Recoger parte de la tradición narrativa y musical del Caribe colombiano y presentarlo como una pieza única, era el reto.
Por Dyekman Rangel
Diez años tardó Gaiteros de Pueblo Santo para lograr este reto que a la vez se transfiguró en su opera prima. Diez años madurando un álbum de gaita como nunca nadie había creado antes: 12 canciones enlazadas por 12 historias todas originarias del costumbrismo del Caribe colombiano.
3 tambores, 3 voces, 2 gaitas, un par de maracas y un coro crean la música del invaluable álbum Gaiteros de Pueblo Santo: Historias Cantadas.
Esta producción recorre todos los ritmos de la gaita, comenzando con el que le da nombre al instrumento, al género y al ritmo: gaita, con el tema El Bozal del Diablo premiado como Mejor Gaita Inédita, pasando por la cumbia, el merengue y cerrando con el porro La Pasionaria, galardonado con el segundo puesto en la categoría Mejor Canción inédita, ambas distinciones en el Festival de Gaitas más importante del país que sucede cada año en Ovejas, Sucre.
Las canciones, la música y las historias nacen en la creatividad y las vivencias del gaitero y compositor Marlon Peroza. Las narraciones son vivificadas por la legendaria voz del locutor Andrés Salcedo. En ella se cuentan historias de aventuras, personajes, amor, desamor y se mencionan sonoros lugares del Caribe colombiano como Ayapel, Magangué o Muchajagua en cuya ribera está Pueblo Santo.
Con un marcado realismo mágico el oyente de esta producción da una mirada panorámica a Pueblo Santo, lugar donde nacen todos los gaiteros, y conoce los particulares personajes que allí viven o mueren, como la torpe muerte que no diferencia entre vivos y muertos, a Helena cuya fértil presencia enamoró a Cristóbal, el gaitero original. También a Juancho Miguelito, a quien la infidelidad de su mujer le implicó una particular y llamativa cornamenta que le impedía pasar por el dintel de las puertas; al ladrón Pedrito, asesinado por el comandante Petro; al astuto Nicanor, Hermano del Trueno, que con insidiosos productos engañaba a los habitantes de Pueblo Santo; a la desconsolada Matilde o al locutor Campillo. Estos y otros personajes más hacen parte del universo de Gaiteros de Pueblo Santo: Historias Cantadas.Este álbum tiene, además, una invitada de lujo, la cantante Carmen Antolinez, quien es una de las jóvenes interpretes más renombradas de la música tradicional del Caribe colombiano y que también ha hecho parte de producciones musicales nominadas a los Grammys.
La portada del álbum, por su parte, con un profundo negro y la iterativa silueta del rostro de un gaitero, irrumpe en las tradicionales imágenes de las producciones de música folclórica. Esta delicada y lírica obra estuvo a cargo del artista barranquillero Andrés Ribón.
Luego de la experiencia acústica que ofrece el álbum, este se percibe como una pieza integral, viva y simbiótica entre las canciones y las narraciones por lo que es inevitable no resaltar la labor del músico Julián Sarmiento (El hijo del búho) en la mezcla y masterización.
Esta producción atrapa por su creatividad y su enraizado costumbrismo que evoca las particulares experiencias y lugares que constituyen al imaginario del caribe rural.
En épocas en que la homogenización de la música es la constante, volver a la raíz y reencontrarse con autóctonas expresiones sonoras es un momento de autoreconocimiento que identifica al individuo como parte de una historia y un territorio. Por otro lado, dada la labor edificadora de los valores ancestrales transmitidas en resonantes células musicales, estas resignifican al actual ser caribe facilitando el aprecio y la convivencia con el otro y su entorno.
¡Qué artículo tan fascinante y evocador sobre Gaiteros de Pueblo Santo y su álbum «Historias Cantadas»! Es inspirador ver cómo una década de dedicación ha culminado en una obra que captura la esencia del Caribe colombiano. Este álbum no solo presenta una rica variedad de ritmos y melodías tradicionales, sino que también narra historias profundas y coloridas que transportan al oyente a Pueblo Santo, un lugar donde la música y la narración se entrelazan de manera magistral.
La labor de Marlon Peroza, Andrés Salcedo y Julián Sarmiento, junto con la destacada participación de Carmen Antolinez y la artística portada de Andrés Ribón, hacen de esta producción una joya cultural. En un mundo donde la música tiende a la homogenización, «Historias Cantadas» es un recordatorio vital de nuestras raíces y una celebración de la diversidad sonora y narrativa del Caribe colombiano. Es una invitación a reconectar con nuestra historia y a valorar la riqueza de nuestras tradiciones.