Tenía una fuerza descomunal, la demostraba cada vez que tumbaba un toro en el redondel.
Por: Francisco Figueroa Turcios
Cuando el reloj marcaba las 11:55 de la noche del 31 de Diciembre de 1914, es decir que faltaban cinco minutos para las doce cuando comenzaba el conteo regresivo para la celebración del año nuevo, Chencha Rodrìguez, a través de un grito voz en cuello le anunciò a Josè Àngel Rocha que su hijo habìa nacido.
«Josè Àngel, naciò varòn. Nojoda, este muchacho tiene una fuerza descomunal en las manos» sentenciò Chencha Rodrìguez, la partera del corregimiento Rocha, jurisdicción del municipio de Marialabaja, en el departamento de Bolívar.
Luis desde muy joven tuvo que apoyar a sus padres, Josè Àngel Rocha e Isabel Pérez, quienes administraban la finca Monzú, de propiedad de los Segrera, en las labores del campo. Debía levantarse muy temprano para ayudar a su padre en el ordeño del ganado, inicialmente amarrando los terneros y más tarde apretando él mismo las tetas de las vacas.
En el día a día metido en los corrales le fue tomando pasión al mundo de la ganadería y con su fuerza descomunal en las manos le facilitaba imponer su ley ante los más resabiados terneros: tumbarlos agarrándolos por la penca del rabo, incluso sin trabarle las patas traseras. Lo tumbaba de un solo envión.
El 20 de Enero de 1927, Luis ´El Negro´Rocha debutó en el mundo de las carralejas en la Capital de Sucre. «La primera vez que me metí a una carraleja fue en Sincelejo cuando estaban cerca de la Catedral. A mí me conocían porque tumbaba los toros y hasta los jineteaba”, recuerda Luis Rocha Pérez, sobre su apareció en las carralejas.
«Estuve 85 años tumbando toros, me inicié desde muy joven en la finca Monzú, de propiedad de los Segrera y más tarde en la Hacienda Aguas Vivas, de Carlos Vélez, que fue donde aprendí todo sobre estos menesteres, cuando salí a las plazas públicas ya estaba jugao, tenía la experiencia por lo que las cosas se me facilitaban para tumbar un animal . En estas fincas trabajé como ovejero, perrero, ordeñador y por último me ascendieron a vaquero», reseña ´El Negro´ Rocha, una leyenda viviente de las Fiestas en Corralejas de las Sabanas de Sucre, Bolívar y Córdoba.
Para ´El Negro´ Rocha su arte era derribar a los toros en las corralejas, tomándolos por la cola o por los cachos. Es particularmente recordada una tarde en la que él solo tumbó 40 toros, de la ganadería de Rosendo García, toda una proeza toreril.
Siempre salía descalzo al ruedo y algunos dicen que estaba rezado o que tenía pacto con el diablo, porque a pesar de que en la arena abundaban los vidrios, nunca se cortaba. Otros opinan que todo es cuestión de cayo, pero el Negro Rocha aseguraba que lo que sucedía es que el vidrio le tenía miedo.
Cual era el secreto para que ´El Negro´Rocha tumbara los toros de un sólo sopetón. Ana Rocha reveló detalles del secreto de su padre que él le reveló .» Desde muy niña mi papá me reveló que las estrategias para él tumbar los toros. El primer paso era agarrar bien la cola de toro. Segundo, afincar bien los pies el suelo por eso era que él siempre salia a las plazas descalzos y tercero, cuando se disponía a tumbar el toro tomar una bocanada de aire y mantenía la respiración hasta lograr doblegarlo» revela Ana Rocha sobre los secretos de su papá para tumbar los toros pese a su baja estatura (1.60 centimentros).
» El vestuario que utilizaba mi papá era pulcro: pantalón caqui o blanco al igual que la camisa mangas largas que siempre usaba por fuera y regazada hasta el antebrazo, sombrero vueltiao y abarcas tres ‘puntá’ que las llevaba en cada mano hasta el codo. Salia al ruedo descalzo para poder firmar bien los pies sobre la tierra que era el punto de apoyo para tumbar los toros», reseña Ana Carmela Rocha, quien el privilegio de acompañar a su Padre en su correría por toda la Costa Atlántica.
Resulta sorprendente que con tan larga carrera taurina, el Negro Rocha jamás fue víctima de una cornada, mientras que todos los toreros de corralejas de 30 ó 40 años exhiben una larga serie de cicatrices por todo el cuerpo causadas por los cachos de los toros.
No tomaba trago cuando coleaba; de ahí que en esta riesgosa actividad su cuerpo no conociera ni una sola cornada ni golpe grave siendo un ejemplo para el resto de toreros, manteros y banderilleros los cuales lo consideraban toda una leyenda de las corralejas.
Para Luis `El Negro´Rocha. el arte de tumbar a los toros es algo que nace de adentro, de volcársele a una fiera como esa, de llamarlo y pasarlo dos o tres veces, luego cogerlo por la cabeza y aguantarlo montarse y jinetearlo… ese toro sale corcoveando con uno en las pajas y cae en el suelo, uno le pone las manos alante y le coge los cachos, otra forma es por el rabo que se llama a punta de cola.
El toro sale peleando con todo el mundo en la corraleja y uno logra agarrarlo por el rabo, cuando se siente cogío le da por correr, entonces emparejo con él y le doy cuatro cuajos , explica ´El Negro´ Rocha, quien reconoce que el toro que mas trabajo le dio pa tumbarlo en la corraleja fue uno de unos 550 kilos de peso llamado Hitler, por lo sangriento y Bravo, de propiedad de Juan Antonio Torres de la Espriella.
En la historia laboral en el departamento de Sucre ´El Negro´Rocha llegó a colosó 1949 para trabajar con la familia Urzola en la finca ´La Esmeralda´como ordeñador y amansador de caballos. » Fue en coloso donde ´El Negro´Rocha encontró el escenario propicio para sumarse de lleno a la actividad de su gusto que lo daría conocer en la Costa Caribe. En este ambiente de sabanas, montañas, arroyos cristalinos y gente nobles y hospitalaria, Rocha fortaleció el arte del coleo y acrobacias cuyo culto al dios toro» resalta el docente y escritor Gilberto Quiroz Morales, quien fue testigo de las faenas de esta leyenda de las corralejas.
El sacerdote Laureano Ordosgoitia, desde hace 30 años siempre visita a Luis ´El Negro´Rocha el día de su cumpleaños. «El Negro Rocha es un juglar de nuestra cultura. La fama la construyó por su templanza, perseverancia y hombre de palabra. Es un hombre de amistad sincera. La Biblia resalta que el hombre que vive muchos es una bendición de Dios. Él es un bendecido por Dios», resalta el sacerdote Laureano Ordosgoitia, quien resalta las virtudes de ´El Negro´ Rocha como ser humano.
Luis ´El Negro´Rocha vive en San Onofre, en la calle Palito, frente a la Plaza de Toros como para sentir el bullicio de las fiestas en carralejas porque està atado a una silla de ruedas a raìz de una caída que le fracturó la columna. Con 105 años de edad, ´El Negro´Rocha de lo único que sufre es de la audición, pues hay que hablarle un poco duro para que escuche bien.
Buen amigo de juventud, excelente profesional