Con la entrega de llaves y el pregonar del bando se dio apertura a los carnavales 2018.
Por: Gersón Brugés
En medio de la noche barranquillera al sonar del tambor y zapateo galante de los más de 400 bailarines en escena, se dio el grito carnavalero de la apertura oficial de la fiesta más alegre de Colombia. Con el bullicio de los jóvenes barranquilleros y extranjeros que taquearon las calles alrededor de la Plaza de la Paz, se evidenció una vez más que los eventos nocturnos son una oportunidad generosa para el comercio especialmente para los nuevos emprendedores venezolanos que seguramente harán su agosto durante los pre carnavales.
Con una gran producción y organización se llevó a cabo por 45 minutos el show central de la Lectura del Bando, la cual no resaltaba la figura de la cultura barranquillera hace años. Las temáticas anteriores siempre rendían honor a las representaciones culturales tangibles como el río Magdalena, las danzas ribereñas o la literatura de exponentes representantes de nuestra cultura, pero por primera vez gracias a eslogan del 2018 #100tetemasbarranquillero, el bando de Valeria Abuchaibe consagró el sabor y la alegría intangible que representa en sí la gozadera de ser barranquillero.
La herencia africana que fecundó la champeta urbana moderna y el retorno de verbenas las cuales han nutrido la popularidad sonora de la nueva generación de carnavaleros. El ritmo de la salsa que aportaron a la construcción de una capital salsera la cual le abrió las puertas a este género en toda Colombia y el son de la tambora y danzas tradicionales propias del carnaval convirtieron una noche mágica propia del ser barranquillero en la ciudad.