Infantia es el primer programa de telecuidado desarrollado en América Latina. Es liderado por la Gobernación del Atlántico y Uninorte.
Por Chachareros
Infantia impactó en la vida de 7 mil familias. Una de las misiones del proyecto en este primer año de trabajo fue la de implementar y validar un modelo de prácticas de cuidado para el desarrollo infantil, para familias de zonas rurales del Atlántico con hijos entre los 0 y 5 años.
Preocupados por la situación de la primera infancia en el departamento del Atlántico, una de las más vulnerables del país, varias instituciones unieron esfuerzos, desde el Estado, representado por el Sistema General de Regalías, la Gobernación del Atlántico y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. También se vincularon el Hospital Universidad del Norte y la Fundación para el Desarrollo del Niño, la Familia y la Comunidad, como una apuesta por el desarrollo integral de los niños del Atlántico.
Infantia es el primer programa validado científicamente para el desarrollo integral de la primera infancia en contextos vulnerables a partir del uso de las TICs y que constituye un valioso insumo para la política pública de primera infancia en Colombia.
Una de las innovaciones de Infantia fue su modelo de telecuidado, el cual involucró tres herramientas importantes: una plataforma basadas en las TICs; talleres vivenciales, orientados por un equipo de profesionales en terreno que contaron con el apoyo de especialistas en desarrollo infantil del Hospital de la Universidad del Norte y una plataforma de mensajería de texto por dispositivos móviles, mediante los cuales las familias recibían información sobre las prácticas de cuidado asociadas a las distintas dimensiones del desarrollo infantil.
De acuerdo con Daladier Jabba, Coordinador del componente TIC’s del proyecto, «la implementación de las TIC’s en Infantia, fue todo un éxito». Expuso algunas cifras con respecto al impacto de los mensajes de texto, que fueron determinantes a la hora de medir los resultados de los talleres con los padres de familia y sus hijos.
«Se enviaron un total de 35 mil mensajes por semana. Cada familia recibió 5 mensajes por semana, para un total de 658.530 mensajes de texto». El 82% de las personas que recibieron los SMS manifestaron haberlos leído; 74% lo compartió con familiares y amigos, y un 76% dijo haber aprendido algo nuevo, explicó Jabba.
De acuerdo con Juan Carlos Bolívar, director de Planeación y Control de Gestión del ICBF, quien presidio el evento, «Infantia representa una gran apuesta al desarrollo nacional, queremos que el cuidado de la primera infancia sea una política de Estado y el uso de las TIC’s para ello, es fundamental», explicó.
Para Bolívar, los desafíos en primera infancia en el país son enormes. «Estudios demuestran que la inversión que se hace en este ciclo de vida para población vulnerable, nos permite tener mejores indicadores en temas de educación, salud y nutrición, y al final poder tener un capital humano que permita potenciar las estrategias y programas que un país como el nuestro necesita para atender esta nueva era de competitividad y globalización», puntualizó.
Uno de los primeros en expresar su opinión frente al proyecto fue el investigador principal y director de Infantia, José Amar. «La familia ha cambiado. Hoy hablamos de la familia ausente, pues casi la mitad de los niños viven con un solo padre. Por esta razón la familia tiene menos medios para preparar a sus integrantes en su papel en la sociedad. Debemos entonces ser creativos y poner la investigación al servicio de los niños», expresó.
Resultados
Entre los resultados cualitativos, desde el enfoque familiar, el investigador de Uninorte, Jorge Palacio, encontró que los niños evidenciaron un cambio en sus actitudes, en su comportamiento, higiene, atención y en su componente cognitivo, generando un desarrollo ético y moral.
No solo los niños mostraron un cambio. Sus padres también. «Tendían a descargarse en los regaños con sus hijos. Esto mejoró, ahora iban a la terraza, reflexionaban y volvían a regañarlos, pero con un tono de voz distinto, haciéndole saber a sus hijos que los querían», explicó.
La metodología utilizada para la recolección de estos datos fue el inventario de desarrollo Battelle y su prueba de screening. Una metodología que aprecia el nivel de desarrollo del niño y permite evaluar su progreso en cinco áreas distintas: Personal/Social, Adaptativa, Motora, Comunicación y Cognitiva. Esta prueba permitió identificar, como lo mostró el investigador de Uninorte, Carlos De los Reyes, desde un enfoque a la niñez, los resultados en las áreas ya mencionadas.
Los niños fueron estudiados en tres grupos distintos que iban de los 0 a 6 meses, de los 7 a los 18 meses y de los 19 a los 60 meses de edad, en siete municipios del Atlántico: Manatí, Repelón, Campo de la Cruz, Santa Lucía, Suán, Ponedera y Candelaria.
Antes que Infantia iniciara la implementación del modelo de Telecuidado en los municipios, se identificó en los niños un retraso del desarrollo en todas las áreas que estudia el desarrollo Batelle. «A medida que eran mayores, mayor era el retraso», reveló De los Reyes. Luego de la intervención, los niños mostraron un efecto positivo en el desarrollo de la mayoría de las áreas.
De acuerdo con De los Reyes, las áreas más beneficiadas fueron la Comunicativa y la Cognitiva, mostrando incluso un puntaje mayor de lo esperado.
Otros resultados evidenciados con Infantia fueron:
En términos epidemiológicos:
- Reducción del número de niños con desnutrición
- Reducción del índice de mortalidad infantil
- Reducción del índice de trastornos del neurodesarrollo
En términos socio-económicos:
- Disminución de los rubros destinados a la atención en salud por causa de enfermedad en infancia.
- Potencialización del capital humano que a largo plazo represente una mejora en la calidad de vida y el crecimiento económico en la región.
De acuerdo con José Amar, el propósito de Infantia es expandir su rango de acción hacia los diferentes departamentos de la región Caribe. Departamentos como La Guajira ya están pidiendo una implementación de Infantia.