Carlos Arturo Ortega, subrino de Álvaro, ha enarbolado la bandera del arbitraje.
Por: Francisco Figueroa Turcios
El miércoles 15 de noviembre de 1989, es decir hace 30 años, Álvaro Ortega fue víctima del narcotráfico, encarnado esta vez en las apuestas entre los carteles de Medellín (Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha) y Cali (Gilberto y Miguel Rodríguez).
El homicidio del árbitro bolivarense generó dos hechos históricos en el fútbol colombiano: cancelación del torneo y el retiro del arbitraje de Jesús Díaz, considerado en su momento uno de los mejores a nivel mundial.
El 15 de octubre de 1989, Pablo Escobar «sentenció a muerte» a Álvaro Ortega, minutos después que culminó el partido en el estadio ‘Pascual Guerrero’ de Cali, en que el América derrotó 3 goles a 2 al Medellín.
Pablo Escobar consideró que el árbitro bolivarense, radicado en Barranquilla, había perjudicado al Medellín al anular el gol anotado de ‘chalaca’ por Carlos Castro, con el cual se lograba el empate faltando solo dos minutos para concluir el compromiso.
John Jairo Velásquez, alias ‘Popeye’ y mano derecha del jefe del cartel de Medellín, relató en el documental ‘Los dos Escobar’ cómo Pablo Escobar ordenó el asesinato del árbitro. «Ese día yo estaba al lado del patrón. América le ganó al Medellín. Pablo Escobar responsabilizó al árbitro Ortega de la derrota. Pablo quedó muy ofendido y me dio la orden de matar a Álvaro Ortega”, confesó Alias ´Popeye´.
19 días después del compromiso en que América venció al Medellín en Cali, la Dimayor designó la terna, conformada por los árbitros bogotanos Orlando Reyes (Central), Álvaro Ortega (juez de línea 1) y Jesús Díaz (juez de línea 2) para el compromiso de vuelta entre Medellín y el América en el estadio ‘Atanasio Girardot’, partido programado para las 8:30 de la noche del miércoles 15 de noviembre 1989.
Carlos Ortega, con la bandera de su tío en el arbitraje
La muerte de Álvaro Ortega Madero, víctima de las balas de las apuestas que hacían los narcotraficantes en el fútbol colombiano, no impidió que Carlos Arturo cumpliera los deseos de su corazón: ser árbitro.
«Nunca me dio miedo tomar como proyecto de vida el arbitraje, por el asesinato de mi tío, por el contrario fue un importante detonante para tomar esa decisión. Mi padre, Carlos me apoyó en mi decisión”, resaltó Carlos Arturo Ortega sobre la decisión de ser árbitro.
30 años después del asesinato de Álvaro Ortega, su sobrino Carlos Arturo Ortega se constituye en de los buenos árbitros que tiene el fútbol colombiano. El miércoles 13 de noviembre 2019, realizó un impecable arbitraje en el super clásico Tolima y Nacional.
«Cada vez que me corresponde pitar un partido se me viene a la mente la imagen de mi tío Álvaro. Él es ángel que me ilumina desde el cielo» confiesa Carlos Arturo Ortega, sobre la presencia de tío.
Carlos Arturo, debutó el 27 de julio del 2014 como árbitro profesional en el partido Boyacá Chicó ante Alianza Petrolera. Carlos ha observado partidos donde pitó Álvaro Ortega, y además ha investigado con su padre Carlos y Abraham González para tener conocimiento sobre la trayectoria de su tío . Él tenía cuatro meses cuando asesinaron a su tío.»Mi similitud con mi tío Álvaro esta en la personalidad y seguridad para tomar la decisión en cada jugada de los partidos», acota Carlos Arturo Ortega sobre el ADN que heredó de su tío.
Carlos Arturo Ortega, cuando se cumplen 30 años del asesinato de su tío Álvaro Ortega, ha enarbolado la bandera del mundo del arbitraje con lujo de detalles.