Los manuales de orientación sexual propuestos por el Ministerio de Educación y las declaraciones de la ministra también dividieron al país.
Por Chachareros
La ministra de Educación, Gina Parody, rompió el silencio y el escándalo creció. La bulla se termina de apoderar de la discusión y el verdadero análisis queda debajo de los pupitres. Como aquel famoso Paro Agrario: las cartillas sí existen, pero no son las que muchos creían que eran.
¡Quién dijo miedo! El Procurador Ordóñez de inmediato sacó sus orejas del lobo como aspirante presidencial por el conservatismo, montado en la polémica de Gina Parody.
En medio de los señalamientos y críticas generales, Parody reconoció que el Ministerio de Educación Nacional (MEN) no puede entrometerse en las autonomías de las organizaciones civiles, incluyendo los colegios. También señaló como “una máquina de manipulación en redes sociales” y “grupo con intereses políticos” a quienes han liderado la campaña en contra de los manuales.
Hasta señaló directamente a funcionarios de la Procuraduría General de la Nación de estar «promoviendo una serie de cartillas como si fueran del Ministerio de Educación”. Y aseguró que el material que ha circulado en redes sociales “son revistas pornográficas de Bélgica, de Argentina o Chile” y que fue hecha una “manipulación masiva para asustar y aterrorizar a los padres de familia”.
La Procuraduría, obviamente, negó los señalamientos y dijo que era “falso que el procurador delegado para la Descentralización y las Entidades Territoriales, Carlos Augusto Mesa Díaz, haya circulado cartillas pornográficas señalando que son de titularidad del Ministerio de Educación Nacional”.
Y Uribe, de inmediato aprovechó el remolino para sacarse algunas espinitas del alma y recuperarse en las encuestas.
En medio del contra punteo entre el MEN y el Ministerio Público queda un enorme vacío por explicar y el sinsabor en la demora de la argumentación pública de la jefe de la cartera de educación.
Aunque Parody confirmó la existencia de unos “borradores” de manuales, no reconoció el mal manejo dado por sus funcionarios y el sesgo a algunos temas de la discusión.
“El MEN no se entromete en las autonomías de la familia y el colegio”, dijo la ministra, pero maestros que dieron sus testimonios en diferentes medios nacionales piensan lo contrario y sus argumentos tienen como base las mismas cartillas con las que les han dado capacitaciones.
Para este miércoles están programadas varias manifestaciones en diferentes ciudades del país. Y Parody parecía más preocupada por desmontar y desligitimar eso plantones que en dar verdaderas explicaciones a la comunidad. Mientras tanto, el Procurador Alejandro Ordóñez y el senador Alvaro Uribe, entre otros, aprovechan, de forma descarada, para sacar rédito político al escándalo.
La Federación Nacional de Educadores (Fecode) también juega al silencio y aprovecha el momento para cobrarle a Parody todas las cuentas pendientes por tantas imposiciones y medidas forzadas, y (tácitamente) apoya la convocatoria.
El ingrediente más tradicional que le faltaba a este sancocho ideológico lo puso hace unas horas la iglesia católica. Sin tanta metáfora y rodeos dijo enfáticamente que invita a las familias y organizaciones civiles colombianas a sumarse y participar de las marchas convocadas en distintas ciudades.
“Los obispos católicos de Colombia reconocemos como un valor para la sana convivencia el respeto de todo ser humano sin importar su raza, sexo, orientación sexual, origen, lengua, religión u opinión política. Saludamos y felicitamos a quienes han manifestado públicamente su preocupación por la implantación de la ideología de género en la revisión de los manuales de convivencia y de los PEI de los colegios por parte del Ministerio”, señaló la iglesia, en un comunicado leído por monseñor Rubén Salazar, obispo de Bogotá.
Según la declaración de los obispos “la ideología de género afirma que no se nace hombre o mujer sino que la identidad sexual es el fruto de una construcción cultural, por eso establece que de deben empezar por deconstruir la idea de que solo hay dos sexos y habría que hay más que aquellos que se nos ha enseñado, y propone imponerse como única”.
La posición de la iglesia, acorde a su posición histórica del concepto de familia, la hizo merecedora de su ración de críticas en redes sociales: «Ojalá fuese tan radical y efectiva en temas internos como sanciones a los pedófilos», dijeron algunos.
La discusión recién empieza y ya se anunciaron medidas judiciales por parte de algunos contradictores a la ideología de género planteada por el Ministerio. Todo esto sin que la gran mayoría conozca de primera mano el contenido real de las cartillas y que pocos logren descifrar las ‘enredadas lecciones’ planteadas por la ministra ni sus sucesivas polémicas.
