Una vez conocido el autor material del hecho que dejó por lo menos 10 muertos y cerca de 70 heridos, los esfuerzos indagatorios se orientan hacia la estructura criminal y los motivos que estarían detrás del ataque terrorista.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
El presidente Iván Duque llegó a primeras horas de la tarde de este jueves a la sede de la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional ‘General Francisco de Paula Santander’, donde prometió que el acto terrorista cometido allí, que cobró la vida de nueve personas y dejó más de medio centenar de heridos, no quedará impune.
Durante su alocución en el patio de honor de la institución, Duque pidió la colaboración de la gente para llegar hasta el fondo de este ataque: “La información de la ciudadanía es muy importante para desarticular la estructura criminal que ejecutó este execrable hecho”, dijo flanqueado por la vicepresidente Marta Lucía Ramírez y por el polémico Fiscal General de la Nación Néstor Humberto Martínez, quien era la noticia principal en los medios, hasta el día previo a este ataque terrorista.
El presidente Iván Duque se apersonó a la sede de la escuela de cadetes de la Policía.
Martínez también se pronunció sobre las investigaciones que adelanta su despacho en torno al ataque. “En una acción de reacción inmediata, nuestros policías judiciales, tanto de la Policía Nacional como del CTI de la Fiscalía, hemos logrado establecer la autoría material de este execrable crimen, de este acto terrorista, en cabeza del señor José Aldemar Rojas Rodríguez”, aseguró el jefe del ente investigador según lo menciona una nota de prensa de su despacho.
El autor material del hecho está identificado como José Aldemar Rojas Rodríguez, quien ingresó a la Escuela a las 9:30 de la mañana, en una camioneta gris, marca Nissan Patrol, modelo 1993, con matrícula LAF565. El vehículo estaba cargado con 80 kilogramos de explosivo del tipo ‘pentolita’.
El fiscal Néstor Humberto Martínez dijo que su despacho usará todos los recursos para esclarecer el atentado.
Rojas Rodríguez nació hace 56 años en la localidad de Puerto Boyacá, en el departamento del mismo nombre. Su cédula de identidad está tramitada en la localidad de Honda, departamento del Tolima. Su lugar de residencia, según los datos de la Registraduría Nacional, está ubicado en la vereda Boja, corregimiento de Cubara del departamento de Boyacá.
Uno de sus últimos registros data de julio de 2018, cuando realizó la revisión técnico mecánica a su vehículo en el departamento fronterizo de Arauca. Este dato fue confirmado por el fiscal general Néstor Humberto Martínez. “Su bitácora en el Runt demuestra que su último acto ante las autoridades de Tránsito se llevó a cabo en la ciudad de Arauca, con ocasión de la revisión técnico-mecánica, que se efectuó el 27 de julio del año 2018”, explicó.
¿Pasado guerrillero?
En sus primeras declaraciones a la prensa las autoridades no han vinculado a ninguna agrupación criminal con los hechos ocurridos en la escuela de cadetes de la policía en Bogotá. Sin embargo, los medios ya comienzan a hacerse eco de declaraciones de personas que están dando pistas sobre el pasado del autor material.
Según declaró el presidente de la Federación Colombiana de Víctimas de las Farc, Herbin Hoyos, José Aldemar Rojas Rodríguez hizo parte de los frentes 10 y 45 de este grupo guerrillero. Según Hoyos, este hombre habría estado activo en estos frentes irregulares bajo el mando de Grannobbles.
Se habría sumado a los grupos de disidentes que rechazaron los acuerdos de paz y que estuvo colaborando más recientemente con grupos criminales en asociación con células del ELN.
Los hechos
A las 9:30 de la mañana de este jueves 17 de enero José Aldemar Rojas Rodríguez llegó conduciendo su camioneta por la entrada sur de la escuela de cadetes de la Policía. Cuando se sometió a la inspección por parte del personal de guardia, los perros alertaron sobre la presencia en el interior del carro de material irregular.
La cifra preliminar de muertos es de nueve personas. Otras 60 resultaron heridas.
Al percatarse de que se iba perpetrar un ataque terrorista, los funcionarios de guardia trataron de detener a Rojas Rodríguez y le efectuaron varios disparos al no acatar éste la orden de alto efectuada por los uniformados. Durante su accidentada conducción dentro de las áreas de la escuela de cadetes, Rojas Rodríguez atropelló con su camioneta a un oficial de la Policía.
Rojas Rodríguez, quien era amputado de su mano derecha, embistió el vehículo contra el edificio que sirve de alojamiento a las aspirantes a cadete de la institución y fue allí cuando detonaron los explosivos.
El presidente Duque pidió la colaboración a toda la ciudadanía.
La onda expansiva de la detonación, además de matar a nueve personas y herir a más de medio centenar de ellas, derribó árboles, torció los herrajes de varias de las fachadas de los edificios que componen el complejo educativo e incluso afectó los vidrios de las ventanas de varias casas ubicadas en el barrio Villa Mayor, al sur de la capital colombiana.
Apenas minutos antes de la explosión que dejó el trágico saldo, en la sede de la Escuela de Cadetes de la Policía ‘General Francisco de Paula Santander’ había tenido lugar un acto de reconocimiento de los cadetes, en el cual se había entregado la Segunda Estrella a los estudiantes más destacados y los mejores alféreces habían sido honrados con la imposición de las ‘jinetas’.
El atentado terrorista en la escuela de la Policía Nacional ocurrió a solo nueve días para que se cumpla un año del atentado contra una estación de policía en el barrio San José de Barranquilla, un hecho que dejó saldo de cinco personas muertas y 41 personas heridas, 14 de ellas civiles.
