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Por fin, ¿Quiénes son los vándalos?

Defensoría tiene dudas sobre presencia de personal infiltrado. Organizadores de la protesta acusan a las Fuerzas Armadas por infiltrar decenas de personal de organismos de seguridad.

Por Rafael Sarmiento Coley

El gobierno está más enredado que un bulto de anzuelos. Busca mil formas de salirse del embrollo, más todo es imposible porque, como dice la canción, ‘usted abusó de mi’, y ahora el pueblo no quiere saber nada de lo que huela al uribismo. Y no solo aquí en Colombia. Este jueves en la Nueva York esquiva, cuando el expresidente y exsenador colombiano Álvaro Uribe Vélez se alistaba a dictar una conferencia -en la cual, como es apenas obvio, diría que un reducido grupito de vándalos no eran los que pondrían en peligro “todo lo nuevo y bueno que hemos realizado durante 25 años de corazón grande y mano dura (y manchada de sangre hasta los tuétanos).

No dejaron hablar a Uribe en Nueva York

Durante estos últimos ocho días el pueblo colombiano, en forma valiente y tenaz, exponiendo su integridad física, se ha mantenido firme en sus marchas pacíficas, aun en contra de lo que digan funcionarios como la Procuradora Margarita Cabello Blanco (de las entrañas del uribismo, y quien llora lágrimas de cocodrilo cada vez que le informan que un miembro de la fuerza pública salió herido en una confrontación con los ‘vándalos’. ‘Vándalos’ que son miembros camuflados de los distintos organismos de la fuerza pública que salen de los propios cuarteles con palos, piedras y material incendiario a crear el caos, destruir vitrinas, saquear almacenes y acusar a los organizadores de las marchas pacíficas como responsables de dichos desmanes.

¿Qué tal el propósito uribista? ¡Conmoción interior!

Estrategias tan de vieja data, que las utilizaron Julio César Emperator (el temible emperador romano), el Papa Alejandro Borgia (por medio de su brazo armado, su hijo el sanguinario César Borgia), Napoleón Bonaparte, Mussolini, Hitler, Lenin, Stalin, Trotsky. Todo viene de ahí. El actual sistema colombiano, basado en el terrorismo, el método del miedo, los crímenes selectivos, la desaparición forzada, las fosas comunes, los destierros, las misteriosas muertes en no menos misteriosos accidentes de helicópteros y extrañas muertes de periodistas de alta confianza del ‘todopoderoso’ en el poder. Hasta culminar con lo que se está viviendo ahora. Desde los propios cuarteles del ejército, policía o fiscalía salen malandrines adiestrados con bombas incendiarias, piedras, garrote, bates de béisbol, a destruir vitrinas, saquear almacenes.

El país se derrumba y el Defensor de rumba en Anapoima

Todo ello con el fin de deslegitimar las marchas de protesta por el pésimo manejo que el actual Gobierno le ha dado a la crisis surgida de un proyecto de reforma tributaria imbécil y estúpida, en medio de la más brutal pandemia que sufre la humanidad. Sólo a un imbécil se le ocurre meterle la mano al bolsillo a quien menos tiene, mientras a los grandes ricos ni siquiera les toca las chequera. Y sólo a un estúpido sin pelotas, como ‘Cosme’ el personaje de la célebre novela del barranquillero José Félix Fuenmayor, o ‘Cándido’, otro personaje ‘gemelo’ de Duque, de la única novela de Voltaire cree que puede pellizcarle la nalga al caballero que camina adelante, sin que éste no revire con una trompada bien colocada en el mentón.

Cosme y Cándido, son el fiel ejemplo de la personalidad de Iván Duque Escobar. Alrededor de él hacen y deshacen, y él, como si nada. Viviendo en la luna. Sin darse cuenta de que quienes en  realidad tienen el poder en la mano en Colombia le están haciendo la jugadita del bobo, para que decrete la Conmoción Interior, en donde él, Duque, pasará a ser un Presidente de Pacotilla, y un General de pistola Rápida y abyecto de ‘Mi General Uribe’ saque los tanques a la calle, los aviones de combate y los helicópteros artillados “a darles bala a esa chusma que quiere desestabilizar el poder y atentar contra 250 años de hermosa y pacífica democracia de Corazón Grande y Mano Firme”. Ese es el libreto. Desde luego que, para desdicha del autor de este macabro guion cinematográfico, no tiene el visto bueno de Joe Biden.

¡Lo que nos espera con una dictadura paracomilitar!

¡Pobre Fiscal Barbosa en medio de este berenjenal!

Ya era hora de que hablara Petro

Juanpis, regularzón, tirando a malo

Ese sí es un cara a cara para estar en primera fila

Un apoyo militar intimidante y estrambótico

Esta rápida visión a lo que ha ocurrido esta semana en Colombia no persigue objetivo distinto que facilitar a los visitantes de este portal los elementos de juicio y análisis para que reflexiones y no se dejen meter gato por liebre. Hoy, con la afortunada presencia de las redes sociales y el periodismo digital, es imperdonable que el pueblo colombiano que acude a las urbanas se equivoque o incurra en el imperdonable vicio de votar por veinte mil pesos, cuando esa irrisoria cifra se la van a cobrar con más impuestos, menos servicios de salud, menos oportunidades de educar a sus hijos, desempleo, hambre, miseria y desesperanza.

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