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Sebastián del mar

Por Mario Cobo*

Sebastián, uno de los mejores bodysurfer que he conocido en Colombia, era en todo el sentido Caribe un mamador de gallo. Siempre andaba de juego con todo el mundo, pero muy respetuoso y sobre todo un excelente surfista. La mayoría de las personas que lo conocimos disfrutamos de su amistad, su recocha y su alto nivel de surf.

Eligió el morey como su disciplina. En aquel tiempo había una persona que desafiaba su estilo: Jorge era su gran oponente, su rival, su amigo, los dos eran los mejores en esta categoría, eran respetados y admirados por su destreza y nivel.

La historia de Sebastián fue considerada por muchos como una injusticia de la vida, aún hoy nos da una tristeza profunda que no esté más con nosotros, pero también irradia grandes recuerdos de amor por el deporte, por las personas, por la naturaleza, por la vida.

Para los que no tuvieron la oportunidad de conocerlo, Sebas, como lo llamábamos, era un surfista de Puerto Colombia. Fue el primero que vi realizar un Dropknee, estaba en un nivel adelantado para la época, sus maniobras eran con gran velocidad, fluidez y radicalidad, características que los jueces puntean con gran generosidad.

El surf era su vida y lo demostraba en cada evento y sesión en cualquier ola que surfeaba. ‘El mono’, como también lo apodaban, siempre fue el destaque en esta categoría, después de un tiempo lo vi surfear tabla corta y les comento que lo hacia súper bien, era un waterman, el agua era su hábitat natural, body surf, longboard, shortboard, morey, cualquier disciplina que intentara se le daba bien. Era de esos que se le veía un futuro prometedor en el deporte, fuera de vicios y problemas, su visión era la buena energía con todos, cuidador de su madre, una madre que siempre lo apoyó desde sus inicios.

Me encontraba en Bogotá para ese entonces, trabajaba para un canal de televisión, eran seis meses en la nevera, mientras tanto la cultura surf recibía la propuesta de realizar un programa de televisión al mejor estilo de Pirry, en ese momento era uno de los programas en alta en la televisión nacional, el objetivo era resaltar el surf en nuestro país, sus integrantes. Pirry quería mostrar que el surf había llegado a Colombia y que estaba tomando fuerza por sus atletas, Sebas era uno de esos destaques.

La noche que partió en dos la historia de Sebas

Comenzó la congregación, todos reunidos en el Parque Nacional Tayrona, esperaban la inauguración de una etapa del nuevo circuito nacional. Ya todo comenzaba a bullir, todos organizados preparándose para el día clave del inicio, así que antes de comenzar aprovecharon las sombras de la noche para organizar entrevistas alrededor de una fogata.

Los invitados se preparaban para comenzar con la grabación del especial de Pirry. Sebas y Natalia serían los primeros en la entrevista. Siendo de noche y para darle una escenografía agradable, se quiso avivar el fuego, así que se lanzaron chorros de alcohol a la fogata con tan mala suerte que este chorro bañó a Sebas y a Nati por su cuerpo, incendiándolos en el instante. Lo que parecía ser una nota amena se había convertido en una tragedia.

¿Qué se podía hacer ahora? Estaban en el Tayrona, un lugar lejos de hospitales, donde no existe una carretera para que una ambulancia entre. La cosa estaba complicada, sin más se tomó la decisión de bajar hasta la vía principal. El recorrido es de casi dos horas a pie.

Algo que siempre me llamó la atención de Sebastián era su fuerza para superar los problemas. Iba descalzo, quemado, de noche, por una trocha difícil. En ese tiempo no existían caminos de madera con pasamanos, como hoy; era en la tierra, agarrándose de las piedras, librando picaduras de mosquitos y hormigas gigantes, condiciones que hicieron de esta salida una verdadera odisea. Por fin llegaron a la vía principal y fueron llevados a un hospital en la ciudad de Santa Marta. Si no recuerdo mal, no duraron mucho tiempo en ese lugar, las condiciones no permitían una buena recuperación, la falta de personal capacitado e infraestructura obligaron su traslado a Barranquilla.

Escuchaba que Natalia evolucionaba bien, su recuperación iba por buen curso, de Sebas no escuchaba nada, solo sabía que estaba en intensivos, su estado era delicado, sin embargo él luchaba por su vida.

Recuerdo que pasaron unas dos semanas desde ese acontecimiento, ya me encontraba de regreso en la ciudad de Barranquilla, estaba preocupado y ansioso por mis amigos que habían sufrido este accidente, llegando a casa recibí la triste noticia de que Sebastián había partido.

Natalia se recuperó bien, actualmente vive en Costa Rica, sigue surfeando, casada, con hijo a bordo y con muchos proyectos en su vida al lado de su familia.

Giorgio Albor, Sebastián del Mar, Natalia Zapata, Álvaro Insignares… En el Parque Tayrona, Abril de 1999. Foto archivo. Facebook: Puerto Colombia Surf Spot.

Fue una noticia triste, era un gran amigo, su mamadera de gallo nos hacía falta a todos, lo recuerdo de contextura delgada, su cabello rubio y su gran sonrisa, la cual se destacaba cuando molestaba a los amigos, Sebas fue un gran deportista, amigo, buen hijo, todos lo recordaremos siempre, ya sea en el agua o fuera de ella. Haces falta mi llave, keep surfing, bro.

¡Aloha surfers!

*Mario Cobo es surfista de Barranquilla (Puerto Colombia), juez internacional de surf y CEO de la agencia Colombia Surf Travel

Esta crónica hace parte de la serie periodística sobre la historia del surf en Barranquilla (Colombia) realizada por el periodista Mario Cobo, con el apoyo en edición del periodista Jorge Sarmiento Figueroa.

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