El ex presidente aspiraba a obtener varias alcaldías y gobernaciones. Perdió incluso la de Medellín, que tenía ganada en las encuestas.
Por Jorge Sarmiento Figueroa
Ex presidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez.
Ni los paisas decidieron seguir a su caudillo. El candidato del Centro Democrático, Juan Carlos Vélez Uribe, de las entrañas del expresidente Álvaro Uribe debía ganar por paliza la alcaldía de Medellín. Al menos eso decían las encuestas. Pero llegó el día de la verdad contada en los votos y la realidad lo contradijo.
Con el 98% de las mesas escrutadas, el ganador en Medellín es Federico Gutiérrez Zuluaga, del movimiento Creemos, con 400 mil votos. «¡Es un milagro!», dijo casi a gritos el periodista Darío Arizmendi, flamante director de Caracol radio y quien nunca se despeina ni alza la voz. Pero esta vez no era para menos, ya que según las firmas encuestadoras el alcalde tenía que ser Vélez Uribe y por una gran diferencia. Arizmendi tenía enfrente en su cabina de trabajo al gerente de la encuestadora que se pifió; lo miró de frente y le hizo la pregunta del millón: «¿Aja, y qué pasó en Medellín?». El tipo agachó la cabeza y se encogió de hombros como niño chiquito: «no sé», respondió.
La seguidilla de derrotas tuvo su eco en Bogotá, donde «Pachito» Santos ocupó un triste cuarto lugar por detrás de Clara López a quien atacó sin cansancio por ser del izquierdista Polo Democrático.
Menos de 400 mil votos en la capital y la amarga noticia negativa de Medellín dejan al presidente Álvaro Uribe Vélez muy mal parado hacia las futuras elecciones presidenciales, en donde su máximo contendiente sería Germán Vargas Lleras, gran ganador de las regionales en los comicios presentes; obviamente después del presidente Santos, quien no solo ganó con la victoria de La U como el más votado de los partidos en esta ocasión sino también porque la paz que primó en las elecciones es un espaldarazo y un mensaje de esperanza al proceso con las Farc.
Germán Vargas Lleras.
Vargas Lleras lució feliz de la dicha junto a su jefe Juan Manuel Santos durante la alocución presidencial, porque aunque su partido Cambio Radical no fue el más acaudalado en votos y apenas se ubicó de cuarto, debajo del Centro Democrático de Álvaro Uribe, logra una posición estratégica importante en sus aspiraciones personales por la Casa de Nariño debido al debilitamiento del ex presidente. Es decir, la maquinaria de Vargas Lleras no alcanza a tener por sí solo el aceite suficiente, sin embargo ahora está montado en las locomotoras de Santos, que puede que muchos critiquen porque no se les ve sino el humo pero sí han logrado convertir al país en un fortín político del presidente y su séquito.
En estas elecciones regionales de 2015 el partido más votado fue La U, seguido por el Liberal, luego por el Centro Democrático y, más atrás, Cambio Radical.
