Desde el primer doping en el deporte más duro del planeta, Froome es uno más en la larga lista de misterios donde Colombia compite sin trampas.

Por Jean Pierre Consuegra

Comparto este artículo que escribí hoy (2 de julio) a las 2:00AM, antes de saber el cierre del caso contra Chris Froome.

Se que muchos no están de acuerdo (sobre todo los ciclistas) cuando alguien toca el tema del doping en el ciclismo. Todos dicen: «De eso no se habla». Pero como seguidor e historiador de este deporte, sería hipócrita conmigo mismo no escribir esta diatriba.

Hace ya mucho tiempo conocimos el primer caso famoso de doping en el ciclismo. Fue en 1967. Tom Simpson murió subiendo la cima del Mont Ventoux, una muerte que conmocionó el mundo deportivo, más cuando a este le encontraron tres frascos de anfetaminas en su malliot. Simpson, el inglés que ese mismo año había ganado la Paris-Niza y dos etapas de la Vuelta a España, moría a los 29 años víctima del doping.

Ángel Arroyo

Un famoso caso de principios de los 80’s fue el del español Ángel Arroyo, ciclista del equipo Reynolds que ganó la Vuelta a España ’82. En los exámenes resultó positivo, se le detectó Metilfenidato y Facetoperano, sustancias prohibidas por la UCI. Lo interesante fue su sanción:
– Multa de mil francos suizos
– Un mes de suspensión de licencia, aplazable hasta final de temporada.
– Descalificación a la ultima plaza de la etapa donde resultó positivo (etapa 17).
– 10 minutos de penalización en la General.

Increíble, pero cierto.

Desde ese entonces uno piensa que lo que ocurrió en los 90’s con el doping fue también consecuencia de las «sanciones» con las que se castigaban a los ciclistas que daban positivo por primera vez en pruebas antidoping.

Pero no nos desviemos, porque el caso más famoso de los años 80’s perjudicaría directamente al ciclismo colombiano. ¿Por qué?
El caso más famoso de los 80’s fue el del holandés Gert Jan Theunisse, rival directo del Colombiano Fabio Parra y compañero de Steven Rooks, estos al final fueron los escoltas de Pedro «Perico» Delgado en el Tour de Francia ’88.

¿Qué pasó con este Holandés?

Recuerdo a este ciclista con pinta de roquero subir con facilidad los puertos de ese Tour. En ese tiempo yo, como muchos, usábamos el pelo largo y nos identificábamos mucho con este ciclista, debido a su larga melena, algo no muy común en el lote ciclístico. El holandés resultó en pleno Tour positivo con Testosterona. ¿La sanción? 10 minutos en la General. Su ayuda fue primordial para que Rooks quedara de segundo, dejando la tercera casilla para Parra. El ganador, el español Pedro Delgado, resultó positivo con Probenecid, una sustancia que en ese año era prohibida por muchos deportes, menos por el ciclismo. Y, por eso, «Perico» no fue desposeído de su triunfo, porque no había forma legal de quitárselo. Al año siguiente esta sustancia fue prohibida por el ciclismo.

¿Qué pasó con Theunisse después del Tour?

Hubo algunos problemas burocráticos con su primera sanción en el Tour, siguió su carrera normal, pero en 1990 queda de tercero en la Flecha Valona y luego, mientras participa en el Giro de Italia de ese mismo año, se conoce su nuevo positivo en un examen realizado en la Flecha Valona.

¿Cuál era su sanción como reincidente?

-Suspensión de 6 meses no aplazables al final de temporada (la primera era una ridícula sanción de 3 meses aplazables al final de temporada, cuando no afecta para nada al ciclista.
Pero por los problemas burocráticos y por presión de su equipo Panasonic, Theunisse sigue compitiendo en el Giro.

Amenaza de huelga y protestas en el lote

En el Giro de Italia de 1990 ocurre algo que hace poco recordé por el pedido de Bernard Hinault de que los ciclistas protestaran por la no sanción o la participación en el Tour 2018 de Chris Froome por su «resultado adverso».

Algunos ciclistas y aficionados a este deporte protestaron lo que el francés pedía, decían que era una locura y que eso nunca se había visto. Pues a esos que sinceramente quieren tapar el sol con un dedo, siento decirles que eso ya se dio una vez y fue en el Giro’90. Esto fue lo que sucedió:

Cuando el lote en pleno Giro se entera del nuevo positivo de Theunisse, protestaron y amenazaron con irse a la huelga (en una etapa hubo una protesta) y, por esa presión, la UCI le dio a Theunisse su segundo positivo, de efecto inmediato, pero que al retrasarse el comunicado este terminó el Giro quedando 15; sin embargo, quedó suspendido todo el año y no pudo revalidar su buena actuación en el Tour anterior donde quedó de cuarto en la General.

¿Qué pasó después de estos positivos con Arroyo y Theunisse?

Tuvieron algún año regular y después desaparecieron de los primeros puestos de las Grandes Carreras.
Terminada la carrera de Theunisse, este, junto a Steven Rooks, reconocieron que casi toda su carrera utilizaron «aditivos».
Algo que era un secreto a voces, pero como de este tema no se puede hablar, nadie dijo nada de sus «buenas actuaciones» en el Tour.

Llegan los 90’s y el caso Festina

Lo que ocurrió en los 90’s ya es algo más conocido. Mucho de eso fue consecuencia de las débiles sanciones, de la complicidad de los equipos, y es que en los 90’s tenemos uno que fue la vergüenza del ciclismo, el Caso Festina, donde todo un equipo (en ese momento considerado el mejor del mundo) fue expulsado del Tour de Francia ’98 porque a su masajista Willy Voet se le encontró anfetaminas, EPO, hormonas de crecimiento y testosterona.

Entre los ciclistas que hacían parte del equipo Festina estaban Richard Virenque, Laurent Dufaux, Alex Zulle, Christophe Moreau y Laurent Brochard, al final todos los ciclistas, menos Virenque, reconocieron la existencia del dopaje sistemático. Ese es el Tour ’98 que gano Marco Pantani, donde terminaron solo 96 ciclistas de los 189 que habían comenzado, porque después de la expulsión del Festina, los ciclistas acusaron a las autoridades y organizadores de convertir el Tour en una «cacería de brujas» y equipos como el Once, Banesto, Seguros Vitalicio, Kelme y algunos ciclistas de otros equipos abandonaron la competencia en protesta por el tratamiento de las autoridades a los ciclistas.

Después de esto vendría la Operación Puerto, donde ciclistas como Garzelli, Vinokourov, Frigo, Heras, Mayo y muchos otros serían suspendidos y otros se salvaron de ser expuestos debido a la fuerte defensa y duración del proceso. Cuando el resultado salió, algunos ciclistas ya estaban retirados.

El caso Armstrong y el presente con Froome

El caso Armstrong ya es una historia muy trillada y que ha mojado mucha prensa como para seguir escribiendo sobre eso.

Aunque nunca he creído en Froome, mi protesta no es contra él. Mi protesta es contra la demora, el misterio que recubre todo este caso, que le hace mucho daño a este deporte que amo y mucho más cuando se han visto tantos casos antecedentes. Así las reglas no hayan sido las mismas en su momento, que con resultados parecidos y hasta menores las sanciones eran mucho más rápidas.

¿Que el ciclista se está defendiendo y esta en todo su derecho?
Si, eso es correcto y claro, entendemos que una gran parte de los dirigentes y organizadores no quieren que esto prospere, porque un caso más como el de Armstrong sería mortal para los patrocinios y la publicidad del ciclismo.
Veo mucho poder de lado y lado, si a Froome le anexamos al todopoderoso Sky y, porqué no, la influencia en el deporte que tiene Inglaterra, no creo que alguna sanción se de en este caso.

Pero mi pregunta es:
¿Alguien ha pensado en el ciclismo?

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