Representó al Cesar en dos Torneos Nacionales de fútbol y gracias a su talento fue pretendido por el Deportes Tolima y el Deportivo Pereira.
Por: Francisco Figueroa Turcios
Jaime Alvarado Ruíz, nació en Barranquilla el 27 de septiembre 1946, es decir que tiene 77 años. Desde los cinco años de edad sus padres ( Miguel Alvarado y María Ruíz) decidieron enviarlo a vivir a Codazzi(Cesar), donde su tía paterna Pura Herazo, debido a la difícil situación económica de ellos.
«Estudié solo hasta tercero bachillerato en el Liceo Santander, porque la situación económica de mi tía era también apremiante, es decir que si por la casa de mis padres llovía, por la de mi tía no escampaba. Crecer sin el calor de los padres es muy traumático. Solo vine a conocerlos a ellos cuando cumplí los 10 años de edad» reseña Jaime Alvarado sobre su niñez.
Desde los seis años, Jaime, en las polvorientas calles de Codazzi comenzaba a mostrar sus capacidades futbolística, destacándose como un eximio goleador.
«Ante la pobreza en que me crie cuando comencé a practicar el fútbol lo hacía con los pies descalzos, hasta tal punto que me acostumbre a jugar así. El día que un amigo me prestaba sus zapatos me sentía incomodo y no desarrollaba mis condiciones futbolísticas. Cuando jugaba con los pies descalzos anotaba mínimo tres goles por partido», recuerda Jaime Alvarado sobre otra faceta vivida en su niñez.
Jaime fue mensajero de la alcaldía de Codazzi, durante quince años. «El teniente Martínez, que era alcalde de Codazzi, me vio jugar fútbol. Cuando terminó el partido me dijo fuera el día siguiente a su despacho con mi tía para nombrarme de mensajero. Gracias al fútbol pude trabajar», recuerda Jaime Alvarado, sobre único trabajo oficial que ha tenido en su vida.
Dos Torneos Nacionales
La fama de goleador de Jaime Alvarado Ruíz, se fue divulgando hasta llegar al técnico de la selección del Cesar, quien no dudó en convocarlo y fue consecutivamente el goleador del seleccionado vallenata de los Campeonatos Nacionales celebrados en Armenia (1967) y Girardot (1968), hecho que le sirvió para que el Toño Rada lo recomendara a Severiano Ramos, técnico del Deportes Tolima para que comenzara su carrera profesional en 1970.
¨Primero fue el profesor Severiano Ramos, técnico del Tolima el interesado en mis servicios futbolístico, luego fue César López Fretes, técnico del Deportivo Pereira. Estuve en Ibagué un par de meses, pero decidí retornarme porque me hacía falta mi novia, que hoy es mi esposa Dalida Morales. Tiré por la borda mi carrera como futbolista por amor. Reconozco que cometí un gran error porque tenia las condiciones para triunfar en el fútbol profesional. Mi característica era hacer goles de chilena», reconoce Jaime Alvarado, quien pasó con el tiempo a ser una gran promesa del fútbol a un lustrando zapatos en el centro de Barranquilla.
Jaime fue quien le abrió el camino al futbolista de Codazzi para que Colombia que en ese municipio cesarense existían jugadores de su talento.
Le amputaron pierna izquierda
Jaime Alvarado Ruíz, hace 30 años esta radicado en Barranquilla y de los cuales lleva 20 ejerciendo el oficio de lustrador de botas, mientras que esposa Dalida, se dedica a cuidar motos a las personas visitan al antiguo edificio de Telecom para lograr reunir el sustento diario y pagar el alquiler de la habitación donde viven.
Jaime sufrió hace cuatro años una isquemia de la cual pudo salir bien librado, pero le dejó una secuela que se le reflejo un años después el cierre de las arterias que le impedían circular la sangre.
«Sentí un fuerte calambre en la pierna izquierda: se me durmió, hasta el punto de no sentirla. El dictamen médico: la sangre no me estaba circulando. A los médicos no les quedó otra alternativa: amputarla. Reconozco que fue una prueba dura de la vida. Actualmente tengo una prótesis provisional, que aspiro obtener una con menos peso y más flexible «, señala Jaime Alvarado sobre la experiencia de quedar sin la pierna izquierda.
Jaime Alvarado tiene proyectado viajar a Codazzi el 20 de diciembre para buscar el apoyo de Luis Peñaloza, alcalde de ese municipio cesarense para tener recursos económicos para tener una mejor prótesis y cambiar su oficio de lustrador de botas.