Desde su oficina, donde reposan acordeones que evocan a los juglares y fotos de quienes le han dado vida al Festival, organiza, atiende y define cada paso para que cada versión sea mejor.
Por Celmira Figueroa
A Rodolfo Molina Araújo, quien cumplió once años de estar timoneando la Fundación de la Leyenda Vallenata de manera ad-honorem, lo sorprendió la noticia de la Unesco, que lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Y esa especie de Grammy lo comprometió aún más al rescate de esa música que brota de los fuelles del acordeón, del sonar de la caja y del rasca-rasca de la guacharaca.
Por eso acogió con beneplácito el ‘Foro de la esencia de la música vallenata’ que trajo a Valledupar a un puñado de versados del tema, encabezados por Daniel Samper Pizano. Allí se abrieron interrogantes, se plantearon propuestas y se recordaron a quienes dieron pie para engrandecer la raíz de esta música que traspasa fronteras.
«Desde su creación, la Fundación ha venido difundiendo, preservando y conservando la música vallenata y creemos que estamos sintonizados con la Unesco. El Festival de la Leyenda Vallenata, que este año llega a la versión 49, tiene precisamente esa finalidad desde que se creó», dijo.
Molina Araújo está abierto a escuchar voces, sugerencias, para fortalecer las debilidades de la Fundación. «Las debilidades para fortalecerlas y las fortalezas para retroalimentarlas, porque la declaratoria de la Unesco es un acto de mucha responsabilidad y no queremos dar palos de ciego».
En la actualidad se encuentra consultando con el Ministerio de Cultura las orientaciones «para la protección de nuestra música». Además de foros tiene programado desarrollar talleres y otras actividades con el único propósito de que los amantes de la música vallenata «comencemos a hablar el mismo lenguaje, que sea asequible a todo el mundo».
Las paradojas existen: Rodolfo Molina creció rodeado de instrumentos musicales, pero que les fueron prohibidos. Sin embargo, uno de sus hijos (Rodolfo) toca el acordeón y se coronó rey juvenil. Ese simple hecho llena su vacío, pero también le cortó las alas en aras de seguir dándole transparencia al festival que se lleva a cabo en el parque de la Leyenda Vallenata desde hace ocho años, una obra que gestionó ‘La Cacica’, ‘herencia’ que proteje.
Homenaje
En el próximo Festival de la Leyenda Vallenata serán homenajeados Emiliano y Poncho Zuleta, considerados representantes del vallenato tradicional. Emiliano, además de ejecutar el acordeón y ser un gran compositor «ha sido defensor del vallenato clásico y Poncho, un exponente que se mantiene vigente y podemos decirles que son parranderos natos. Ellos engrandecen este folclor».
El forastero que quiera llegar al parque de la Leyenda Vallenata, solo tiene que buscar la glorieta pilonera mayor, vía que conduce al puente Hurtado, girar a la derecha o puede ingresar por la vía circunvalar bordeando el río Guatapurí, hasta encontrarse con esa gran tarima giratoria por donde desfilan los grandes exponentes del vallenato, hoy reconocido patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. La tradición no tiene lugar para perderse.