El Festival Audiovisual de los Montes de María lleva once años recuperando la memoria de la región y llenando de arte la esperanza de un pueblo.
Por Karen Saavedra
“Carmen querido, tierra de amores,
hay luz y ensueños bajo tu cielo,
y primavera siempre en tu suelo
bajo tus soles llenos de ardores”.
Lucho Bermúdez
A tres horas y media de Barranquilla se encuentra El Carmen de Bolívar, considerada Villa meritoria y capital de los Montes de María; tierra del aguacate, la chepacorina, y cuna del artista Lucho Bermúdez, uno de los más importantes intérpretes y compositores de música popular en nuestro país.
Sin embargo, a pesar de sus bondades, este municipio ha estado inmerso dentro de un conflicto armado que azotó a la región montemariana y que aún sigue sembrando horror y muerte en territorio nacional.
La violencia en Colombia ha dado paso a nuevos actores como el narcotráfico, paramilitarismo, delincuencia común, pobreza o desempleo y aunque los diálogos y conversaciones de paz han sembrado una esperanza para el fin del conflicto, es imposible negar las consecuencias que ha dejado esta guerra de más de 50 años.
Miles de campesinos han tenido que abandonar sus tierras y hogares a la fuerza, por las olas de violencia en todo el país, provocando una grave crisis humanitaria y social; además de la falta de oportunidades laborales que agravan la pobreza de las poblaciones menos favorecidas, quienes buscan sobrevivir con salarios bajos, trabajos informales, costos de vida elevados e impuestos que cada vez tienden a subir.
Si bien es cierto que al pensar en El Carmen de Bolívar se recuerde con dolor las masacres ocurridas en los corregimientos de El Salado y Chengue, en el 2000 y 2001, no cabe duda que sus habitantes anhelan y se esfuerzan por ser recordados no solo como un territorio fuertemente golpeado por el conflicto armado, sino también como una tierra tejedora de paz y reconciliación, a través de experiencias comunitarias como el Festival Audiovisual de los Montes de María, una propuesta que inició en el año 2004.

A la luz de la luna del Carmen, la plaza se llena para darle paso al cine y al encuentro del pueblo.
Este importante festival surge como una estrategia del Colectivo de Comunicaciones Montes de María Línea 21, que pretende visibilizar la realidad de la región, dándole voz e imagen a sus narrativas, sueños y realidades para impactar positivamente en los imaginarios que se tienen sobre ella y sus pobladores, reafirmando, de esta forma, la identidad y los sentidos de pertenencia.
Este año, del 29 de octubre al 1 de noviembre, el festival llegó a su quinta versión con una selecta muestra de las mejores producciones del séptimo arte colombiano; además de los talleres, foros y charlas temáticas sobre las experiencias audiovisuales en la construcción de paz, memorias, reconciliación y derechos humanos.

Ana María Muñoz, directora de la Corporación Pasolini, de Medellín, en una de las charlas a los participantes en el Festival.
Cuatro producciones internacionales de México, España y su invitado especial, Argentina, hicieron parte de este Festival, el cual también incluyó más de 20 producciones nacionales en distintas categorías (ficción, producción radial, documental y animación). De igual forma, el evento contó con la participación de la reconocida actriz Carmenza Gómez y talleristas expertos en la producción audivisual y la comunicación.
A través de estos importantes espacios, El Carmen de Bolívar de la mano del Colectivo y su Festival propone una cultura de la paz, que sea sentida y experimentada por la comunidad en la cotidianidad, creando escenarios de inclusión, resolución no violenta de conflictos y valoración de la diferencia. Allí se trabaja por una sociedad en la que prime la democracia y el empoderamiento ciudadano como prueba fiel de que la guerra genera graves consecuencias a nivel económico y social pero finalmente no logra permearlo todo.