
Por: Francisco Figueroa Turcios

Jairo Anaya Pérez, cuando estudiaba bachillerato en la Escuela Normal Superior de Varones en Corozal, su tierra natal, soñaba con ser periodista. Ese sueño quedó truncado: la precaria situación económica de sus padres Manuel Anaya y Deifa Pérez, le impidieron ser un profesional del periodismo.
«Cuando terminé bachillerato en la Escuela Normal de Varones de Corozal, donde obtuve el título de Bachiller Pedagógico, consiente de la situación económica difícil de mis padres sabía que era imposible estudiar una carrera profesional, por lo que no tuve otra alternativa que comenzar buscar una oferta laboral para colaborarle y tener dinero para mis gastos personales.
La única oferta laboral que había era de impresor de fotografías en foto Japón, en Magangué, Bolívar. No dudé un segundo y acepté la oferta. No era fácil: ir a laborar en una ciudad lejos de mi hogar y sin conocer a nadie. Asumí el reto, eso hacen 30 años. A raíz de mi excelente desempeño, al año hubo una vacante en la sede de Sincelejo y me propusieron que si aceptaba el traslado y no lo dudé, porque así estaría más cerca de mis padres y hermanos (Manuel Antonio, Clara y Karina). Los tiempo de Dios son perfectos. A los pocos meses, Foto Japón abrió una sucursal en Corozal y me nombraron como administrador» reseña Jairo Anaya sobre su primera experiencia laboral

Jamás paso por la mente de Jairo Anaya, que su vinculación laboral con Foto Japón, marcaría su hoja de ruta para ser un profesional de la fotografía. «Mis primeros pasos como fotógrafo fue gracias a foto Japón, la empresa me capacitó a través de talleres de fotografía básica. Fue entonces cuando me empecé a apasionar por la fotografía.
Soy un fotógrafo empírico. Sí, soy empírico, pero con frecuencia visito los portales web viendo tutoriales y leyendo temas relacionados con la fotografía. En la actualidad me estoy certificado por competencias en fotografía a través del SENA. De igual manera soy técnico del SENA en Pre Prensa Digital desde el año 2018″ revela Jairo Anaya sobre como nació su pasión por la fotografía.

A raíz que su labor en foto Japón que le despertó la pasión por la fotografía, Jairo Anaya Pérez, reflexionó que no podía conformarse con estar detrás de un mostrador de un almacén fotográfico o revelando royos , sino que quemó la naves, como lo hizo Alejandro Magno, rey de Macedonia quien dirigió su ejercito para ganar la batalla en la costa de Fenicia.
«Con los conocimientos básicos en fotografía, decidí renunciar de foto Japón y comenzar una nueva experiencia como fotógrafo. Compré mi primera cámara. Recuerdo que fue una cámara Zenit automática. La compré en Maicao, pero se me daño a los pocos meses de haberla comprado en diciembre del año 1994. Me tocó comprar otra cámara, marca Pentax manual. Esas cámaras eran con rollos» Jairo hace una paisa en el relato evocando recuerdos de las primeras cámaras fotográficas que adquirió.

Jairo, toma un nuevo aire, y continua el relato. «Con mi herramienta de trabajo, comencé a trabajar independientemente como fotógrafo, y empecé a relacionarme con otros colegas de mayor experiencia, a ellos, le consultaba mis dudas e inquietudes, poco a poco fui obteniendo mayores conocimientos los cuales ponía en práctica» destaca Jairo Anaya sobre su proyecto como fotógrafo.
Jairo Anaya no pudo cumplir el sueño de ser periodista por las precarias condiciones económicas de sus padres, peo al final del sendero logró ingresar a una profesión que esta ligada a las comunicaciones: la fotografía. La comunicación perdió en Jairo Anaya, un periodista, pero ganó una gran reportero gráfico.