El Presidente Santos resaltó que en 2016 y lo corrido de 2017 no se haya presentado un solo homicidio en ese municipio. En tono jocoso señaló que el último asesinato sucedido allí fue el del protagonista de ‘Crónica de una muerte anunciada’, Santiago Nasar.
Por Chachareros/SIG
“El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana…”
Esa frase que anticipa el destino que le esperaba horas después al protagonista de la trágica historia marca el inicio de ‘Crónica de una muerte anunciada’ (1981), una de las más conocidas obras del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.

El Presidente Santos ingresó a un aula de la Institución Educativa Nuestra Señora de Las Mercedes, acompañado por la Ministra de Educación, Janeth Yiha, y los gobernadores de Bolívar y Córdoba.
Leída por millones, traducida a decenas de idiomas y llevada al cine, la novela narra las últimas horas de vida de Santiago Nasar, quien fue brutalmente asesinado por Pedro y Pablo Vicario, acusado de haber robado la virtud de la hermana de éstos, Ángela Vicario.

El Presidente Santos comparte un momento de esparcimiento con niños de la Institución Educativa Nuestra Señora de Las Mercedes, una de las 8 sedes educativas construidas en este municipio por el Fondo Adaptación.
Lo que pocos saben es que esos hechos, narrados magistralmente por García Márquez están inspirados en una historia real de hace más de sesenta años en Sucre, Sucre, pueblo de la región de La Mojana en el que vivieron varios años los padres del futuro novelista, Gabriel Eligio y Luisa Santiaga. Como dato curioso, Gabito, como lo llamaban en casa, tuvo que dejar de escribir en El Heraldo de Barranquilla su columna ‘La Jirafa’, que firmaba con el seudónimo de ‘Septimus’, porque tuvo una grave crisis de nervios y los médicos y sus más cercanos amigos (el maestro Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas, Juan B. Fernández Renowitzky, Álvaro Cepeda Samudio, entre otros), le aconsejaron que se fuera a un paraje tranquilo, libre del estrés diario de leer y rehacer cables internacionales, escribir habitualmente editoriales y hacer su columna diaria.
Enterados los amigos de la presencia de la familia de Gabito en Sucre, Sucre, un pueblo bucólico, a orillas de ciénagas, ríos y riachuelos, lleno de frutales, arrozales y maizales, le metieron en los sesos que aquella sería ‘la mejor clínica de reposo’ para curar todos sus males.

Una niña le ofrece una calurosa bienvenida al Presidente Santos, momentos antes del acto de inauguración de la Institución Educativa Nuestra Señora de Las Mercedes, cuya construcción estuvo a cargo del Fondo Adaptación.
No solo superó sus dolamas físicas, sino que, durante una tómbola escolar, conoció a la que sería su compañera por el resto de sus días y su perfecto polo a tierra, Mercedes Barcha. Pero, además, esos paisajes agrestes, las leyendas narradas por los sabios del pueblo (pescadores, agricultores, maestros de vaquería y hasta curanderos, rezanderos y brujos), le dieron toda la munición para escribir sus principales obras iníciales, como ‘Los funerales de la Mamá Grande’, ‘La hojarasca’ y una veintena de cuentos.
También estuvo a punto de ser asesinado a sangre fría por un policía cuernudo cuya mujer se enamoró del entonces huesudo, cabellón y bigotón Gabito. Quien además escandalizó a aquel pueblo rezandero con sus camisas de veinte mil colores y su pinta de camaján barranquillero.
Fue precisamente allí adonde el Presidente Juan Manuel Santos estuvo este viernes a inaugurar el Colegio Nuestra Señora de las Mercedes.
Y es que Sucre es sin duda un municipio de enormes repercusiones para la historia de la literatura, pues sirvió de fuente de inspiración para que ‘Gabo’ creara parte del ‘realismo mágico’.
Pero ese no es único motivo por el cual Sucre se destaca, pues durante todo el año 2016 y lo corrido de 2017 no se ha presentado un solo homicidio en su territorio.
“Quiero comenzar por destacar algo que es importante. En este municipio, me contaba el coronel de la Policía, el coronel de nuestro Ejército, no ha habido un solo homicidio este año, ni el año pasado”, señaló el Presidente Santos.
Fue entonces cuando el Nobel de Paz se refirió a la magia de su compatriota también Nobel, pero de Literatura, García Márquez.
“Parece que el último homicidio, o uno de los últimos, fue en el año en que yo nací, 1951, cuando los hermanos Vicario asesinaron a un hombre para vengarse de la deshonra de su hermana. Ese asesinato fue relatado minuciosamente por Gabriel García Márquez en el libro Crónica de una muerte anunciada”, recordó el Mandatario.
Con orgullo, el Presidente Santos recalcó el origen de la inspiración Nobel nacido en Aracataca, Magdalena.
“Aquí realmente está la fuente de algo que el mundo pregunta: ¿De dónde nació el realismo mágico? Nació aquí en Sucre, Sucre”, aseguró.
El Presidente Santos suele ponerse nostálgico cuando habla de García Márquez. Y no es para menos. Los únicos dos colombianos de la historia galardonados con el Premio Nobel compartieron inolvidables momentos lejos de Colombia.
“Yo fui un gran amigo de Gabo”, recordó el Jefe del Estado.
“Me acuerdo cuando yo vivía en Inglaterra, que él fue a vivir en Inglaterra. Íbamos cada día por medio a hablar, a hablar y yo le preguntaba que de dónde salían todos esos cuentos, de donde salía esa maravilla, esa imaginación, y me decía: de ver, de escuchar”, relató por último, y con algo de melancolía.
Tertulias que sin duda dejaron huella en el Nobel de Paz. No en vano, compartió con García Márquez la obsesión por una Colombia en paz y con mejor educación
La parte maluca del paseo
Dirigentes campesinos de la zona de la Mojana le suplicaron al Presidente Santos que, más que los recuerdos de Gabito, “que son muy bonitos, señor Presidente, necesitamos que, por fin, se lleve a cabo el milagro de recuperar y adecuar las miles de hectáreas para la ganadería, la pesca y la agricultura”.
Los campesinos sostienen que la Mojana es una tierra bendita, que recibe abundante agua de los ríos Cauca, Nechí, Caño Rabón y ciénagas inmensas como la de La Sierpe. Pero jamás ningún Gobierno colombiano en 200 años de historia le ha metido el diente como Dios manda al proyecto de la recuperación y adecuación de dicha sub-región costeña.
Otro dolor de muela
En Sucre se tiene la sensación de que el actual gobernador Edgar Martínez Romero es “un alma de Dios, más buena gente como nadie haya llegado a dicho cargo, pero no ha podido ponerle freno a la cínica y descarada corrupción de alcaldes y funcionarios de distintas instituciones. Gente de la peor calaña que se roba el erario de manera descarada, mientras hay pueblos que no tienen agua potable, alcantarillado ni escuelas”.
En todo caso, el mandatario nacional se comprometió con el campesinado y gremio ganadero sucreños a invertir $320 mil millones en obras en 12 municipios para mitigar el cambio climático y sus daños por las torrenciales lluvias. Serán reforzados terraplenes y dique, y donde falten estas obras, se harán.
Del mismo modo dijo que no dejará la Casa de Nariño si no cumple su palabra de construir tres mil kilómetros de vías terciarias en zonas rurales de Bolívar, Sucre y Córdoba.