
Mujer que con sus manos por más de 15 años enaltece el Carnaval de Barranquilla
Mi mayor anhelo, ser parte de la historia del Carnaval con mi creatividad. – Anda en busca de lana y de lino, y gustosa trabaja con sus manos. (Proverbio).
Por Wilber José Fábregas Molina.
La mujer juega un papel preponderante en el Carnaval de Barranquilla. Es conocedora y amante de las actividades que su realización conlleva la historia, lo plasma y la capital del Atlántico es el escenario de encuentro de expresiones, dancísticas y musicales en cuanto a las celebraciones de las festividades es la protagonista que, con su donaire e ingenio demostrado en todas las épocas, le da rienda suelta a la alegría con sus participaciones en los desfiles en su actuar en los diversos grupos folclóricos con su participación física e intelectual.
Coloca con su desempeño el colorido que le impregna, con su puesta en escena en un ambiente acogedor y de tolerancia, buscando con ello, la forma de preservar la tradición, de manera libre y espontánea. La mujer brilla en muchos kilómetros a pleno sol y con el ritmo y movimiento de sus caderas, y al vaivén de sus faldones que imprimen la alegría carnavalera.

Pero en el desarrollo de estas fiestas también hay mujeres que hacen el deleite del pueblo, que son igual de carnavaleras y cambamberas, quienes a través de los años se han venido destacando con los majestuosos vestuarios que elabora para agrupaciones folclóricas, disfraces individuales y colectivos, actuando tras bambalinas, escondiendo su figura femenina.
Esa es la mujer creativa. La ingeniosa, la que se suma a ese mundo de diseñadoras de vestuarios que son expuestos ante miles de visitantes, para ser lucidos durante varios días de alegría y sabor en las presentaciones de los desfiles.
MUJER DE ARMAS TOMAR
La emblemática figura que desde el año dos mil quince ha venido ennobleciendo el carnaval de Barranquilla con sus manos, con su maravillosa creatividad, es una mujer de armas tomar; Duvis María Romero Rojas, quien de manera práctica o empírica le viene aportando su creatividad a nuestras festividades del Dios Momo en algo más de quince años, confeccionando vestidos y siempre en sus actividades procura aplicar las practicas sostenibles, cuidando el medio ambiente.

Sin importar las horas, los días, el cansancio, el tiempo que transcurre con cada inventiva, con cada imaginación, buscando transformar lo cotidiano en extraordinario formando parte de ese proceso creativo y emocional, con ideales de construir una historia y hacerla material a través de sus vestuarios, buscando que quienes representan a personajes importantes en la sociedad nacional o internacional cumplan con el papel asignado.
Hoy la vida le ha sonreído y con el correr de los años se le han abierto las puertas para lograr alcanzar no solo sus sueños, sino elaborar vestidos que son lucidos en los desfiles, al formar ella parte de ese gran colectivo de disfraces, contando con el apoyo especial de su esposo, sus hijos y el público asistente a los escenarios que valora con sus aplausos, ovaciones y felicitaciones lo que hasta este punto tal vez no hubiese pensado; ser parte de la historia del Carnaval a través de sus creaciones mostrando de este modo la capacidad de reinventarnos sin perder nuestras raíces.
- ¡Caramba niña, no puedes quejarte! Les fue bien en el carnaval, vi en los desfiles tus vestuarios y fueron maravillosos, admirados y acogidos por el público.
Son comentarios que le formulan sus amigas y gente del común, luego de haber finalizado el carnaval, tras haber visualizado en los variados desfiles el nuevo ingenio de ella como participante de las fiestas como creativa y al mismo tiempo actuando como hacedora, al pertenecer a un colectivo del carnaval; La Nobleza.
– En verdad que sí. Es algo estupendo, responde ella porque de esta forma sigo aportando mis ideas, trabajo, creatividad, por medio de mis vestuarios a cada carnaval a través de los años, como algo que llevo dentro de mí. Nadie se imagina las penurias que pasamos con el fin de lograr alcanzar nuestros propósitos, las idas y venidas de la casa a los diferentes lugares para adquirir los materiales necesarios, poder confeccionar los vestidos acordes con la época y continuar aportando lo que engrandezca esta tradición como obra inmaterial de la humanidad.
Sostiene que le ha correspondido elaborar vestuarios llamativos para el colectivo de disfraces La Nobleza, especialmente para los personajes que durante la creación de esta cambamberia desde el 2015, han venido representado a los reyes de Francia y en esta oportunidad a los de España, donde ella está incluida con el proceso de innovación que ocurrió en este año dos mil veinticinco en la nueva salida de los desfiles de Guacherna, Batalla de Flores, Gran Parada de Comparsas, Desfile de la calle 84 y el de Joselito se va con las Cenizas, cumpliendo el doble papel de creativa y participante.
¡EL NUEVO DISEÑO!

En esta etapa, año 2.025- Duvis María sabía que había la necesidad de reinventar y exponer a la vista de los asistentes a nuevos personajes, con la innovación de los vestidos en el carnaval. Se seleccionaron los colores, en este caso el negro con el dorado, buscando los accesorios que cómo las gorgueras para ambos reyes en lino con encaje se acomodasen a la época, al Siglo XVI, como en la España que se colocaba en escena. Sombreros negros con dorado y plumas amarillas que hicieran juego con los atuendos a la usanza de la época.
Consistió mi nuevo diseño, en uno de los vestidos utilizados por el rey de España, Felipe II, el cual radica en un saco en tela de raso, con mangas bombachas y cinta dorada de cuatro centímetros de ancho; adheridas al mismo, contiene otras mangas de color dorado con puños de encaje blanco, una capa del mismo material, superpuesta, para el donaire real, en color negro y rojo.
En el pantalón, asimismo, encontramos también dichas mangas bombachas en tela de raso y cintas ancha doradas y medias- calzas, un bolso colgado a la correa de cuero que serviría como lugar para guardar la espada con su embalaje, empleada por el rey en sus batallas y en acciones relacionadas con la época. El calzado del rey era usualmente del mismo color del vestido.
El de la reina Isabel de Vanois consistió en una blusa negra con botones dorados y mangas negras y por dentro doradas formando un triángulo hasta abajo; arriba lleva una pechera toda dorada; la falda y la blusa adornadas con galón dorado y de colores.

Respecto a los accesorios indispensables dentro de los vestidos, como el caso de las gorgueras, (gola, golilla o lechuguilla) o sea los adornos que llevan en el cuello del saco o vestido que se hacían de lienzo plegado y alechugado por lo general de color blanco en relieve, emplee el lino con encaje.
Otras mangas doradas terminadas en encaje recogido, van por dentro de la manga de la blusa. Los vestidos son elaborados en tela raso negra, las mangas en tela de lurex, usada para disfraces.
MI SUEÑO ANHELADO
Desde muy niña había soñado con ser una gran modista y cuanto trapo encontraba lo guardaba para hacer con ellos algo que valiera la pena y ahora es un sueño que se me está cumpliendo, con la puesta en escena de mis creaciones. Indicó-.

Refiere que empezó a cumplir su propósito de la confección, con las muñecas que le regalaban las vecinitas cuando ya estaban en desuso, porque sus padres no podían complacer sus caprichos debido a que la situación no daba para tanto. Sin embargo, se las ingeniaba para hacerles su ropita, inventándose trazados que plasmaba en algunos de sus cuadernos a escondidas, porque estos formaban parte de sus útiles escolares. Así fue pasando el tiempo y a la edad de seis años aprendió de las monjas del plantel educativo donde estudiaba, el bordado español en un trozo de tela de cuadritos rojos de aproximadamente 30 centímetros de largo.
- A los siete años ese trozo de tela me sirvió para la elaboración de una falda con pliegues que posteriormente formaría parte de mi uniforme escolar, el cual combinaba con una blusa blanca teniendo como guía a mi madre Chave, que se admiraba de mis astucias para asimilar las enseñanzas en esta faena. Una de sus tantas audacias para lograr lo que se proponía- nos lo relató-.
Mi proceso como mujer para estar presente en las fiestas carnestolendas lo poseo desde muy joven. Una vez preocupada por disfrazarme con mi familia, mi esposo y mis hijos, y asistir como espectadora en el carnaval y sin contar con recursos económicos con limitaciones para hacerlo, me las ingenié hasta el punto de haber convertido un pasacalle que guardaba de una cumbiamba a la que perteneció mi compañero de cambamba, mi esposo, me inspiré para confeccionar los vestuarios para todos, reusé unos vestidos de cumbiamberas que tenía archivados y así disfrutamos de los años 80. Era la época en que la Batalla de Flores bajaba por la carrera 43 o 20 de Julio. Lo logré y me sentí orgullosa de esa creatividad.

- Hoy mi deseo como mujer creativa es transmitir a los espectadores locales y visitantes el papel que juega la mujer en el carnaval en cualquier espacio, el cual es relevante para unas fiestas prosperas, enmarcadas en un ambiente cultural donde en los cuatro días oficiales confluyen ciudadanos de diferentes ciudades de Colombia y del mundo entero, y se confunden en un solo estrato social, donde lo que cabe es la alegría, olvidándonos de todas las rencillas diferentes al goce.
Duvis es el prototipo de mujer creativa, que se encuentra con otras personas de su género en los establecimientos donde llega a adquirir lo necesario para su labor, y quienes como ella están metidas en esas lides. Pareciera que fuese la propia aliada para dar sus opiniones al ser consultada acerca de la combinación, de colores, porque ellas no saben tomar decisiones, le preguntan que si el broche, que si el hilo es el adecuado, que si esto, que si lo otro, que si pata tin, que si pata tán, en el argot de las modistas, confeccionistas, porque quienes van con ella a lugares especializados en ello, solo actuamos como acompañantes.
Esto le encanta no importa que se distancie un poco en las gestiones que le corresponde hacer y por falta de tiempo debe almorzar o algunas veces comer fuera de casa, o a veces ingiriendo agua de coco, jugos; llegar tarde de regreso al hogar, pero lo ideal es alcanzar el objetivo trazado y me tiene a mi como esposo y aliado que la acompaña en todo.
El cansancio, los dolores, los malestares, el lleno de los almacenes donde venden las telas que se necesitan, las inmensas colas que hay que realizar para adquirir los materiales, luego para cancelar los mismos, que si no hay menudo para dar los vueltos, que si se tiene o no la forma de hacer las transferencias, no es impedimento para que ella se rinda ante lo que tenga que hacer y no se decide retornar a su casa hasta no obtener lo necesario para las nuevas confecciones. –
- Mi taller de trabajo no es uno solo espacio, todo lo transformo cuando se avecina el carnaval, utilizo los muebles de sala, comedor porque el palo no está pá cuchara para realizar todas estas experiencias; todo lo que me encuentre a mi paso, me sirven para colocar las telas de diferentes clases, los hilos, las agujas y utensilios que me conllevan a rabietas pasajeras porque después no las encuentro y para colmo de males hasta se parten las agujas, la velocidad de algunas maquinas algunas veces se tornan lentas; se me forma un zambapalo, pero soy feliz con lo que pienso, hago y obtengo.
LA INNOVACION DEL CARNAVAL, UN LOGRO
Los diseños empleados por sus manos para que los hacedores del disfraz colectivo “La Nobleza”, en su papel, personificaran en esta ocasión a los reyes de España, Felipe II e Isabel De Vanois fue un cambio extraordinario de épocas el que venían simbolizando a personajes del Siglo, XVIII o XIX como Luis XVI Rey de Francia, y su esposa María Antonieta, Reina de Francia, a éstos del Siglo XVI.
Algo innovador. Por esta razón es que afirmo que con sus creaciones ennobleció el carnaval, al ser la autora de la aparición de los vestuarios de ese disfraz colectivo, con maestría, como elaboró los vestuarios de arlequines para ella y su familia siendo integrantes durante ocho años del colectivo de disfraces de Moisés Pineda
LA MUJER APORTANTE A LA CULTURA
Es aquí donde cabe el concepto en que la mujer ha tenido desde el inicio de las civilizaciones un papel innegable como creadora y transmisora de cultura, y de verdad, Duvis juega en ese espacio, no solo como artista sino además como hacedora, porque el confeccionar vestuarios para ser expuestos a un público ansioso de ver las fantasías y las majestuosidades que la temporada le ofrece, es algo genial como lo puso en práctica con los disfraces de sus hijos desde muy pequeños para que estuvieran a tono con estas festividades.
DISFRACES CONFECCIONADOS
-El primer vestido que confeccioné fue para los hacedores que pertenecían al colectivo de disfraces del Siglo XIX de Moisés Pineda, elaborado en el año 2.015, cuando los actores, quisieron cambiar el vestuario de la modalidad de arlequines al linaje real; acudí a investigar en revistas, libros, y ayudas de las redes sociales, elaborando para la pareja el vestuario con un mes de anticipación.
-El del hombre un saco largo, con mangas largas y puños anchos elaborado con tela burda, color beich adornado con cintas (galón dorado), por dentro un camisón de tela suave terminada en sus mangas un encaje de 10 a 12 centímetros de ancho, un cuello alto con bordes dorados y una galla o papillon, también de color blanco con hileras de encaje de igual color y un nudo atado en la parte delantera del cuello, estilo siglo XIX. El pantalón en raso amarillo, medias blancas enterizas y zapatos a la usanza de dicho siglo.
En cuanto a la mujer consistió en un vestido largo amarillo, un sobrevestido negro, con numerosas arandelas y cintas entrelazadas en la parte trasera, alrededor llevaba cintas en tela de satín de color rojo y verde, finalizando con un amarre en la parte delantera a la altura de la cintura, cuyos colores se escogieron como un homenaje a la bandera de Barranquilla.
Al nacer oficialmente como disfraz colectivo La Nobleza logré elaborarlos del año 2.017, hasta el año 2.025 con variedades de colores con accesorios que en conjunto han sido del agrado del público barranquillero, con representatividad de personajes de la realeza de Francia, donde el mismo se ha convertido en un icono contemporáneo del carnaval.
Ser creativo, innovador, es el propósito del ser humano desde cualquier punto de mira en el entorno social en que se desenvuelva y en esta oportunidad como lo merece el carnaval de Barranquilla para brindar un espectáculo folclórico y cultural más destacado a los visitantes del orden nacional e internacional, logran ese propósito contando con la figura ideal para ello; la mujer, quien, con su sapiencia viene cumpliendo un papel fundamental desde tiempos inmemoriales. Detrás de cada botón, de las lentejuelas están las manos de Duvis Maria.
EL REUSO COMO ELEMENTO
Sin proponérmelo, siempre acudo desde tiempos atrás, al reúso de telas de retazos de otros vestuarios para la elaboración de bolsos empleados en su atuendo, tanto por el hombre como la mujer, buscando y garantizando en la proporción entre el incremento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social.
Duvis María Romero Rojas, la esposa, la madre, la artista, la hacedora, no le ha importado los malestares físicos que estos trajines conllevan para demostrar su amor al carnaval, significando con ello que, para el dolor barranquillero, la cura está en ser un buen cambambero. Acentuando que la verdadera nobleza no está en la corona que se lleva, sino en la dignidad con la que se preserva nuestra identidad.
Es la ocasión para seguir valorando a la mujer, la que desde esta esfera le aporta con sus creaciones, transformando lo cotidiano en algo extraordinario con asombrosa magia, dentro de la riqueza cultural del carnaval.
Cabe recordar ese tema musical de la autoría de Ricardo Arjona, que, aunque no tiene visos de lo carnavalero, tiene el valor propio de lo que es la mujer como persona, como esposa, madre, hija, hermana para que sea respetada y admirada en todo momento: “No sé quién las invento, no sé quién nos hizo ese favor, tuvo que ser Dios…Lo que nos pidan podemos y si no podemos, no existe. Y, si no existe, lo inventamos por ustedes… Mujeres”.