Ramayá, el disco africano que dio nombre a una leyenda de la cumbia

Corría el año 1975 y aunque ya había grabado tres producciones discográficas y gozaba de algún reconocimiento popular, Pedro Agustín Beltrán Castro aún se gastaba las noches como cualquier músico aficionado, de esquina en esquina. La plata se veía muy poco y el trasnocho empezaba a pasar factura.

“Trabajábamos con la licorera que produce el aguardiente de Antioquia, haciendo unas presentaciones que se llamaban ‘Viernes del Buen Sabor’, o algo así. Hacíamos un recorrido de promoción de caseta en caseta, me pagaban 250 pesos por la hora, era una explotación”, cuenta el maestro de la cumbia.

Ese mismo año un fenómeno musical se había tomado buena parte de Europa, había atravesado el océano y aterrizado en las programaciones de los picós del Caribe colombiano y de algunas emisoras locales: se trataba de Afric Simone o Simón el Africano.

Se trataba de Ramayá, producción estilo Disco de Simone, un excéntrico y original cantante y hombre de entretenimiento que aunque nacido en Brasil, creció y se hizo artista en Lourenço Marques (que es el nombre original con que se conocía a Maputo, la capital de  la actual Mozambique).

Afric Simone se hizo popular primero como presentador de eventos en discotecas locales, luego un representante lo lleva a Londres donde su carrera se disparó y se terminó convirtiendo en anfitrión de varios programas de televisión.

La canción Ramayá que está escrita en una lengua indescifrable fue grabada a principios de 1975 en Francia bajo el sello disquero Barclay. El LP incluye también las canciones Wakididi, Piranha y Hafanana otros éxitos mundiales de Simone. En Colombia circuló mucho el trabajo bajo el título Golden Banana Sound, del sello Orbe.

Debido a que la canción de Afric Simone se escuchaba por todos lados, Pedro Beltrán y los miembros de su grupo habían montado de forma improvisada un cover de la misma, el cual tocaban durante sus ratos de ocio o para rellenar presentaciones.

“El disco estaba de moda, nosotros la hicimos primero fue en ritmo de guaracha, un son bien rapidito. Entonces el 28 de octubre de ese año me llamaron de Discos Tropical y me dijeron que fuera corriendo, que querían grabar el disco pero en versión de cumbia. Como ellos imprimían ahí mismo al otro día el disco ya estaba a la venta”, dice Beltrán.

En seguida la grabación en ritmo de cumbia se convirtió en un éxito local. Y en cada presentación de Beltrán y su conjunto esa era la canción que más le pedían. “Recuerdo que un animador apellido Barros, de los que nos acompañaban en la promoción del aguardiente, se le ocurrió presentarme como Pedro ‘Ramayá’ Beltrán y su conjunto. Y de ahí en adelante ya no me pude zafar de ese bautizo artístico”, dice el maestro de la cumbia.

Como cosa curiosa el maestro Ramayá Beltrán confiesa que en ese momento no tenía la más mínima idea de quién era Afric Simone, incluso se lo imaginaba como un tipo alto y de cabellos rubios.

“La grabación se hizo a la antigua, todos los instrumentos en un solo canal. Pero nos salió perfecta en el segundo intento. La hicimos con grandes músicos: Ismael Jiménez en el tambor alegre, Rodolfo Pacheco en la tambora, Daniel Vargas en las maracas y la voz de Juan Herrera”, dice Ramayá.

A partir de ese momento su vida artística cambió. Encontraba las casetas y los bailes repletos y se sorprendía al descubrir que la gente iba por verlo a él. Después de dos años de trabajar en la promoción de licores conoció a Marcos Barraza quien se convirtió en su representante.

“Pasé a ganarme 8 mil pesos por presentación. Luego vinieron muchos éxitos como Mico Ojón, Caballo Chovengo y La Estera pero tengo que reconocer que gracias a Ramayá soy lo que soy”, dice el prolífico compositor de más de 300 canciones, la mayoría de ellas himnos de los bailes populares. Un verdadero revolucionario y leyenda viva de la cumbia con nombre de africano.

 El dato: Afric Simone estuvo en Colombia presentándose en el reconocido programa de televisión El Show de las Estrellas de Jorge Barón.