Así se expresó en Barranquilla el nuevo director del Centro Democrático, argumentando que «me respaldan 7 millones de votos que obtuvimos en las elecciones a la Presidencia», a los que Santos no puede defraudar.
Por Jorge Sarmiento Figueroa – Editor general
Óscar Iván Zuluaga junto a su fórmula videpresidencial, Carlos Holmes Trujillo, y Julio Cesar Aldana (a la izquierda).
“Se puede ganar con la mitad, pero no se puede gobernar con la otra mitad en contra”, dijo en su momento el asesinado Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy. Esa misma frase la lanzó Óscar Iván Zuluaga en rueda de prensa realizada el viernes 27 de junio en Barranquilla, adonde llegó a agradecer a los líderes y representantes de género (mujeres y juventudes) que lo apoyaron durante su reciente aspiración presidencial en la que fue derrotado por el presidente candidato Juan Manuel Santos.
Para Óscar Iván Zuluaga, a pesar de haber reconocido el triunfo de Santos, el Gobierno tiene que moverse con seriedad y eficiencia ante la oposición que hará el Centro Democrático que ahora dirige junto al ex presidente y senador electo Álvaro Uribe Vélez «y escuchar a la posición que tiene la otra mitad del país, que nosotros representamos, sobre temas sensibles como la paz, la economía, la organización electoral, entre otras, como lo hemos planteado ya en las propuestas de reformas políticas que Colombia requiere. Santos tiene que cumplir lo que prometió y para eso ahora hay una oposición seria que vela por los intereses del Estado».
Sobre las denuncias de fraude electoral hechas por Álvaro Uribe Vélez contra el Gobierno y la campaña de Juan Manuel Santos, el director del Centro Democrático dijo en Barranquilla que «el Estado colombiano y su sociedad deben reflexionar sobre lo que pasó en las elecciones y actuar contra la ilegalidad que denunció Álvaro Uribe como ciudadano: Santos no puede desconocer el fraude que cometió».
Su máximo directivo de campaña en el Atlántico, el reconocido médico Julio Cesar Aldana, fue más allá y sostuvo que «los goles a la democracia se empezaron a fraguar en la Registraduría incluso antes de empezada la jornada electoral del 15 de junio. Esto se demuestra en que los congresistas de la Unidad Nacional lograron cerca de 460 mil votos, todos juntos en su campaña parlamentaria, mientras que en la posterior campaña de Santos alcanzaron mágicamente más de 100 mil votos adicionales. Esto solo se puede lograr con fraude y ‘mermelada».
Zuluaga y Uribe, con el bate al hombro
Zuluaga junto a Ávaro Uribe Vélez
Con tal de empezar desde ya a llevar la voz fuerte y cantante de la oposición al Gobierno Nacional, Álvaro Uribe Vélez ha sido capaz hasta de hacerse recientes «tiros al pie». Esta semana, luego de declarar que la campaña de su nuevo pupilo (Oscar Iván Zuluaga) no tuvo garantías suficientes, denunció que en las elecciones a la Presidencia del año 2010 hubo inyección de dineros del narcotráfico en las arcas de la campaña de Juan Manuel Santos, olvidando que él fue su promotor y prácticamente el jefe de debate de dicha aspiración de su ex ministro de Defensa y creador del partido de La U.
Aquella relación que compartían en las mieles del poder en 2010, y de la que ahora Uribe reniega, se rompió apenas unos días empezado el mandato de Santos y por eso el ex mandatario lleva cuatro años dando rienda suelta a toda clase de ataques con tal de contrarrestar a su antiguo aliado, buscando además recuperar el poder que se pierde al no ser inquilino de la Casa de Nariño. Para ello cuenta ahora con un nuevo partido, Centro Democrático, que eligió a 20 Senadores y 19 representantes a la Cámara, y lanzó su propio candidato presidencial que tiene en su haber 7 millones de votos.
Por eso Oscar Iván Zuluaga ya está en una nueva campaña, «organizando la estructura del Centro Democrático, para agrandar nuestro poder en las regiones. Eso sí, no queremos ser un partido de garaje que ande fabricando avales a diestra y siniestra, ni queremos ‘paracaidistas’. Nosotros vamos a trabajar con seriedad para llevar Gobernaciones y Alcaldías en las próximas elecciones territoriales».
La «tercer vuelta» de Zuluaga
José Granados, editor político de El Heraldo, detrás de Zuluaga luego del saludo que dio el dirigente a cada periodista.
En esta nueva aventura política, Zuluaga cuenta también con el apoyo irrestricto de su esposa, la barranquillera Martha Ligia Martínez. En vista de que su marido no llegaba de Cartagena a la rueda de prensa que tenía en la capital del Atlántico, ella se adelantó y empezó la reunión con el numeroso grupo de señoras y jóvenes pertenecientes al Centro Democrático en Barranquilla.
A los periodistas, que estaban desde las 2:30 p.m. esperando en el recinto, les tocó salir para que la reunión proselitista empezara, y se acomodaron en otro salón, más pequeño e improvisado, que fue habilitado para la rueda de prensa, cuyo inicio se dio dos horas más tarde. Zuluaga por fin llegó, saludó dando la mano a cada periodista, como lo hace siempre su jefe político natural, Álvaro Uribe Vélez, y sin mucho preámbulo atendió todas las preguntas de los medios de comunicación. Hasta cuando no hubo más preguntas, él no pasó al evento de mujeres y jóvenes.
Justamente en aquella reunión política había un ambiente de expectativa. «¡Es que nosotros no perdimos! nosotros ganamos la mitad del país y llevaremos a la presidencia a Oscar Iván. ¡Nosotras vamos por la tercera vuelta!», gritaban con fervor varias de las dirigentes femeninas del Centro Democrático, entre ellas Mabel Gasca, Mónica de Moreno y Martha Ligia Martínez. Pero una señora, un poco más desentendida de las dinámicas políticas, que no sabía bien a lo que se referían los vítores de las demás damas, preguntó con total ingenuidad: «¿Y es que ahora viene la tercera vuelta?».
Principales respuestas de Zuluaga en la rueda de prensa
«Nosotros no inyectamos de veneno al espíritu del Ejército de Colombia para que sea enemigo del Gobierno. Es el Presidente el que está envenenando al país entregando el poder a los terroristas de las Farc».
«Nosotros no somos enemigos de las Farc, pero con ellos no puede haber proceso sin sometimiento y condiciones».
«Santos prometió locuras como regalar 400 mil casas, lo cual equivale a 16 billones de pesos. Ahora vamos a ver cómo va a cumplir sin dañar el equilibrio financiero del país. Allí estaremos nosotros para exigir que cumpla sin que haya más ‘mermelada’ que tanta corrupción ha generado».
«Luis Carlos Sarmiento Angulo tuvo toda la libertad de aportar plata a nuestra campaña y a la de Santos, y de expresar su libre opinión de preferir al otro candidato. Para eso es la democracia».
