Coincidencia o no, el presidente Juan Manuel Santos anunció el acuerdo de paz con la guerrilla del ELN la misma semana cuando llega el Papa Francisco. El efecto mediático por la confluencia de ambos hechos es el primer triunfo.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
El primero de octubre comienza a regir en todo el territorio colombiano, el cese al fuego bilateral entre el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), con lo cual se pretende cerrar el ciclo violento que vivió este país durante el siglo XX y lo que va corrido del XXI. El anuncio lo realizó el propio presidente Juan Manuel Santos a través de una alocución televisada este lunes 4 de septiembre.
«Hoy, 4 de septiembre, exactamente cinco años después de que anunciamos el gobierno marco con las FARC que nos condujo a la paz con esa organización guerrillera, vamos a firmar en Quito, después de intensas negociaciones que terminaron en la madrugada, un acuerdo para declarar un cese el fuego y de hostilidades bilateral», dijo Santos.
Ya en febrero de este año se había cerrado el primer ciclo de las conversaciones.
La guerrilla del Eln era el grupo irregular más grande que quedaba activo luego de la firma del acuerdo de paz con las Farc, suscrito también por el gobierno de Santos.
El anuncio, que fue confirmado por el grupo guerrillero a través de su cuenta en Twitter desde la capital ecuatoriana, parece confirmar lo que se había rumorado en los últimos días, sobre la intención decidida de ambas partes (Gobierno y Eln), de llegar a un acuerdo antes de la visita del Papa Francisco a Colombia, quien aterrizará en Bogotá este miércoles 6 de septiembre.
El Eln se comprometió a cesar unos de sus actos emblemáticos: la explosión de oleoductos.
La proyección mundial de una imagen favorable de la gestión de Santos como pacifista, utilizando la visita papal como un muy efectivo portaaviones, es un valor agregado al anuncio del acuerdo precisamente esta semana. El Presidente lo tiene claro. «El Papa llega entonces en un momento único de nuestra historia, cuando volteamos la página de un conflicto absurdo y encaramos con ilusión el futuro»; agregó, vinculando de esta manera las dos importantes noticias.
Las negociaciones cesaron la madrugada de este lunes, a 48 horas de la visita papal.
Aunque las negociaciones se querían terminar desde el viernes, las mismas se tuvieron que extender hasta la madrugada de este lunes, en una muestra de la presión que se había ejercido sobre las delegaciones reunidas en Quito para lograr una concertación. Uno de los puntos más álgidos, según medios que estaban cubriendo las conversaciones, era lograr el compromiso del grupo guerrillero de la cesación de todas las formas de violencia contra la población civil, incluyendo los secuestros y destrucción de oleoductos, dos de los delitos por los cuales el Eln era particularmente conocido.
También se comprometen a cesar el reclutamiento de menores, la colocación de minas antipersonales y atentados contra infraestructuras públicas y privadas.
El Gobierno se comprometió a su vez a investigar el asesinato de líderes sociales, delito que ha ido en aumento en los últimos dos años; mejorar las condiciones de los guerrilleros presos en las cárceles del país y combatir los grupos paramilitares que todavía subsisten en algunas zonas vulnerables del país.
