“Estoy segura que Colombia va a lograr la paz, que ustedes van a tener una victoria inolvidable y nos va a enseñar a todos en el mundo que se puede acabar con el sufrimiento y la guerra y con los conflictos”.
Por: Estela Monterrosa
“Ustedes no son víctimas, son héroes reales”, dijo Tawakkul Karman, Premio Nobel de Paz 2011
No importa que a diario critiquen el proceso de paz en Colombia, no importa el saboteo de ciertos personajes que solo quieren la guerra, no importa que existan tropiezos para que se consolide el proceso de paz. Pero sí es importante la actitud de los pobladores de los municipios de donde salen y a donde llegan los guerrilleros en desmovilización, sí es importante el ambiente de alegría con que marchan los desmovilizados a sus sitios de concentración, si es importante que la violencia definitivamente decayó, y si es importante que en nuestro país se esté llevando a cabo la XVI Cumbre de laureados premios Nobel de Paz.
Porque como dijo la yemení Tawakkul Karman, Premio Nobel de Paz 2011: “Quiero decirle a las víctimas que ellos nos han demostrado un gran corazón, ustedes no son víctimas, ustedes son héroes reales y la historia los va a mencionar a futuro, mencionará el sacrificio que están haciendo por la paz. Con ese sacrificio que están cruzando con Colombia a la otra orilla del mar donde encontremos la paz, una vida sin guerra, una vida sin sangre y dejamos en el pasado todos los conflictos armados y masacres. Estoy segura que Colombia va a lograr la paz, que ustedes van a tener una victoria inolvidable y nos va a enseñar a todos en el mundo que se puede acabar con el sufrimiento y la guerra y con los conflictos”.
O como dijo Oscar Arias: ‘Hoy Colombia se está transformando en una luz para el mundo”. El Nobel de Paz, laureado en 1987, aseguró que para Colombia esta es la época de los mejores tiempos, la era de la sabiduría y la creencia, de la primavera y la esperanza. Vendrá el día en el que las negociaciones de paz en Colombia se estudiarán en las clases de escuelas y colegios, se escribirá este episodio en los libros de historia como el capítulo de un pueblo que alcanzó la paz”. Se vive en Colombia un reencuentro con las generaciones perdidas, en el que la juventud colombiana, así como la de cada país del mundo, incluso la de los países que actualmente están siendo agrupados por la xenofobia y la insensatez, son la voz de la moderación, la voz de la inclusión, la voz de la tolerancia.”

La presidenta del Secretariado Permanente de la Cumbre Mundial de Premios Nobel, Ekaterina Zagladina.
Y que bien para este proceso en nuestro país, que se alcen estas voces y apoyen este movimiento de cambio, porque la paz es cambio de actitud, de pensamiento, de acción, de sentimientos, como dijo La presidenta del Secretariado Permanente de la Cumbre Mundial de Premios Nobel, Ekaterina Zagladina, “Colombia es un ejemplo para aprender cómo encontrar el camino de la paz”
“Estamos aquí hoy para compartir las lecciones sobre la construcción de la paz, sobre la visión y la experiencia de los colombianos y del Premio Nobel de la Paz, y también para aprender de Colombia su camino de la paz”, Destacó que el Secretariado Permanente de la Cumbre Mundial de Premios Nobel (institución que, junto con la Cámara de Comercio de Bogotá, organizó esta cumbre), ha creído en la paz de Colombia desde el comienzo y por eso le ha apostado a la reconciliación en el país.
“En ese momento aún era incierto que el proceso de paz sería exitoso. Tampoco sabíamos que el Presidente Santos iba a ser el próximo Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, nosotros apostamos a Colombia. Confiamos en que la fuerte voluntad de paz que habíamos visto en las almas de los colombianos los llevaría a alcanzar la paz”.

José Ramos-Horta, expresidente de Timor Oriental y Premio Nobel de Paz 1996, saluda al Presidente Juan Manuel Santos durante la Decimosexta Cumbre de laureados, inaugurada este jueves en Bogotá. Bogotá – jueves, 2 de febrero de 2017 Foto:Efraín Herrera – SIG
Y si, se logró, y poco a poco se van implementando los acuerdos, no importan los tropiezos, ni las zancadillas, ahora no es momento de rencores, es momento de hechos positivos, hechos con el alma, con el alma de la reconciliación, y quien mejor que estos ganadores del premio Nobel de Paz, para seguir dándonos ánimo para continuar en el duro y difícil camino del posconflicto.
Como dijo José Ramos-Horta: “Cuanto más tiempo dure un conflicto, más profundas serán las cicatrices del alma, por lo tanto más difícil será borrar los recuerdos, el dolor, y todo aquello que vimos y sentimos, y son los colombianos, quienes construirán un propio modelo de reconciliación y de justicia; porque la paz tiene que ser construida paso a paso”.
Para refrendar todos estos deseos y opiniones quien más que el mismo Juan Manuel Santos cuando concluye diciendo: Es necesario hacer “un cambio radical de paradigma: pasar del miedo, la exclusión y la separación, al amor, la compasión y la unidad, trabajar con la verdad y desde la verdad, trabajar con la justicia y desde la justicia, trabajar con el corazón y desde el corazón, para derrotar al miedo y hacer posible la certeza de la esperanza. Una ferviente exhortación para revertir la corriente del odio, la exclusión y la discriminación, porque “nuestro pueblo es uno solo y se llama el mundo. Y nuestra raza es una sola y se llama humanidad”.

Al abrazar la reconciliación y la reincorporación a la vida civil gracias a los acuerdos de paz, guerrilleros de la Farc, entre ellos una insurgente y su bebé, desembarcan en una región de Tierralta (Córdoba).Foto de Jesús Abad Colorado.
“En medio del terrorismo, las guerras, las contiendas raciales o religiosas, la discriminación, la crisis de los refugiados y el rechazo creciente a los migrantes… Frente al discurso de odio y exclusión que conquista los corazones atemorizado ¿qué le podemos decir a la humanidad?”
“Que en estos tiempos desafiantes, nos llegó la hora de revertir esa corriente, Dentro de cada victimario hay una víctima que grita; hay un ser humano que teme y que heredó sus miedos y prejuicios de sus mayores o de sus líderes, Cuando hay miedo, rechazamos al diferente, nos negamos al cambio y la evolución, obramos sin compasión ni respeto, donde hay miedo nace la violencia, crece la ambición, surge la discriminación, se aplastan los derechos del Otro”.
Para desarmar al mundo tenemos primero que desarmarnos nosotros, los seres humanos, en nuestro interior.
Ahí comienza el cambio. En nuestro interior está la res