Por: Jairo Anaya Pérez
En Corozal, Sucre, donde los colores del amanecer y el atardecer se mezclan con las tradiciones, mitos y leyendas, un joven artista lucha cada día por darle vida a su sueño.
Samir Montes Hadechine, de 25 años, ha encontrado en el arte no solo una forma de expresión, sino también la esperanza de un futuro mejor. Con un talento innato para el dibujo y la pintura, «Hadechine», (seudónimo artístico), enfrenta los desafíos de la vida con la firme convicción de que algún día su nombre será tan reconocido como el del famoso caricaturista Omar Figueroa Turcios, quien ha alcanzado renombre mundial.
La familia Hadechine es originaria del Líbano y, a lo largo de varias generaciones, ha sido víctima de la violencia y el desplazamiento forzado. Producto del conflicto interno en su país natal, se trasladaron a Colombia. Inicialmente, se asentaron en el corregimiento Flor del Monte, en el municipio de Ovejas, Sucre, en el corazón de los Montes de María. Sin embargo, debido a la violencia que azotaba esa región, se vieron obligados a desplazarse al municipio de Corozal, Sucre, donde residen actualmente.
Primeros trazos
Desde pequeño, Samir mostró una habilidad extraordinaria para plasmar en papel escenas y personajes de los superhéroes que veía en los programas infantiles de televisión, así como los tradicionales dibujos de animales que aparecen en los empaques de chocolatinas. Creció en un hogar humilde, hijo de una madre cabeza de familia que, con esfuerzo y dedicación, ha sacado adelante a su hijo. La economía familiar nunca ha sido fácil, pero Samir encontró en el arte un refugio y una forma de ganarse la vida.
A medida que crecía, su talento se hizo visible ante los ojos de quienes lo rodeaban. Profesores, compañeros de estudio y vecinos comenzaron a notar la calidad y el detalle de sus dibujos, que reflejaban la impresionante naturaleza de su talento. Aunque las dificultades económicas eran constantes, Hadechine nunca permitió que eso apagara su pasión. “Sé que no tengo los recursos que otros artistas pueden tener, pero mi voluntad es más fuerte que cualquier obstáculo”, afirma con determinación.
Estudios y trayectoria
Samir tiene más de 10 años de experiencia como artistaplástico. Cursó la primaria en la Institución Educativa Santa Rosa de Lima. Comenzó el bachillerato en la Escuela Normal Superior de Corozal y lo culminó en la Institución Educativa Gabriel García Márquez, donde se graduó como bachiller.
Además, obtuvo el título de Técnico en Diseño Gráfico en la Escuela Politécnica de Artes y Ciencias de Sucre; actualmente, es docente de dibujo en el Programa de Artes Plásticas de la misma institución, simultáneamente estudia Atención a la Primera Infancia en el SENA.
Incursión en el mundo artístico
Durante su adolescencia, formó parte de la Escuela de Arte dirigida por la maestra corozalera Pilar Piedrahita, lo que le permitió pulir su talento y perfeccionar su técnica. El último año ha sido clave para él. A pesar de las dificultades, ha logrado incursionar en el mundo artístico, participando en exposiciones locales, regionales y nacionales, ganándose el respeto de artistas y de la comunidad. Participa en el proyecto del Fondo Mixto de Promoción de la Cultura y las Artes de Sucre, «Expedición Creativa», donde expone su obra *Animalia: Dibujo y Biología*. También fue admitido en el VIII Salón BAT y preseleccionado para exponer en el proceso liderado por el Banco de la República, *Imagen Regional 10*. Próximamente participará en la exposición *El Dibujo es Mentira*.
«Quiero ser un ejemplo para los demás jóvenes, demostrarles que, con esfuerzo y dedicación, se pueden superar las adversidades», comenta mientras dibuja su obra de arte.
Metas claras
Pero Hadechine no se conforma con el reconocimiento local y regional. Sus metas son claras: convertirse en un artista de renombre, igual o incluso superior a su paisano Omar Figueroa Turcios. «Admiro mucho a Turcios, es un referente para mí. Pero sé que podré llegar igual o más lejos si me lo propongo», asegura con la misma convicción con la que traza cada línea en su lienzo.
Hadechine es sinónimo de perseverancia, una muestra de los talentos que emergen en la provincia del Caribe colombiano. Su historia es la de un joven que, a pesar de las dificultades, ha decidido pintar su futuro con el pincel de la perseverancia, los colores de la esperanza y el lienzo marcado por sus logros. Mientras sigue creando, sueña con el día en que su arte cruce fronteras y su nombre sea reconocido no solo como el de un gran artista, sino como el de un joven que nunca dejó de luchar por sus sueños.
**Hadechine, el artista que pinta con el corazón, y traza con cada pincelada un futuro mejor.**
