La gigantesca central de energía eléctrica de la Costa Caribe colombiana fue creada por el entonces Presidente Alberto Lleras en 1958. Por Rafael Sarmiento Coley
Jacobo Acosta Bendek, connotado ejecutivo barranquillero, fallecido este miércoles a los 89 años de edad, fue el primer Director que tuvo Corelca.

Los siete excelentes directores que tuvo Corelca en sus mejores años, en especial durante la década larga de Acosta Bendek, lo mismo que la de Álvaro Osorio Carbonell. También se destaca la labor de Eduardo Verano, actual Gobernador del Atlántico, de Hernan Correa y de los difuntos Álvaro Jaramillo Vengoechea y Jorge Luis Ricardo Bray.
Eran tiempos de grave crisis energética en la Costa Caribe colombiana. Como ahora. Mejor dicho, como siempre. Lo inexplicable es que ahora, cuando el sistema energético regional está en manos del sector privado (concretamente propiedad de una multinacional española), que se supone maneja las cosas con mayor pulcritud y eficiencia, la Costa está peor que nunca. Aquella vez era por culpa de la politiquería, que, como durante los 20 años anteriores los políticos corruptos no se habían podido comer ni un peso de las Empresas Públicas Municipales (EPM), porque al frente de ella estaba una especie de cancerbero del diablo, mister Samuel Hallopeter, habían descuartizado a todas las pobres empresas de energía que funcionaban de manera individual en los departamentos.
Alberto Lleras Camargo, entonces presidente de la República, que contaba con la magnífica asesoría de una brillante comisión del Banco Mundial que se dedicó a tratar de sacar de la hambruna a los países del tercer mundo después de la Tercera Guerra Mundial, luego de agotadores comités de trabajo, llegó a la conclusión de crear por Decreto una Corporación Eléctrica de la Costa Caribe (Corelca).
La importación de maquinarias, los trámites para crear la estructura jurídica de la entidad, la instalación de las primeras plantas, conseguir una edificación adecuada y amplia para la sede administrativa y de dirección general, plantar los primeros equipos técnicos y poner a andar las ruedas de la descomunal empresa de energía costeña, se tomó más de una década.
El primero de agosto de 1969, cuando ya el proyecto era una realidad, el entonces presidente de la República, Carlos Lleras Restrepo (otro Lleras, más no tenían vínculos consanguíneos “eran Lleras distintos”, dice uno de sus biógrafos), designa a Jacobo Acosta Bendek como primer Director de Corelca.

Acosta Bendek con su mtriarcado en la dirección de Corelca con motivo de su cumpleaños, entre ellas aparecen su secretaria privada Shila Martínez y su jefe de relaciones públicas Sara Helena Fernández Ricardo.
Lleras Restrepo conocía las ejecutorias de Acosta Bendek (abogado y economista de la Universidad Nacional), como empresario privado y como dirigente gremial al frente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi). Podría decirse que había una amistad y afinidad política, pues Jacobo Acosta Bendek era del mismo sector liberal llerista.
Fue un enorme acierto el de Carlos Lleras. Durante 12 años Jacobo Acosta Bendek convirtió a Corelca no solo en la infalible central eléctrica de la Costa Caribe, sino que la llevó a un sitial histórico como epicentro del encuentro e integración regional. Fue una época de oro, en la que Corelca jugó un papel preponderante como punto de encuentro para debatir los grandes proyectos y los agudos problemas regionales. Al dejar la dirección de Corelca, fue designado Alcalde de Barranquilla a partir de septiembre de 1983, hasta febrero de 1985.
Jacobo Acosta Bendek estaba casado con Carmencita Polo de Acosta Bendek. Tuvieron cinco hijos. Carlos Manuel, el mayor, quien en un lamentable accidente de tránsito falleció a los 33 años de edad en 1991 viniendo de Valledupar; Patricia, Claudia, Angélica y Alejandro.
Forjó sus propias empresas, y con sus hermanos Gabriel, Eduardo y Alfonso Acosta Bendek crearon varias instituciones como la Fundación Hospital Metropolitáno, la Fundación Universidad Metropolitana y empresas de ganadería y transporte de carga por carretera.
Las honras fúnebres de Jacobo Acosta Bendek se cumplirán este jueves a las cinco de la tarde en Jardines de la Eternidad. Paz en su tumba para un patricio brillante que trabajó con audacia, disciplina, tenacidad y resultados ejemplares, por la región Caribe colombiana.