Por: Valentina Martínez Sarmiento – Talento Onda Juvenil Malambo, municipio que ha acogido a propios y visitantes como sus hijos, tocado por la pobreza y la constante llegada de migrantes, principalmente Venezolanos; se convierte en un lugar con muchas necesidades. En esta época de festividad y aguinaldos la mayoría de los padres malamberos atraviesan fuertes problemas económicos, que les hace muy difícil hacer llegar a sus hijos un obsequio de navidad; allí entra el papel de personas caritativas dispuestas a regalar sonrisas a niños vulnerables, y a su vez ser una luz de esperanza para la sociedad; este es el caso de un grupo de amigos con la voluntad y el carácter para hacer el cambio con pequeñas acciones. Duván Charris es un joven trabajador y emprendedor que tuvo la idea de empezar una linda labor social junto con sus amigos, ellos desde hace cuatro años realizan novenas en barrios vulnerables del municipio, novenas en las cuales participan los niños del mismo. “Siempre nos interesamos por causas sociales y todo esto, para de pronto llevarles una sonrisa” Duván Charris La invitación se hace directamente, llegan de casa en casa convocando a los niños para que asistan a las novenas, en las que el último día, 24 de diciembre, se entregan regalos a todos ellos. “El primer día no fue fácil, porque muchos de nosotros nos encontramos de viaje” dijo Tania De Moya, otra de las integrantes de este grupo de jóvenes amigos. Este proyecto inició en el 2015, en el barrio brisas de río, Malambo. En el cual se realizó durante tres años seguidos, este año debido a la fuerte ola de migración y de dificultades que se han vivido, los jóvenes decidieron realizar las novenas en el sector Cañahuate que se veía más amenazado y vulnerado. El grupo de jóvenes varía al pasar los años, pues algunos no asisten por ocupaciones laborales o porque se han trasladado, pero la labor no para, pues ellos brindan su tiempo y su trabajo, para sacarle a los niños una sonrisa. Los regalos, los refrigerios y demás recursos los obtienen de donaciones voluntarias por parte de sus familiares y conocidos, pero la mayoría sale de su propios bolsillo, este año por primera vez tuvieron apoyo de la empresa Postobón, en la parte de los obsequios.