Una nueva renuncia, la amenaza de un juicio político o de un impeachment, sin redes sociales y sin margen de negociación. Al presidente saliente se le van cerrando caminos mientras que los demócratas buscarán inhabilitarlo como dirigente político para el futuro cercano.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
Al cerrar la jornada de este lunes 11 de enero, se conoció la renuncia del secretario interino de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, Chad Wolf. Había ocupado el cargo durante los últimos 14 meses y dijo sentirse triste al dar este paso “ya que era mi intención servir al Departamento hasta el final de la administración”, se lee en la carta a través de la cual hizo pública su decisión.
Wolf se sumó así a Betsy DeVos y Elaine Chao, ex secretarias de Educación y Transporte respectivamente, quienes dimitieron del gabinete de Trump la semana pasada tras el asalto a la sede del Congreso, que dejó cinco personas muertas, más de media docena de heridos y decenas de detenidos.
La salida del secretario interino de Seguridad Nacional se conoció a pocas horas de que los demócratas iniciaran en el Congreso el proceso para declarar el impeachment del presidente Donald Trump, a quien han calificado como un potencial peligro para Estados Unidos y para el mundo.
A solo nueve días para el cambio de mando en la Casa Blanca, la salida de Wolf representa un tema delicado, ya que el Departamento de Seguridad Nacional es el encargado de la seguridad en el acto de Toma de Posesión previsto para el 20 de este mes. Esto justo en momentos cuando este acto enfrenta las mayores amenazas de violencia de los últimos tiempos.
Justamente al anochecer de este mismo lunes, el FBI dio a conocer un informe en el que advierte sobre convocatorias a manifestaciones armadas “en todos los 50 estados desde el 16 de enero hasta por lo menos el 20 de enero”. El boletín de la agencia agrega que la “insurrección” del pasado 6 de enero, podría haber sido solo el comienzo de la violencia “por parte de los simpatizantes de Trump”.
Ante esto, el jefe de la Guardia Nacional, Daniel Hokanson, ya anunció que desplegará unos 15 mil uniformados para apoyar las medidas de seguridad durante la inauguración del presidente electo Joe Biden. Esta cifra representa el doble de los efectivos que prestaron custodia durante la toma de posesión del actual mandatario Donald Trump.
Juicio político o impeachment
La bancada demócrata de la Cámara de Representantes introdujo este lunes una acusación contra el presidente Donald Trump como inicio del proceso para llegar a un juicio político, también conocido como impeachment. El expediente, que menciona los hechos ocurridos antes y durante el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, será votado este martes 12 bajo la modalidad de artículo de acusación, en el que señalan al magnate por “incitación a la insurrección”.
Si la Cámara de Representantes vota a favor del inicio del juicio político, Trump se convertiría en el primer presidente de la historia de Estados Unidos que es llevado a juicio políticos en dos oportunidades durante su mandato. El primero, del que salió airoso, también fue impulsado por los demócratas, quienes lo acusaron en 2019 de haber presionado al presidente de Ucrania para que investigara a Joe Biden por presunta corrupción.
El proceso no prosperó ya que los republicanos hicieron valer la mayoría que tenían en ese entonces en el Senado y Trump resultó finalmente absuelto de ese juicio.
Todos los analistas coinciden que un proceso de impeachment tardaría mucho más de lo que le queda a Trump como inquilino de la Casa Blanca; pero la intención de los demócratas, encabezados por su líder en el Congreso, Nancy Pelosi, es conseguir una inhabilitación política para el actual mandatario, que le impida lanzarse nuevamente como candidato presidencial o para cualquier otro cargo público en el futuro cercano.
Los demócratas quieren cubrir todos los frentes con Trump, aun cuando éste abandone la Oficina Oval, debido al liderazgo que representa tras haber obtenido más de 75 millones de votos en las elecciones del pasado mes de noviembre; que el mandatario saliente ha rechazado porque según su opinión, se cometió un “fraude masivo” que permitió la victoria de su rival, Joe Biden.
En el ojo del huracán
Paralelamente a la introducción de la acusación contra el presidente en ejercicio, los demócratas también presentaron este lunes una resolución en la Cámara de Representantes, en la que solicitan al vicepresidente Mike Pence que invoque la enmienda 25º de la Constitución, la cual permite la destitución de un presidente en funciones al considerarlo no apto para el cargo.
Esta sería una buena solución para los demócratas ya que, aunque no son procesos excluyentes, le quitaría peso al juicio político y permitiría a Joe Biden iniciar su período presidencial enfocado en problemas también urgentes como es el avance de la pandemia del Coronavirus o la reactivación económica.
Según la Ley, un juicio político deberá tener prioridad en el debate parlamentario por encima de otras leyes o reformas, lo cual en la práctica dejaría a Biden sin Poder Legislativo durante los primeros meses de su gestión.
Las circunstancias han colocado a Mike Pence en el ojo del huracán, especialmente desde la semana pasada, cuando decidió no apoyar la solicitud de Donald Trump de ‘descertificar’ la victoria de Joe Biden como nuevo presidente. Ahora, el actual vicepresidente tiene hasta este martes 12 para anunciar si decide o no invocar la enmienda.
Pence se ha distanciado de Trump forzado por las circunstancias que a juicio de muchos han sido provocadas por los desafueros del propio presidente. Recibe presiones por parte de los partidarios republicanos, de la bancada demócrata y de la opinión pública, que lo jalona para uno u otro lado. Lo que sí tiene claro el dirigente político es que estos días decidirán su futuro, en el cual se ha vislumbrado como posible abanderado republicano para las elecciones presidenciales de 2024.
La carta de Melania Trump
La esposa del presidente, aconsejada por sus asesores de imagen, también marcó distancia, aunque no directamente de su esposo, sí de los actos de los cuales ha sido responsabilizado por las instituciones y buena parte de la opinión pública de Estados Unidos.
Aunque tanto ella como los hijos de Trump habían preferido mantener un perfil bajo tras los sucesos del Capitolio, la Primera Dama emitió este lunes una carta de despedida de su cargo en el que lamentó lo ocurrido el pasado 6 de enero. En el escrito, cuidadosamente redactado, la ex modelo dijo que su corazón estaba con los fallecidos durante y después del asalto, e incluyó no solo a los manifestantes muertos sino también a los dos policías que perecieron, uno durante el asalto y el otro en un aparente suicidio ocurrido este fin de semana.
Aunque en ningún momento critica al Presidente, la misiva llama la atención en la parte donde Melania dice sentirse “decepcionada” por lo ocurrido en el Capitolio. También hace énfasis en que “este momento” es para sanar a los Estados Unidos y sus ciudadanos y no debe usarse para “ambiciones personales”; sin aclarar a quién se refiere en esta última acotación.
Melania Trump ha recibido duras críticas ya que antes y durante los sucesos del 6 de enero, se encontraba en la Casa Blanca realizándose una sesión de fotos. Según fuentes extraoficiales, la Primera Dama desoyó solicitudes de altos funcionarios a interceder ante su esposo para que desistiera de los llamados a marchar hasta el Capitolio, donde ambas cámaras se encontraban reunidas para certificar la victoria de Joe Biden.