Estados Unidos ha invertido plata y esfuerzos descomunales, y no ha podido. Insólito, el mafioso ya tiene preparados a los futuros funcionarios a sobornar.
Por Rafael Sarmiento Coley
En la clausura de la Séptima Semana Internacional de las Comunicaciones de la Uniautónoma del Caribe hubo un verdadero concierto de conferencistas de enorme atractivo para la juventud, que en su mayoría llenó el amplio auditorio del sexto piso del edificio de posgrados de la citada Universidad.
Gerardo Reyes, el conferencista, a la derecha; y el moderador, Jaime De la Hoz.
El primero de la jornada fue el periodista colombo-norteamericano Gerardo Reyes, el periodista y escritor que se atrevió a escribir la biografía no autorizada del rico más poderoso de Colombia de ese momento, el difunto Julio Mario Santo Domingo. Y no lo rectificaron en nada. Ni hubo queja por tergiversación, ni mucho menos por difamación ni calumnia. Si todo era verdad, qué se iba a hacer.
La obra es una radiografía perfecta de un multimillonario en un país suramericano. Hoy confiesa Gerardo Reyes que el caso de su personaje es la antítesis de lo que debe ocurrir en un país con posibilidades de desarrollo: en donde la riqueza esté repartida. En donde no haya un solo rico.
Igual habló amplio y tendido de un tema que lo apasiona. La investigación periodística, porque fueron él, Gonzalo Guillén, Daniel Samper Pizano y Enrique Santos Calderón quienes iniciaron en Colombia el periodismo investigativo.
Crearon en El Tiempo, por primera vez en el país, la unidad investigativa que destapó muchos entuertos e hizo ir a la cárcel a más de un corrupto de cuello blanco.
Con el veterano periodista Jaime De la Hoz como moderador, alguien le preguntó acera del tema que más le apasiona, los capos del narcotráfico, sobre los cuáles ha escrito miles de historia.
El Chapo Guzmán, el más astuto
Reyes considera que la lucha contra el narcotráfico no se ha ganado porque ese es un negocio que produce mucha plata. Y personajes como el Chapo Guzmán, se vuelven ‘invisibles’ para los organismos policiales que lo persiguen porque reparten dineros por montón a mucha gente que lo protege, incluso dentro de los gobiernos de varios países, especialmente su nación de origen, México.
Gerardo Reyes y Rafael Sarmiento Coley, al finalizar la interesante conferencia del periodista colombo-estadounidnse, autor de la biografía no autorizada del difunto Julio Mario Santo Domingo.
Es un duro de matar porque goza de muchos anillos de seguridad y escondites a prueba de todo. Asegura que es más astuto que el difunto Pablo Escobar porque no controla los kilos de coca, sino los vuelos que la transportan. Y de ahí dependen sus fabulosas ganancias, que le alcanzan inclusive para preparar a sus futuros ayudantes y pagar la formación de sus futuros cómplices dentro del Gobierno mejicano en todos sus niveles.
Óscar Córdoba, el motivador
Uno de los arqueros más recordados por los aficionados de la selección Colombia es Óscar Córdoba. Por su longevidad en el fútbol. Por su disciplina. Por su respeto y buen trato con todos sus compañeros y por la facilidad de expresión para dominar los distintos medios de comunicación.
Este viernes en el auditorio del sexto piso de la Uniautónoma fue el show. Recordó que, gracias a su experiencia de vida, podía recomendar a la juventud estudiantil presente que lo más importante es la objetividad y la disciplina para estudiar a fondo para no quedarse por las ramas.
Recordó el caso de la derrota de Colombia ante Rumania. Mientras que Colombia saltó a la cancha con actitud triunfalista, los rumanos entraron haciéndose los pendejos, siendo que ya habían estudiado al detalle a cada uno de los jugadores colombianos. Y ganaron los rumanos.
Recordó el caso triste del homicidio del inolvidable buen defensa de la selección Colombia, Andrés Escobar. Dijo que todos vivían tensionados por las amenazas contra el Bolillo Gómez y el profesor Francisco Maturana si ponían a jugar a ‘Barrabás’ Gómez. “Uno veía en los estadios, en la primera fila pegados a la pista atlética, a señores con un maletín y un revólver encima”.
En la jornada de clausura también participaron Gerardo Albarrán, conferencista mejicano que habló sobre “Papel de la prensa cuando el terror desafía al estado: El Caso México”. El colombiano Ignacio Greiffenstein habló sobre “¿Blog y redes son el futuro del periodismo?”.
Y Juan Carlos Arciniégas dictó la conferencia “Hollywood…¿El otro sueño americano?
