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  La Cuba espiritual y el sincretismo religioso

El Papa Francisco escuchó en armonía  a los Yoruba, Yemayá y Ochún deidades de la santería cubana. 

Por Estela Monterrosa

A su llegada a tierra cubana en su mensaje al pueblo que lo recibía en el aeropuerto internacional José Martí, el Papa Francisco citó al pensador cuando dijo que ”la vocación natural de Cuba es ser punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad”.

3 cuba

En su primera misa en Cuba, el Papa Francisco la ofició frente a un Jesús Resucitado de enorme tamaño y con los brazos extendidos hacia todos los pueblos del mundo.

Es la visita de Francisco motivo de alegría para este país, que lo acoge lleno de gozo por el importante significado que tiene esta gira papal, llevando un mensaje de reconciliación. Ese mismo principio de hermandad se vive desde hace dos días en la Sala de prensa internacional en el Hotel Nacional de La Habana, sitio habilitado para los profesionales de los medios de comunicación de todo el mundo que dan cobertura a la visita apostólica del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.

2 CUBA PAPA

El fervor del pueblo cubano por el Papa Francisco, el primer latino que visita a la Isla con esa alta dignidad religiosa despertó un sincero fervor religioso, que fue correspondido por el ilustre visitante.

Y es que en Cuba las diferencias y las ideologías parecen estar en el ocaso, la foto del “Che” Guevara, la foto del Papa y la imagen del Cristo que redime y es infinito en misericordia, lucen juntos engalanando la plaza de la revolución escenario el día domingo de una eucaristía llena de devoción y de hermosos mensajes que sirven de reflexión a los feligreses apostados allí, para escuchar el mensaje de su santidad, como también a los más de 1.300 periodistas en total que acreditaron su participación en este suceso mundial y por tanto laboran en los cientos de computadoras simultáneamente para llevarle a sus lectores, radioyentes y televidentes las incidencias de este encuentro en La Habana.

El primer Papa latino

Horas antes de la llegada del Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, comenzaron las primeras oleadas de información con la conferencia de prensa del teólogo e intelectual brasileño Frei Betto, quien vuelve a Cuba para compartir con el pueblo la bendición del primer Papa latinoamericano.

4 todos miraron hacia el Papa Francisco

Un mensaje claro dejó el pueblo cubano: por encima de los dogmas y de las prohibiciones de los gobiernos de turno -por muy prolongado que estos sean- sus creencias religiosas. Que casi nunca marchan por el mismo camino del de los gobernantes.

En cada evento, no importa el calor, el sol, la muchedumbre, los empujones, pues lo que allí se hace presente es la espiritualidad de una tierra ávida de esperanza, de vida, de libertad, y es exactamente el mensaje que trae el Pontífice. El sábado, poco antes de las cuatro de la tarde en la capital cubana, los periodistas dentro de la Sala de prensa comenzaron a encender sus cámaras de televisión y grabadoras, pulsaron las llamadas desde sus celulares a las redacciones digitales de todo el mundo para anunciar que el Papa Francisco llegaba a Cuba.

No hubo vítores ni aplausos, pero un silencio respetuoso hizo saber a todos en la sala de prensa que el avión papal había aterrizado en la pista, pero nadie previó la intensa relación de cariño que comenzó entre Cuba y el Papa Francisco cuando este la calificó como “querida tierra”, una tierra de encuentro hacia todo el mundo.

Para Jesús no hay privilegiados del conocimiento

Ya el domingo este cariño quedó afianzado y confirmado cuando dijo: ”Lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados capaces de llegar al «conocimiento deseado» o a distintos niveles de espiritualidad. El horizonte de Jesús, siempre es una oferta para la vida cotidiana también aquí en «nuestra isla»; una oferta que siempre hace que el día a día tenga cierto sabor a eternidad”.

“El santo Pueblo fiel de Dios que camina en Cuba, es un pueblo que tiene gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosas bellas. Es un pueblo que camina, que canta y alaba. Es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza. Así la sembraron sus próceres. Hoy los invito a que cuiden esa vocación, a que cuiden estos dones que Dios les ha regalado, pero especialmente quiero invitarlos a que cuiden y sirvan, de modo especial, la fragilidad de sus hermanos. No los descuiden por proyectos que puedan resultar seductores, pero que se desentienden del rostro del que está a su lado. Nosotros conocemos, somos testigos de la «fuerza imparable» de la resurrección, que «provoca por todas partes gérmenes de ese mundo nuevo»

Por eso hoy, todo el pueblo cubano que aclama al Papa y que sobrevivieron a los años más radicales de la revolución y que es comparado este tiempo como: ”cruzar el desierto”, canta sin cesar el coro de la canción ‘La luz de Francisco’:

Esta brillando una luz /una luz en el camino/para llegar a Jesús/

de la mano de Francisco./

Si, brilla una luz, porqué ante aquella iglesia que había” quedado reducida al mínimo  ”hoy, la gente espera un mensaje de esperanza,  de vida, y donde la vida religiosa de Cuba busca acercarse con amor de misericordia, a los niños, a los jóvenes, a los ancianos, a los discapacitados, a las mujeres y a los hombres. Es aquí donde entonces las palabras del Pontífice golpean en la mente y el corazón. “Jesús no le teme a las preguntas de los hombres; no le teme a la humanidad ni a las distintas búsquedas que ésta realiza. Al contrario, Él conoce los «recovecos» del corazón humano, y como buen pedagogo está dispuesto a acompañarnos siempre. Fiel a su estilo, asume nuestras búsquedas, nuestras aspiraciones y les da un nuevo horizonte. Fiel a su estilo, logra dar una respuesta capaz de plantear un nuevo desafío, descolocando «las respuestas esperadas» o lo aparentemente establecido. Fiel a su estilo, Jesús siempre plantea la lógica del amor. Una lógica capaz de ser vivida por todos, porque es para todos”.

Cuba busca el amor de Jesús

Y ese amor a Jesús que busca Cuba es el mismo amor que hizo que San Mateo siguiera a Jesús: Un día, como otro cualquiera, mientras estaba sentado a la mesa de la recaudación de los impuestos, Jesús pasaba y lo vio, se acercó y le dijo: «“Sígueme”. Y él, levantándose, lo siguió”. Jesús lo miró. Qué fuerza de amor tuvo la mirada de Jesús para movilizar a Mateo como lo hizo; qué fuerza han de haber tenido esos ojos para levantarlo, lo miró sin prisa, con paz. Lo miró con ojos de misericordia; lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esta mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida como a Zaqueo, a Bartimeo, a María Magdalena, a Pedro y también a cada uno de nosotros. Aunque no nos atrevamos a levantar los ojos al Señor, Él nos mira primero. Es nuestra historia personal; al igual que muchos otros, cada uno de nosotros puede decir: yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada. Invito a que en sus casas, o en la iglesia, hagan un momento de silencio para recordar con gratitud y alegría aquellas circunstancias, aquel momento en que la mirada misericordiosa de Dios se posó en nuestra vida. Este es el mensaje que hoy celebra Cuba con el Papa Francisco, la Cuba espiritual, la Cuba herida, pero también la Cuba que quiere salir adelante, empujada por la Fe, Fe que ha venido a confirmar Su Santidad Francisco, porque no importa que Nuestra señora de Regla este asociada con la diosa Yoruba del Mar, Yemaya y la virgen de la Caridad con la deidad Ochun, nada de eso importa, porque con esta visita:  Francisco es la nueva luz / Una luz que alumbra todo/ vamos a rezar por el / como el reza por nosotros / Francisco abrió sus brazos/ Para cuidar al pueblo de Dios / Y sobre todo al más pobre / Como Jesús los cuidó/ Llegaste del fin del mundo /Con la divina misión /De anunciarle a tus hermanos/ el evangelio de Dios./ Francisco papa querido/ una oración vamos a rezar /para pedir que te cuide/ siempre nuestra virgen de Luján/ cantemos con alegría/ a nuestro hermano Francisco/ para el pastor de la iglesia/ para el vicario de Cristo.

 

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