Nos urge una conciencia crítica para resistir a las organizaciones mafiosas del voto.
EL COMENTARIO DE ELIAS
Por, Jorge Guebely Nos urge otra conciencia con sentido humano para percibir y rechazar contundentemente el purulento negocio de la democracia electoral. Esa estafa social manipulada desde las sombras. Ardid contra los pobres y lucro para los ricos. Trampa legal de potentados y políticos con alma de mayordomo quienes usufructúan el Estado para su enriquecimiento tramposo. Estrategia mañosa donde se elige públicamente al que se elige en privado.
Urgente superar nuestra distorsionada conciencia impuesta por la cultura capitalista para derrotar esta úlcera electoral. Pantomima que finge ser servicio social para ocultar su naturaleza comercial de mucho dinero; por lo tanto, de mucha mafia. No hay negocio de mucho dinero que no termine en mafia: mafia ilegal como el tráfico de drogas o de armas; mafia legal como el electoral. Mafia entre políticos y multinacionales, entre políticos y capitales financieros, entre políticos y pequeños empresarios, entre políticos e infectos contratistas, entre políticos y ciudadanos corruptos… Mafias que por legales no pierden el carácter de mafias.
Nos urge una conciencia crítica para resistir a las organizaciones mafiosas del voto. Empresas electorales, temibles clanes del voto: los Char y Gerlein en Barranquilla, los Blel en Bolívar, los Aguilar en Santander, los Gnecco en el Cesar y tantos otros. Pavorosas organizaciones atestadas de pandilleros electorales, personajes lisiados para pensar en el ser humano, aptos sólo para acumular el botín económico-electoral.
Conciencia crítica para impugnar públicamente a los verdaderos electores por prostituir la verdadera democracia. Los que comercian políticos, especialmente a los de derecha. Más a la derecha y mucho más mercadeo de votos, según el informe de Transparencia por Colombia. Más a la derecha y mucha más prostitución electoral. Más a la derecha y los negociantes del voto son más eficaces. Más a la derecha y reciben más dineros de las iglesias cristianas y de Luis Carlos Sarmiento Angulo y de Carlos Ardila Lulle y del Sindicato Antioqueño; Los verdaderos electores cuyos políticos gobiernan para satisfacer su voracidad económica.
Urge otra conciencia más humana para ver más al ser humano del candidato y oír menos sus fantasías electorales. Para avalar candidatos que trabajen más por el desarrollo humano y menos por el capital, más por el ser y menos por el poseer. “Dar luz a esta arcilla ciega que nos cubre para liberarla de la ceguera” como lo afirma el libro sagrado del sijismo. Superar esta moral-animal para alcanzar la moral de sujeto como lo proclama Nietzsche en uno sus textos. Acercarnos más al ser humano y alejarnos más del humanoide.
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