Fue esta la expresión con la que Juancho Polo Valencia enmarcó el dolor sentido por la muerte de Alicia Cantillo, su mujer fallecida de enfermedad agresiva e incurable.
Por: Efraín Peñate Rodríguez
‘Flores de María’. Ubicar este caserío dentro del departamento del Magdalena fue un trabajo dispendioso para la trilla de prensa que comandaba el fallecido Ernesto McCausland en su tenacidad por localizar los secretos de esta inspiración en aire de “Vallenato”. Logró un excelente material para lucimiento de sus producciones para Telecaribe, todas con un calificativo de “excelente”. Lamentablemente Ernesto falleció de penosa enfermedad.
Me llamó la atención el contenido de esa audición, pues nos actualizó acerca de la verdad del por qué ese tema, con un dejo de lamento sentido. Una especie de “responso” profundo rezado por el compositor. Debió ser que Juancho Polo Valencia quiso mucho a su mujer, pues estaba este juglar en Pivijay en momentos en que la moribunda clamaba por él en su lecho de enferma, unos 70 kilómetros de distancia, en “Flores de María”.
Esta paisajística en plena zona tórrida de nuestra Costa, donde también fueron motivo de inspiración musical “El Compae Chipuco”, El Ermitaño”, “El gallo tuerto”… no distaba mucho de los moldes feudales implantados en nuestras tierras de América, desde la llegada de Cristobal Colón en 1492. Los invasores españoles arrasaron con todo lo propio de los nativos y lo volvieron suyo, a punta de espada y ejecuciones… como la de Anacaona en la isla de República Dominicana, ahorcada en 1500 y su esposo Caonabó enviado preso encadenado y sin defensa a España.
Flores de María es famoso como caserío de nativos, mestizos, mulatos. Todos adocenados en casas de bahareque, porque conforman el núcleo de sirvientes de un potentado llamado Andrés Gamarra, cuya finca de 35 mil hectáreas tiene en este pequeño poblado el sitio para medio vivir la servidumbre. Este núcleo de población está a horas de camino (por trochas) de Fundación y algo igual distante de Pivijay.
El grupo de periodistas encabezados por Ernesto McCausland fue avistado y detenido por fuerzas del EPL, que comprendieron el motivo del desplazamiento y entendiendo la causa encabezada por el Presidente Santos, de la búsqueda de una paz, accedieron sin complicación a dejar avanzar a los periodistas. Allá en “Flores de María” donde todo el mundo quiere aún a Juancho Polo Valencia, no ven nunca a un funcionario que recibe sueldo, pero vive a dos horas de camino y no va al pueblo nunca. Tiene el cargo de Inspector.
Juan Polo Valencia era un andariego con su acordeón. Nació en el corregimiento de Candelaria, más conocido como El Caimán, en el municipio de Cerro de San Antonio, departamento del Magdalena, un 18 de septiembre de 1918, en el hogar formado por Juan Polo Meriño y Rosario Cervantes Berdugo. A la edad de 6 años lo llevaron a vivir en el cacerío ‘Flores de María’, donde transcurrió su infancia.
Andaba como el “Compae Chipuco” de pueblo en pueblo. La gravedad de muerte de su esposa Alicia Cantillo, le fue comunicada después de 4 días de haber fallecido la enferma en “Flores de María”, pues lograron localizarlo en Pivijay.
Juancho Polo llegó y se dirigió al cementerio sin que nadie lo supiera. Solo después de haberse escuchado su acordeón, tocado por Juancho encima de la tumba de su amada, se acercó el vecindario a escuchar.