Por: Francisco Figueroa Turcios
El 28 de Octubre de 1972, Panamá se rindió a los pies del primer campeón Mundial que tuvo Colombia: Antonio Cervantes.
Cuando Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’ vio caer sobre sus espaldas a Alfonso ‘Peppermint’ Frazer, en aquella memorable noche del 28 de octubre de 1972, en el Gimnasio ‘Nuevo Panamá’, sus ojos se llenaron de lágrimas y por su mente pasaron vertiginosamente las épocas duras cuando deambuló por las calles de Cartagena vendiendo cigarrillos en el Callejón de los Mártires.
Kid Pambelé, recordaba al policía que lo persiguió para quitarle los cartones de cigarrillos. El peor de todos era un policía antioqueño, de apellido Castro, que cuando sentía ganas de fumar mandaba a comprar un paquete de cigarrillos donde Kid Pambelé.
Castro se escondía entre los arbustos del parque del cementerio, y cuando su mensajero se disponía a pagar el paquete de cigarrillo, el policía entraba en escena para combatir el contrabando a nombre de la autoridad .
Antonio escapaba como alma que lleva el diablo. De esa manera, enviando un mensaje distinto, el policía Castro fumó cigarrillos gratuitamente mientras que Antonio Cervantes vivió en Cartagena.
Los años pasan y el recuerdo sigue imborrable en la memoria de quienes tuvimos la oportunidad de vibrar con el primer título mundial de boxeo que alcanzaba Colombia en 1972, con un joven de 26 años, Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’.
En la mente de los colombianos todavía vive la imagen de cuando Peppermint Frazer, en su desespero, intentó valerse de cualquier argumento para sobrevivir al castigo de Antonio Cervantes.
Kid Pambelé se ganó esa noche el cariño y la admiración de todos los colombianos que antes le habían dado la espalda obligándolo a buscar mejor un mejor porvenir en Venezuela.
Antonio Cervantes se estaba sacando la espinita de la soledad, el desamparo cuando tuvo su primera oportunidad por un título mundial el 11 de diciembre de 1971, enfrentando por el título de los welter junior al campeón Nicolino Loche. El combate se efectuó en el mítico estadio Luna Park de Buenos Aires, donde el pugilista colombiano perdió por decisión unánime de los jueces, quienes vieron ganador al argentino en los 15 asaltos del combate.
Pero antes había tenido que cruzar la frontera de la Guajira Colombo-Venezolana por las trochas, o el camino verde donde transitan los indocumentados con la soledad de la miseria e impulsado por la triste suerte de ganarse la vida vendiendo cigarrillos en el Callejón de los Mártires.
Pambelé tomó la decisión de marcharse para Venezuela porque el hambre le pegaba más duro que los golpes de los rivales, pero al final el tomar un segundo aire en territorio venezolano le sirvió para labrar el camino que lo llevaría a ser un campeón mundial.