Una tradición que dejaron como legado histórico los primeros pobladores del primitivo nombre del caserío Barrancas de San Nicolás. Y los pescadores perpetuaron la tradición.
Por El Propio Búho
Los barranquilleros, que no esperan de mucho para prender la rumba, encontraron de perla la tradición que dejó como herencia para siempre el Papa Pío IX en su bula del 8 de diciembre de 1854.
Fue una excusa más para prolongar el bembé, que ya los pescadores, desde antes de la llegada del invasor español, tenían su cumbancha en la noche del siete para amanecer ocho de diciembre, cuando, según los sabios de las tribus que poblaban todas estas zonas del Caribe inmenso, se produce ‘el quiebre del río’, que produce la subienda, que ya ha desaparecido por culpa de las generaciones posteriores a los indígenas, a los piojosos colonizadores ibéricos y a la mezcla de unos y otros.
La subienda era una verdadera fiesta para los nativos, que salían en sus piraguas, canoas y cayucos con largos pechones de ramas secas bañadas con aceite de canime, que era – y es—uno de los mejores y más confiables combustibles de los ribereños y montañeros.
Los pescadores iban en una especie de caravana acuática con una noche iluminada por miles de mechones en medio de la alegría de los cantos aborígenes con flautas y caña e millo y abundante ‘ñeque’, licor que fabricaban con algunos cereales como el cacao y el maíz, y el guarapo de caña fermentado, o el líquido extraído del tronco de la palma de vino.
Era una ‘pea’ fija, y muy productiva, porque era una abrumadora la ‘subienda’, que los peces saltaban y caían en las canoas. Era algo increíble. Los pescadores esa noche no se movían a tirar una flecha, un arpón o un anzuelo. Eso sobraba. Los peces caían a sus pies. Y ellos, felices de la vida, pegados del calabazo donde envasaban el chirrinche de la época
El historiador, catedrático y periodista Carlos Ramos Maldonado, en su serie ‘Efemérides’, nos cuenta:
“Diciembre 8 de 1854. Fiesta de la Inmaculada concepción. Es una celebración de la Iglesia Católica promulgada por el Papa Pío IX a través de la bula Ineffabilis Deus: sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción, recogiendo así el sentir de dos mil años de tradición cristiana. La noche del 7 para 8 de diciembre, los cristianos hicieron vigilia con velas en las calles para esperar la decisión papal. En la región Caribe de Colombia se confunde esta celebración con la también tradición de los pescadores que en la madrugada del 8 de diciembre salen con sus mechones a trabajar aprovechando el día del » quiebre del río «, cuando comienza la subienda. La costumbre de velas en la madrugada se trasladó a las ciudades por el sueño urbano. Esta fiesta ha inspirado canciones populares, entre ellas “Las cuatro fiestas » e «Inmaculada «, de Adolfo Echeverría.
La Historia mariana en América
Hace 440 años, en la ciudad de El Viejo, Departamento de Chinandega, llegó por designio de Dios la venerada y milagrosa imagen de la Purísima Concepción de María, hoy Patrona de Nicaragua.
En el año de 1562 a causa de una depresión tropical, Don Lorenzo de Cepeda, quien viajaba hacia Perú, tuvo que hacer escala en el húmedo Puerto de la Posesión, ahora llamado, El Realejo. Entre las cosas que Don Lorenzo traía consigo se destaca una imagen de la Virgen de la Concepción. Don Lorenzo de Cepeda era un hombre muy piadoso. Tenía una hermana que era monja carmelita, a quien hoy se le conoce como Santa Teresa de Ávila, Doctora de la Iglesia.
De El Realejo Don Lorenzo de Cepeda se vio forzado a viajar al El Viejo, pueblo cercano, buscando mejor clima y como era muy devoto de la Virgen, se la llevó con él y la depositó en la Parroquia por seguridad y evidente comodidad. Buscaba asistencia de los Frailes Franciscanos quienes habitaban en Chamulpa, hoy El Viejo. Allí tenían su convento y asistencia médica.
Los habitantes de El Viejo, indios y mestizos, fueron atraídos por la belleza de la imagen, y llegaban a la Parroquia a admirar a la “Niña Blanca”. Pronto adquirió prestigio de milagrosa, pero don Lorenzo tenía que partir y a pesar de las protestas y ruegos, empacó su bella imagen y se fue a El Realejo para embarcarse rumbo a Perú.
Cuando el barco se hizo a la mar, vino otra tormenta y el velero tuvo que regresar al puerto nicaragüense para evitar un naufragio. De nuevo Don Lorenzo se fue a El Viejo, cargando la sagrada estatua de la Virgen de la Concepción. El pueblo entero se volcó fervoroso a venerar a la Virgen y mestizos, indígenas y españoles interpretaron “que la Virgen no quiere irse de El Viejo, la Inmaculada Concepción quiere quedarse”.
El pueblo entero ejerció una gran presión en Don Lorenzo y éste como fervoroso hijo de María, cedió “a los deseos de la Virgen”, donó la imagen al pueblo de El Viejo y partió hacia su destino original, Perú.
La devoción a la Inmaculada Concepción creció enormemente y hoy es venerada en un bellísimo altar de madera y aujilla de oro donado por sus devotos por gracias concedidas.
La fiesta de la Purísima Inmaculada Concepción de El Viejo, patrona de Nicaragua es celebrada con gran solemnidad iniciando un novenario el 28 de noviembre con novenas con derroche y alegría a las 6:00 p.m. y por las mañanas misas a las 6:00 a.m. y rezo del Santo Rosario. Las novenas concluyen el 6 de diciembre la cual conlleva a un derroche de pólvora.
El 6 de diciembre es el día de la “Lavada de la Plata”, a las 9:00 a.m. se lleva a cabo la misa concelebrada con el Obispo de la diócesis Mons. Bosco María Vivas y varios sacerdotes de Nicaragua, a continuación, la Virgen es bajada de su camarín entre vitoreo de su pueblo el cual hace fila para venerar la milagrosa imagen de la Virgen y pagar sus promesas por los favores recibidos.
“Lavada de la Plata”
Es una ceremonia religiosa con participación popular realizada en el previo Norte de la Basílica y cuyo fin es limpiar las piezas de plata que conforman el Tesoro de la Virgen; estas son limpiadas con un paño impregnadas de agua con limón y bicarbonato, y frotadas hasta quedar limpias.
Al terminar la limpieza el devoto entrega una ofrenda a la mayordoma encargada de la actividad.
“Bendición del agua con la Corona de la Virgen”
El sacerdote sumerge la corona de la Virgen en un recipiente con agua la que es repartida entre el pueblo.
A las 4:00 p.m. después del Santo Rosario la Virgen es Ascendida a su camerín entre la alegría del pueblo que la despide. Para culminar con la última novena vespertina a las 6:00 p.m.
Celebración de la fiesta de “La Gritería”
La celebración de “La Gritería” se inició hasta en 1857 en la ciudad de León. Es una fiesta religiosa y folklórica. Nació en San Felipe de León. La novena se comenzó en la Iglesia de San Francisco de la misma ciudad. Simultáneamente se celebraba en Granada y en el Viejo, donde existían misiones Franciscanas
El 7 de diciembre se celebra con alegría en todas las casas de los pueblos de Centroamérica y el Caribe La Purísima Inmaculada Concepción.
Según la tradición, en la víspera de la festividad de la Inmaculada Concepción, familiares y amigos acostumbraban a visitar las casas donde se estaban preparando altares para la fiesta de la Inmaculada Concepción. Algunos entonaban cantos tradicionales a la Virgen y los dueños de casa brindaban manjares, golosinas y refrescos a los visitantes. A esto se le llama popularmente “La Gorra” o “el Brindis”
La fiesta de La Purísima es acompañada de cantos, pólvora y brindis de frutas, dulces y refrescos típicos. La gente recorre las calles al anochecer del 7 de diciembre y se detiene en las casas que tienen altares confeccionados especialmente para ese día. Al acercase a la puerta, gritan “¿Quién causa tanta alegría?” y la gente, desde adentro, contesta: “¡La Concepción de María!” Con eso se inicia el canto.
Los cantos han sido, son y serán siempre los mismos que se cantaron cuando la Inmaculada llegó al pueblecito de El Viejo en brazos de don Lorenzo de Cepeda. Los nicaragüenses se los saben de memoria, grandes y chicos corean los versos de “Pues Concebida”, “Tu Gloria, Tu Gloria”, “Por eso el Cristianismo”, Oh Virgen de Concepción”, “Salve Virgen Bella”, “Salve, Salve Cantando a María” , “Dulces Himnos”, y la tradicional “Toda Hermosa Eres María”, que termina con el “Alabado”.
“El 8 de diciembre”
El 8 de diciembre día de la Inmaculada Concepción, en casi todas las islas caribeñas, tiene un programa que comienza a las 5:00 a.m. con las mañanitas a la Virgen con grupos musicales de la ciudad y del departamento llegan a sus plantas a rendirle homenaje.
A las 10:00 a.m. Misa solemne concelebrada por el Obispo Bosco María Vivas y varios sacerdotes que vienen con devotos de otros departamentos.
A las 4:00 p.m. sale una procesión que recorre la ciudad, entrando a las 9:00 p.m. siendo despedida con mucho alborozo por los feligreses.
El 13 de Mayo del 2001 la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) declara que el patronazgo nacional recae sobre la imagen más venerada y antigua del misterio de la Purísima Inmaculada Concepción de María, la cual se venera en el Santuario Nacional ubicado en la Ciudad de El Viejo, Departamento de Chinandega, la que fue traída en tiempo de la colonia como un regalo de Nuestro Señor para este pueblo Mariano.
¡Viva el Junior de curramba!
Y en ocasiones como este diciembre de 2019, se presenta la estupenda circunstancia del encuentro por el título de campeón nacional del fútbol profesional entre el América de Cali y el Junior de Barranquilla. Y aunque el encuentro sea en la Sultana del Valle, la euforia de los junioristas no tiene límite, y lo más seguro es que, en medio de la celebración de la noche de velistas, culminen abrazando a la Inmaculada y paseándola en carros, en motos y hasta en carro de mulas, por toda la ciudad.
Eso es lo bueno de esta tierra que no cree sino en su Virgen de la Concepción, en su Junior, en su Carnaval, y más ná!.