Como el juego de naipes, cada jugador va destapando sus cartas. Así ocurrió en la aspiración de Panamá de ser sede de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Por Francisco Figueroa Turcios – Editor Deportivo
Barranquilla, en representación de Colombia; ciudad de Panamá, por Panamá; y Puerto de la Cruz, por Venezuela, se disputan la sede de la celebración de los XXIII de Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018. Cada país muestra las mejores cartas para ganar la sede: Panamá contra-atacó a la oferta de Colombia.
Panamá invertirá 250 millones de dólares si gana la sede de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe. El presidente del Comité Olímpico de Panamá (COP), Camilo Amado, anunció que de esa inversión, 100 millones de dólares se destinarán a la construcción de la villa olímpica, otros 100 millones a nuevas instalaciones y estructuras deportivas; y 50 millones más pagarán los gastos de organización y preparación de los deportistas. Panamá ya fue sede de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1938 y 1970.
Este martes 13 de mayo la comisión de la Odecabe encabezada por su presidente, Héctor Cardona Gonzalez,culminó la visita a Ciudad de Panamá y este miércoles se trasladarán a Puerto de la Cruz,Venezuela.
“El Comité Olímpico de Panamá presentó un dossier muy completo de lo que ofrecerá como sede para los Juegos; además, sus instalaciones deportivas son excelentes y las conexiones que tienen son muy buenas», resaltó Héctor Cardona.
«Barranquilla, otra de las ciudades que disputan la Sede, está muy bien. Cuenta con todo lo necesario, quedé muy complacido cuando fui a Colombia, por lo que la votación será bien estrecha”, agregó.
Recordemos que el comité de crédito de Findeter otorgó un cupo de crédito por 300 mil millones, 100 mil millones a Barranquilla y Atlántico, y 200 mil millones a Coldeportes. Lo que supone que la ciudad cuenta con los recursos suficientes para los escenarios adecuados, que no deberían ser desproporcionados, por cuanto se trata de unos juegos regionales, no olimpiadas mundiales. Además, no está demás recordar que Ciudad de Panamá nada en ríos de dólares gracias a las lavanderías de los capos colombianos que trasladaron sus capitales mediante testaferros a bancos panameños y colombianos con sucursales en dicho paraíso fiscal. Por eso pueden hablar de montañas de dólares.