Por Jorge Mario Sarmiento Figueroa
Conocí a Iri privado de su libertad. Estaba interno en un centro de resocialización al que yo asistí como docente universitario. Él estaba decidido a hacerse profesional como comunicador social. «Pero no es que me quiera dedicar a eso, sino que lo mío es la música y necesito cosas que me ayuden a ser artista. La comunicación es algo que me puede ayudar», me dijo en un salón en el que comencé a trabajar con él y otros tres jóvenes internos.
Son muchas las cosas que han ocurrido desde aquel primer día cuando nos conocimos. Produje un documental que esos cuatro jóvenes realizaron estando allí, todos ya han salido del lugar. Sé que dos de ellos perdieron la vida en venganzas sicariales. Sé que otro continuó el proceso hasta convertirse en líder orientador de procesos de resocialización de jóvenes. Y sé que Iri, que antes lanzaba piedras, ahora lanza canciones.
Iri se graduó de comunicador social y trabaja por convertirse en un artista representante del Caribe colombiano. Cuando me contactó para presentarme su reciente canción, titulada Lonely, le pedí que él mismo se presentara en La Cháchara, que escribiera su lanzamiento. Así lo hizo. Estas son sus palabras:
Soy cantante, realizador audiovisual, ingeniero de las calles y melómano de profesión, sé que he dado de qué hablar por mi historia de vida; ahora quiero dar cosas para escuchar a través de mi música.
Me considero uno de los pioneros en el género afrobeat en Colombia, que todavía se encuentra en crecimiento y en el que apenas empiezan a asomarse los representantes a nivel latinoamericano. Por eso quiero ser representante del afrobeat en Colombia y Latinoamérica, como una voz que marca la diferencia.
Pasé de las calles a los estudios. Sé que comentí errores que me mantuvieron tiempo privado de la libertad. Logré atravezar ese dolor motivado por estudiar, llegar a graduarme y ahora dedicarme a realizar piezas musicales que espero para las personas sean sonoridades de gran nivel.