Por Jorge Guebely
Palabra contra el olvido, contra la proliferación de tantas morales que nos hunden en el estatus de máquinas humanas, de carnívoros ciborg. Perversas doctrinas que enceguecen el alma, imposibilitan ver el mundo, los colores del viento, los sabores de la luz.
De tanta ideología, imposible ver una persona si solo vemos sombras tatuadas en la consciencia, si esa persona sólo proyecta sombras.
Todavía flotamos en la caverna platónica, encadenados por los credos, con la esperanza de un poema, una palabra poética, un vocablo liberador.
Gratificantes las palabras poéticas de José Onías Calderón reunidas en su hermoso poemario: “Del amor y otros asuntos”. Versos liberadores, revela mundos empañados por los excesos de tóxicas rutinas cundidas de palabras ideologizadas. Acude al vocablo poético porque: “La palabra crea universos / los estructura en su sencillez / y profunda sabiduría”.
Apela al lenguaje poético por su rebeldía, su escepticismo, su anti-doctrina, capaz de visualizar realidades a través de las marañas mentales: “Levantarme y ver el sol a pesar de las grises nubes”. Versos capaces de revelar mundos físicos con proyecciones trascendentales: “Rompe el viento la quietud de la mañana / un sol ausente y sin aves el firmamento”, para describir las desesperanzas de las madres agobiadas por las ausencias de sus hijos.
Palabras aptas para penetrar las zonas metafísicas del Universo personal: “Somos frutos del tiempo que nos pintamos con el ahora”.
Devela así el devenir del ser a través de la sangre, la certeza de ser hoy la presencia del ayer: “Creemos ser nosotros y no ellos / la curvatura de nariz, el caminar cansino, / la sentencia / el lunar en su prole, la ira, la sonrisa…”.
Palabra para penetrar la intimidad del poeta, relampaguear la emoción de contar con Laura Lilén y Ana Milena, las hijas. O simplemente rememorar el hogar paterno-materno, tránsito donde: “Crecí en una selva de amores”.
Lenguaje de rebelde sintaxis, de desconcertantes novedades. Asamblea insólita de vocablos lejanos con brillo formal, de feliz semántica. Al husmear el poema, dice: “Voy entre líneas buscando tus formas / serenata de lunas en noche eterna / siete colores en canto colibríes / llegas en silencio / de apoco”.
Palabra llave para abrir la compuerta de la vida, Misterio circundante, tan conceptualizado, pero tan escurridizo. Ante la negación de la masa, el poeta escribe: “Continúo buscándote palabra / verso / poesía / vida”. Misterio previsto por Federico García Lorca, lo confirman sus palabras: “Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio”. El misterio de la Vida.
