Por: Francisco Figueroa Turcios
foto: Millonarios, campeón 1972: Otoniel Quintana, Chonto Gaviria, Arturo Segovia, Pelé González, Mene Segrera y Óscar Villano. Abajo: Jaime Morón, Alejo Brand, Willy Ortíz, Julio Gómez y Julio Comesaña
Millonarios, fue el club que le brindó la oportunidad a Julio Comesaña de jugar en el fútbol profesional colombiano y llegó pisando fuerte :campeón 1972.
Julio Comesaña hizo parte de la galería de jugadores que ganó la tan anhelada décima estrella para los Millonarios por cuanto el club ´Embajador´ había ganado el último título 1964: Otoniel Quintana, Senen Mosquera, Chonto Gaviria, Arturo Segovia, Pelé González, Mene Segrera y Óscar Villano, Jaime Morón, Alejo Brand, Willy Ortíz, Julio Gómez y Apolinar Paniaga.
Julio Comesaña, evoca recuerdos de jugadores que le dejaron huellas por su paso en Millonarios.
Jaime Morón fue un jugador muy veloz, profundo por banda izquierda y manejaba muy bien los tiempos para el desmarque que le daba la posibilidad a Brand y a Julio Gomez para lanzarle balones al espacio y romper las defensas. No tenia una gran variedad técnica con el balón pero era difícil contenerlo. Generoso en el esfuerzo para el equipo y una excelente persona.
Alejandro Brand un extraordinario jugador. Se encargaba de poner a jugar a todos. Tenias visiones del campo y del juego y tomaba buenas decisiones. Pasaba y remataba con precisión y dominaba los tiempos de aceleración o y cambios de ritmo. Liviano y rápido para ejecutar las maniobras ofensivas. Hábil para gambetear y eliminar adversarios. Inteligente. Lamentablemente una lesión de rodilla lo sacó del fútbol. También una persona con educación y profesionalismo.
Wilington Ortiz. Genial. Desequilibrante, goleador. Jugaba por las bandas o por dentro. Engañaba permanente mente y era muy difícil anticiparse y leer lo que iba a hacer. Además tenía poca estatura Per muscularmente muy potente. Freno, giros, arranques y todo en velocidad. Siempre estaba inspirado jugando al fútbol. Hacia goles y ayudaba a que otros también los hagan. Todos tenían dos cosas muy importantes para decir fueron excelente futbolistas. No eran egoístas, siempre trataban de jugar para el equipo y además excelentes seres humanos. Fui muy feliz jugando con ellos
Julio Gómez, volante ofensivo paraguayo que además de manejar bien el balón y saber armar el juego poseía un remate tremendo en la media y larga distancia y con mucha precisión. Además en pelota quieta también era importante.