Como muestra de su ‘buena voluntad’ en el marco de las negociaciones de paz, el jefe máximo de las Farc dijo que habían cesado el cobro de dinero a personas vinculadas a negocios legales en el interior del país.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
Las negociaciones de paz que se han venido desarrollando en La Habana en los últimos años han dado mucho más que fotografías elocuentes. “Acabo de dar la orden a todas las estructuras de las Farc de que suspendan todos los impuestos a toda la actividad económica legal que hay en las regiones, impuestos que le tenemos a los ganaderos, a las distintas fuentes de financiación, al gran comercio», aseguró ‘Timochenko’, el jefe máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia –Farc-, detallando que ese dinero era para cubrir la alimentación y dotación de los guerrilleros.
En una entrevista concedida a la agencia de noticias Prensa Rural, el polémico guerrillero izquierdista justificó que durante las negociaciones de paz, que solo en La Habana se extendieron por un plazo de casi cuatro años (desde 2012), habían seguido cobrando impuestos a empresarios, productores y en general gente no vinculada al conflicto, porque “teníamos que comer” y explicó que no se trataba de uno o dos guerrilleros, sino de cientos y de miles.
Pero el controversial personaje fue más allá, e indirectamente admitió que gracias a esos cobros tienen reservas en dinero con las cuales, dijo, “lograrán llegar al final del acuerdo”.
Según la Constitución Política de 1991, el único que tiene la potestad de cobrar impuestos a la población es el Estado, a través de los órganos habilitados para ello, como la Dian o el cobro de algunos servicios que presta, como en el caso de las alcaldías distritales y municipales, expedición de permisos y otorgamiento de licencias.
Así las cosas, entonces mucha gente se pregunta: ¿Lo que ellos denominan impuestos no son otra cosa que simple y vulgar extorsión? La respuesta habría que buscarla en los propios ‘contribuyentes obligados’, para conocer de ellos mismos las consecuencias de la no cancelación de estos pagos al grupo irregular.
El dinero, además de la alimentación, financiaba la “dotación”, que se entiende por armamento, uniformes y equipos de comunicaciones.