“Los que han gobernado a Malambo han cambiado de estrato, en otras palabras se han vuelto nuevos ricos”.
Por: José Serrano – Periodismo con altura
No lo digo yo, lo dijo la gobernadora Elsa Noguera en su reciente visita a Malambo: “los que han gobernado a Malambo han cambiado de estrato, en otras palabras se han vuelto nuevos ricos”. Esta aseveración es de suponer compromete al alcalde saliente Efraín Bello.
Jaime Arango & Cia, es una firma constructora que se encuentra en la etapa de venta de uno de sus exclusivos conjuntos residenciales. Se trata del Conjunto Residencial Gerona, ubicado en el acaudalado sector de Villa Campestre, más exactamente en la avenida las Dunas con la calle 3, diagonal al CAI.
Son solamente 14 casas en un conjunto cerrado de una muy moderna y bonita arquitectura propia del estrato 6 al que pertenece y cuyo costo por casa está en el orden de los mil millones de pesos.
La casa No. 9 de este excluyente sector fue adquirida supuestamente por el saliente alcalde de Malambo, según declaración del ciudadano Raúl Cayón Amaranto, uno de los innumerables acreedores del municipio de Malambo a quien Efraín Bello se comprometió desde su campaña de la cual fue aportante, a pagarle una acreencia.
En un reciente estudio promulgado por Transparencia Internacional, Colombia ha sido catalogado como el país más corrupto del mundo, sin embargo, aquí fue derrotada la consulta anticorrupción realizada en el 2018 que, en el punto No. 6 exigía a los funcionarios del Estado hacer pública su declaración de renta y bienes, y exigía que esta declaración de renta debía actualizarse cada año, lo mismo que la de sus familiares hasta el segundo grado de consanguinidad.
El objetivo era que las veedurías ciudadanas, los medios de comunicación y los ciudadanos del común pudieran hacer seguimiento a cómo varían los ingresos y patrimonio de los funcionarios públicos.
Malambo es el municipio de Colombia donde mejor les va a los alcaldes, salvo algunas excepciones, y la casa No. 9 es un fiel reflejo de lo bueno que termina siendo el negocio como acertadamente lo señaló el ex-concejal Alberto Moreno Bula.
Pero es que solamente le va bien a los alcaldes. Comprar una casa de mil millones de pesos, aparte de ser sospechoso, no tendría nada de malo; lo que no tiene presentación y riñe con la moral es que atrás quedan celadores, aseadoras, OPS, en fin un sinnúmero de personas a las que no se les pagó, no se le reconocieron sus derechos, fueron tratados de forma despectiva, pisoteados en su honra como trabajadores, mientras tanto el ex-alcalde toma baños de sol en la piscina de su nueva mansión … Indolente es lo poco que se le puede decir.
Son 104 mil millones las deudas que deja la administración saliente, un municipio inviable, arruinado y en el bordillo de la ley 550. Por eso, el alcalde Rumenigge no debe ser tibio ni mostrarse ajeno a esta realidad, sino por el contrario siendo crítico con la realidad que encontró; quedamos atento alcalde.