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Luto en el periodismo: falleció Ricardo Díaz De la Rosa

Por: Francisco Figueroa Turcios

Ricardo Díaz De la Rosa, en sus 60 años de periodismo laboro en los diarios El Nacional y Diario del Caribe. En  la radio se inició en la Voz de la Costa como redactor deportivo, luego pasó a la cadena radial Todelar donde incursionó como periodista político. También estuvo en RCN y en el epilogosw au carrera periodística fue director del programa ‘Hoy mismo’ que se difundía por la Voz de la Costa, la misma emisora que por esos vaivenes inexplicable de la vida, lo vio nacer como periodista.

«Académicamente mi papá  Gabriel Díaz Cruz, oriundo de El Banco (Magdalena), me cambió el libreto, yo aspiraba estudiar bachillerato clásico. Él me  mandó a estudiar a Ocaña (Norte de Santader) por razones de clima. La meta de mi padre era que estudiara en el colegio José Eusebio Caro, pero  cuando  llegué acompañado por mi madre Justina De la Rosa no había cupo.

Al final me consiguió cupo en la Escuela Normal  Superior de Varones ‘Francisco Fernández de Contrera’. Ella me dejó interno. Ellos pagaban 100 pesos por la mensualidad. ¡Era entonces un mundo de plata para ellos, que afrontaban insuperables dificultades económicas! Me gradué en el año 1963 con el título de bachiller normalista», describió Ricardo Díaz de la Rosa al portal web La Cháchar

Vinculación al periodismo

En el deambular por las calles de Barranquilla  Ricardo Díaz recuerda que se encontró con un «ángel». «María Alcira era amiga de mis padres y, al verme, no solo se sorprendió, sino que se alegró. Me dijo: ‘¡Qué haces aquí en Barranquilla!’. Yo le respondí: ‘buscando trabajo para no morirme de hambre’. Entonces ella me dijo: ‘Luis Fernando De Castro acababa de abrir un colegio  en el barrio Abajo y necesitaba profesores  y como tú eres bachiller normalista, puedes ser un excelente candidato’. A mi el corazón empezó a brincarme como caballo desbocado. Sentía su palpitar alocado tum, tom, tum, tom. Le pedí la dirección, le di un sonoro beso en la mejilla y salí volando».

De inmediato se fue al colegio a buscar a Luis Fernando De Castro. Cuando pudo hablar con él le explicó su situación económica por lo que necesitaba trabajar de manera urgente. Casi hace llorar al rector del incipiente colegio. «Le mostré orgulloso mi diploma de Bachiller Normalista Superior y me aceptó como profesor. Recuerdo que dictaba clases de  dibujo, caligrafía, y música. Yo de música, técnicamente, no conocía, de pentagrama, menos. Tampoco diferenciaba una nota blanca de una semicorchea. Se me ocurrió la idea de enseñarles a los alumnos la canción ‘Soy pirata’, que era la única que me sabía, de vainas».

Con un poco de osadía -lo que nunca le ha faltado- solicitó al rector que le permitiera vivir en el colegio, pensando en que así podría solucionar la situación de mejor calidad de vida. «Pasé de Guatemala  a Guatipior. Solo había una habitación que era la de Luis Fernando, por lo que me tocó hacer la cama con las sillas de los estudiantes». El tiro le salió por la culata, pero Ricardo se dijo «peor es nada, caramba».

El reconocido periodista recuerda que duró trabajando en el colegio de Luis Fernando año y medio. «El 7 de febrero, día de mi cumpleaños, una estudiante me dió un beso en la boca delante de todo el estudiantado. Yo digo que fue un beso espontáneo e inocente para felicitarme, porque, además, me cogió distraído. Un profesor perverso y de mala fe me denunció ante la rectoría. Modificó el cuento como le dio la gana. Dijo que era yo quien había besado a la jovencita en la boca. Me dio tanta rabia y tristeza por la impotencia para demostrar mi inocencia frente al acto malévolo de aquel profesor mediocre, que decidí renunciar.

En el colegio trabajaba como docente Wilderson Archibol, quien además laboraba como jefe de redacción del noticiero de Don  Gabriel  Forero Sanmiguel. «Cuando él se enteró de mi renuncia, me buscó para proponerme que si me le mediría a la redacción deportiva, ya que había esa vacante».

En realidad, Ricardo Díaz conocía el balón por lo redondo, más no tenía la menor idea de qué era un corner, un penal, un fuera de lugar.

Eso sí, tenía el conocimiento de la estructura de una noticia, «porque yo leía mucho la prensa, especialmente la información internacional y, en particular, los despachos de la Agencia United Press International (UPI), que me parecía la redacción más técnica. Se me quedó grabado el ordenamiento y acepté el reto  de ser redactor deportivo del noticiero FSI (Forero Sanmiguel Informa) en el año 1964, es decir hace 60 años, ¡uff carajo, medio siglo! Cómo pasa el tiempo».

En materia de ciclismo, el conocimiento de Ricardo era peor. No conocía una biela. Menos qué era un embalaje, un tubular. «Yo no entendía lo de las etapas contra el reloj en el ciclismo. El último parte de primero y el primero lo hace de último. Y yo cometí el error de redactar la noticia de la partida al revés. Don Gabriel se percató de mi garrafal error y me despidió. Sólo duré seis meses. ¡Vaya qué puta suerte!».

Sin embargo, no todo era negro para Ricardo. «Un colega me informó que había una vacante en el noticiero Todelar de la Costa que se emitía por emisoras Riomar de don Leonidas Otálora. El director del noticiero era  Armando Benedeti Jimeno, a quien le decían ‘Cicuta’ por una columna que publicaba en el vespertino El Nacional. Hablé con él y me brindó la oportunidad de laborar allí al lado de Antonio Abello Roca, Fernándo Quintero Millán, (el inolvidable ‘Quillán’ que se pasaba el día y la noche con un tabaco en la boca), Chepe De la Espriella y Rafael U Lafaurie».

Por esas cosas de la vida, a pesar del mal genio de que ha gozado toda la vida, Armando Benedeti fue para Ricardo su buen amigo. Y afirma, sin dejar duda alguna, que fue «mi gran maestro. Él fue quien me estructuró como periodista. Me dio los cimientos necesarios para ejercer esta profesión y me hizo incursionar en la noticia política», recalca  el periodista Ricardo Díaz De la Rosa.

En el año 1976 ocupa el primer cargo público:  Jefe de prensa de la Alcaldía de Barranquilla, con la administración de  Alfonso Nicolella de Caro. El segundo cargo público fue en la oficina de comunicaciones de la Universidad del Atlántico en el año 1980.

Ricardo Díaz de la Rosa  el 7 de febrero cumplió 78 años de edad,  él mismo reconoce  que las posibilidades de acceder a una pensión las ve muy difíciles por cuanto no le aparecen las semanas cotizadas en el Seguro Social. Ha recurrido al servicio de varios abogados y no ve la luz al final del túnel.

«Yo hoy estuviera  pensionado por la Universidad del Atlántico, pero cometí el error de renunciar  por solidaridad con el rector Antonio Vallejo. Él me sugirió que no renunciara, yo le argumenté que él me dio la confianza y dentro de mi filosofía estaba de ante mano  la fidelidad. Quien lo remplazó fue Eduardo Ahumada, quien me pidió que continuara en el cargo, pero insistí en mi posición de renunciar», señala Ricardo Díaz De la Rosa.

Desde  el año 1981, Ricardo Díaz, ejerció el periodismo independiente, una labor titánica porque no es fácil mantener un programa radial ante los altos costo de arriendo en las emisoras  y el  poco apoyo publicitario.
 

Sobre el autor

Comunicador y Periodista. Editor deportivo de Lachachara.co, tiene experiencia en radio, prensa y televisión. Se ha desempeñado en medios como Diario del Caribe, Satel TV (Telecaribe), RCN, Caracol radio, Emisora Atlántico, Revista Junior. Fue Director deportivo de la Escuela de fútbol Pibe Valderrama y dirigió la estrategia de mercadeo y deportes de Coolechera. Para contactarlo: Email: figueroaturcios@yahoo.es
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