
El atleta guajiro se mostró orgulloso de su clasificación a la final de los 400 metros planos, en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Por: Francisco Figueroa Turcios
Anthony Zambrano, cuando niño soñaba con ser un futbolista profesional para sacar de la pobreza a su mamá, Miladis. Su meta era jugar en el Junior como portero o delantero ( puntero izquierdo o derecho) posiciones que practicaba en las polvorientas calles de Maicao, su tierra natal. Miladis, decidió radicarse en la Capital del Atlántico para buscarle un mejor futuro a su hijo.
Con el paso de los días se dio cuenta que estaba equivocado de proyecto de vida. En unos Juegos Intercolegiados, en que representó al Instituto Educativo Distrital María Cano en Barranquilla se percató de su gran habilidad y optó por el atletismo. Sorprendió a propios y extraños al ganar la medalla de oro por lo que a Anthony Zambrano fue incluido en el programa Talentos del Atletismo Colombiano. Al principio fue duro para Anthony ingresar al mundo del atletismo: los entrenamientos debía alternarlo con el colegio. Anthony Zambrano, le prometió a su madre ganar muchos títulos en el atletismo para sacarla de la pobreza y estar algún día representando a Colombia en torneos internacionales. Contabiliza dos juegos olímpicos: Rio 2016 y Tokio 2020.
Anthony, se convierte en la esperanza para Colombia para alcanzar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio: clasificó a la final de los 400 metros planos. ¡ Salve usted la patria!, es el angustioso llamado que le hacemos todos los colombianos al atleta guajiro, así como Simón Bolívar lo hizo con el coronel Juan José Rondón. «Llegar hasta una final olímpica ha sido un camino muy duro», expresó en su cuenta oficial de Twitter. «Un viaje lleno de curvas, espinas y dolores; pero también, un trayecto donde descubrí que que con fé, determinación y resiliencia uno siempre puede sacar su mejor versión», agregó Zambrano.