El Presidente exigió la renuncia a todos sus ministros y ordenó una asamblea extraordinaria de dos días al Psuv, partido que también preside.
Por Lexander Loaiza – Informe especial desde Venezuela
A pocas horas de la peor derrota electoral del chavismo en 17 años de dominación absoluta en Venezuela, se han dejado escuchar las primeras voces pidiendo la cabeza de Nicolás Maduro, a quien señalan como absoluto responsable de lo ocurrido el pasado 6 de diciembre en las urnas de votación.
El portal oficialista Aporrea.org, publicó el mismo 6 de diciembre, un escrito del columnista Javier Vivas Santana, titulado “Maduro y Cabello deben renunciar”, en el que criticó la estrategia del Presidente al convertir la elección parlamentaria en un referéndum de su propio gobierno. “Ahora ese mismo pueblo, le ha dicho que su gestión al frente del Ejecutivo Nacional ha sido nefasta, sectaria, corrupta y ramplona”, dijo el intelectual izquierdista.
Una ex ministra de Chávez y dirigente del Psuv, Ana Elisa Osorio, había propuesto la última semana de noviembre que si perdían las elecciones, Nicolás Maduro debía como mínimo pedir la renuncia de todo su gabinete.

Las colas en supermercados para comprar productos básicos, pasaron su factura el 6 de diciembre. Foto Notihoy.
“Hoy el Gobierno no escucha a la gente, está en una burbuja, no ve las colas (filas) de la gente, o no sabe que el descontento germina en ellas”, sentenció.
El cuestionamiento oficialista al liderazgo de Maduro tiene vieja data. El ex ministro de Finanzas de Chávez, Héctor Navarro, publicó en mayo pasado quejas contra el mandatario. Criticaba que Maduro anunciaba medidas para enfrentar la difícil situación económica que después no concretaba.

Maduro convocó a reunión extraordinaria a ministros y gobernadores oficialistas tras perder las elecciones. Foto AVN
Para contrarrestar el deterioro de su Gobierno, el Nicolás Maduro pidió a sus ministros la renuncia a sus cargos, con la intención de realizar una “reestructuración” de su Gabinete tras la derrota electoral. El anuncio se hace en medio de fuertes rumores sobre un enfrentamiento con su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, quien supuestamente se negó a plegarse a un plan de desconocimiento de resultados de Maduro y Diosdado Cabello, el saliente presidente de la Asamblea Nacional.
Pero la batalla más difícil la tiene Maduro en su propio partido. Para mantener su menguado liderazgo convocó horas después de la derrota electoral a una asamblea extraordinaria de los 980 delegados del Psuv para analizar la situación. “Hay que ser autocríticos, pero no para autoflagelarse, sino para la acción”, pidiendo con ello una interpretación condescendiente de la debacle electoral a su militancia y tratando de salvar su propio pellejo.