», señalo José Antonio Segebre.
Esta es la crónica que leyó el Gobernador y los chachareros:
El drama del periodista Benedicto Júpiter Molinares
El veterano periodista Benedicto Júpiter Molinares Gómez está en tinieblas y, para colmo de males, sin trabajo.
Por Francisco Figueroa Turcios
Este 9 de febrero se celebra en Colombia el Día del Periodista y a uno de los más veteranos de este oficio en Barranquilla, Benedicto Júpiter Molinares lo sorprende la conmemoración en tinieblas (porque hace meses vive en los escombros de lo que fue su casa tras un incendio que, además, lo dejó sin energía eléctrica), y, como si fuera poco, sin trabajo.
El lunes 18 de julio de 2011, a las 9 y 30 de la noche, cuando regresó a su casa luego de una intensa jornada de trabajo, Benedicto fue a encender la luz, pero el bombillo estaba quemado. Entonces decidió prender una vela que tenía sobre el escritorio, salió al patio y la brisa le hizo una» mala jugada»: cuando quiso regresar encontró que todo estaba en llamas.
Como pudo intentó dominar el fuego, pero este se propagó y consumió todas sus pertenencias. De todo lo suyo solo le quedaron a salvo el bigote y la ropa que tenía puesta. Los bomberos llegaron a auxiliarlo, pero ya la mayoría de sus cosas eran irrecuperables. Hasta la vieja máquina de escribir (porque para él la tecnología del computador e internet lo cogió fuera de tiempo), quedó convertida en una masa de hierros amalgamados, como si un marciano irrespetuoso hubiese llegado a su vivienda a defecar.
Al día siguiente el gobernador del Atlántico y el Alcalde de Barranquilla de ese momento salieron a hacer el show mediático a costa de la tragedia del periodista. Le ofrecieron una casa. Pero ambos terminaron de ejercer sus funciones y la casa quedó como la canción de Rafael Escalona… En el aire.
Casi tres años después, Benedicto Molinares decide romper el silencio para relatar al portal web lachachara.co la tragedia que está viviendo:
«Desde aquella noche en que se me quemó el apartamento no tengo servicio de fluido eléctrico, estoy en tinieblas». Los colegas, encabezados por Estewil Quesada, lideraron una campaña para dotar a Benedicto de los elementos más esenciales para vivir dignamente. «A mí me regalaron un abanico, una estufa eléctrica, una nevera, un televisor, una licuadora y un celular; pero hasta el día de hoy no los he podido utilizar porque no tengo el servicio de fluido eléctrico en mi apartamento. Esa es la gran verdad». Benedicto trata de estar el menor tiempo posible en su apartamento porque es imposible vivir. No tiene ventilación, la bocanada de aire que recibe es la que entra por debajo de la puerta, porque no tiene ventanas. El piso está en obra negra y el baño no tiene puerta.
«No había querido hacer pública mi difícil situación esperanzado en que los mandatarios me cumplieran la promesa, pero ya ve, que al fin y al cabo ellos tienen sonrisa humana, pero corazón de políticos», expresa.
Benedicto Júpiter lleva seis décadas entregadas al periodismo, sin embargo hoy no goza de pensión. De las empresas periodísticas donde laboró, como el Diario La prensa, El Nacional y El Diario del Caribe, los aportes no le aparecieron en el Seguro Social. En los otros medios radiales donde laboró la paga fue con el servicio de publicidad que debía buscar.
Mala suerte, la canción
Mientras que el colega Benedicto Molinares nos contaba su dramática historia de los dos últimos años, en un aparato de radio de baterías sonaba la canción de Henry Fiol, ‘Mala suerte’. Parecía que la historia estaba inspirada en Benedicto, un hombre de aspecto físico diminuto, inofensivo, que va a los cocteles y se ubica en el rincón más invisible, como si quisiera pasar desapercibido. Le gusta la música, en especial la salsa y ese coro de ‘Mala suerte’, que le queda como anillo al dedo para la historia narrada por el periodista, quien a los 78 años no ha podido acceder ni un auxilio, a pesar de que ya pertenece a la tercera edad.
«Mi hermana, Cecilia, que es pensionada, me afilió a Coomeva, pero en vez de favorecerme me perjudicó porque automáticamente me desactivaron del auxilio de la tercera edad. Afortunadamente nunca me he enfermado, el día que eso ocurra será para morirme», sostiene.
Como si hiciera falta un colmo de colmos, este año Benedicto fue desvinculado del programa radial ‘Punto Noticioso’, que se transmite por emisoras ABC de 3 a 4 de la tarde, de lunes a viernes, donde hacía comentarios políticos.
«Estoy desempleado. Ahora no tengo ningún ingreso económico, ya no estoy trabajando en el programa porque el director Fredy Mendoza me dijo que este año no estaba en sus planes».
¿De qué vive entonces?
Benedicto Molinares se ingenió una estrategia para alimentarse y es asistir a todas las ruedas de prensa y cócteles.
Desde las cinco de la mañana se pone a escuchar la radio, rastrea todos los noticieros para enterarse de los eventos que hay en el día a día en Barranquilla y él es el primero que llega con grabadora en mano.
Es considerado entre los colegas como el rey de los cócteles. Y aunque varios de los que así lo llaman también aplican la misma (aunque por razones de gula y ocio), desconocen que la de Benedicto es una estrategia para sobrevivir, y más ahora que es un desempleado.
Una costumbre que tiene es que todos los días va a la sala de prensa de la Gobernación del Atlántico. Está puntual de lunes a viernes. Muchas veces se va caminando desde su casa, porque no tiene ni una moneda en el bolsillo.
«El periodista Alex Morales dio la orden, que cuando vayan a comprar el almuerzo, me incluyan a mí, que él paga; pero yo no acepto porque me da vergüenza, no soy hombre de estar pidiendo limosna», dice Benedicto.
El Gobernador del Atlántico, José Antonio Segebre, desconoce el drama que padece este veterano periodista, aunque todos los días en las rueda de prensa que ofrece el mandatario departamental él está con su grabadora en mano, no importa que no tenga dónde difundir las noticias.
¿Y dónde duerme si no tiene cama?
Duerme en dos sillas. «Las entrelazo una con otra y formo mi cama. Ya me acostumbré a dormir así. Menos mal soy soltero, sino imagínese», confiesa en su historia de vida este colega que es un ejemplo de la realidad que viven varios periodistas de Barranquilla, quienes pese a darlo todo por el «mejor oficio del mundo», cubriendo la gestión de los mandatarios locales, pocas veces consiguen el sustento diario y para colmo, cuando están en emergencia o en la absoluta necesidad, solo reciben de dichos mandatarios «pajaritos en el aire».
