Al ex-futbolista del Junior le cambió la vida el 2o de abril de 2013 en un accidente de tránsito que lo tiene en silla de ruedas.
Una moto lo arrolló produciéndole fracturas en la tibia y el peroné de la pierna derecha; además,en el húmero del brazo izquierdo.
A su edad,70 años, la callosidad no se ha consolidado por la descalsificación de los huesos, por lo que la etapa de recuperación ha sido lenta.
El médico Issa Abuchaibe calculaba que un mes de terapia eran suficiente para que Carlos pudiera caminar normalmente, pero han transcurrido casi tres meses desde que fue operado y no lo ha podido hacer.
Por su parte, el médico Mahometh Dájer, quien fue el que practicó las dos intervenciones quirúrgicas, considera que el proceso es lento, por la edad del ‘Papi’ Peña. «Debes tener paciencia. Sin afán, porque no tienes compromiso de jugar con el Junior», le dice el galeno en forma animosa. Pero ‘Papi’ Peña anota: «Estar en una silla de ruedas y no poder valerme por mis propios medios me desespera. Muchas veces me deprimo».
Carlos Peña fue fiel al Junior, siempre vistió los colores rojiblanco desde el año 1966 cuando reapareció el club en el fútbol profesional. Además de prestar sus servicios como futbolista, también fue asistente técnico de los estrategas Marihño, José Varacka, Marciano Miloc, Marcos Saporiti y Jorge Solari. Fue técnico en propiedad en dos oportunidades y hasta gerente deportivo del equipo barranquillero.
Hizo parte del Junior 1966 que estaba conformado por Efraín ‘Caimán’ Sánchez, Arturo Segovia, Hermenegildo Segrera, Walberto Maya, Pedro Bruges, Mario Moreno, Othon Valentín, Dida, Toño Rada y Othon Alberto Dacuhna.
La historia del accidente
Como de costumbre, Carlos Peña tomaba el bus y no su carro (es solidario con la protección del medio ambiente y la movilidad), que lo llevaría al estadio Metropolitano, donde oficia como monitor del Instituto De Recreación y Deportes del Distrito de Barranquilla.
Aquel día de abril ocurrió algo inusual: se varó el bus en la calle 70 con la kra 20. «Me bajé, miré la dirección y vi que a dos cuadras está la casa de mi hermana, por lo que decidí aprovechar para saludarla. Antes de pasar la calle miré para ambos lados y verifiqué que no venia ningún vehículo. No había caminado tres metros cuando me sorprendió el impacto de una moto ‘fantasma’. Como sería el golpe que me hizo dar una vuelta en campana. El impacto con el pavimento me produjo fractura en la tibia y el peroné de la pierna derecha y además me fracturó el húmero del brazo izquierdo», relata «Papi» Peña mientras que tira pedal en la bicicleta estática.
Él es pensionado del Junior y afortunadamente tiene su servicio de salud, porque el Soat de la moto que lo arrollo sólo alcanzó para cubrir la primera operación. El conductor de la moto la alquilaba diariamente para trabajar con ella y no tiene con qué responder económicamente, por lo que el ex-futbolista prefirió no hacer que le respondiera, ni siquiera quiso saber su nombre.