Busca introducir en el debate popular barranquillero la importancia y el valor del Patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Por: Melissa Ochoa
‘No Conocí el Palma’, es la iniciativa de los chicos de ¡Todo Mono!, Jhonny Insignares y Fernando Vengochea, quienes llevan su propuesta de diseño inspirada en la calles y la idiosincrasia ‘currambera’, más allá de lo visual, incluso, rescatando lo que algunas nueva generaciones no hemos visto, la emblemática imagen del esplendor dorado del Caribe, reflejado en el fulgor del imponente pero ya desaparecido Hotel Palma, en el Antiguo ‘Paseo Bolívar’, que vuelve a retumbar y tener mayor sentido de pertenencia hacia la formación de su identidad teniendo en cuenta el papel que juega en ella la arquitectura y el contexto histórico patrimonial de su ciudad.
14 charlas, 32 invitados nacionales y un invitado internacional, 6 rutas turísticas, 2 fiestas, 1 Work Shop y una exposición con más de 15 espacios que permitirán circular por Barranquilla para generar la pedagogía ciudadana en torno al patrimonio.
También fue la excusa perfecta para que arquitectos, historiadores investigadores, gestores culturales y demás curiosos dejaran de asomarse por los calados del reconocido Edificio Manzur (Antiguo edificio de la Caja Agraria) y que ingresaran a conocer de cerca sus abandonados recovecos que hoy en día se encuentran en proceso de restauración.
Entre los ponentes del evento inaugural, el sábado 3 de septiembre, estuvieron Carlos Bell Lemus, qué abordó la historia del también polémico Edificio Manzur, que vino a tomar el lugar del Palma, primeramente rememorando una breve evolución del espacio público central en Barranquilla y resaltando que “la historia cumple un papel importante en la construcción de ciudadanía consciente”.
«La deconstrucción de Barranquilla comenzó hace mucho tiempo, incluso, la misma iglesia San Nicolás es un ejemplo. A diferencia de las ciudades republicanas ‘normales’, por así decirlo, en donde la iglesia dirige el frente hacia la parte comercial de la ciudad, acá le daba la espalda al espacio púbico». Un análisis del que difiere uno de los invitados espaciales de Roberto Manzur, propietario del edificio, el también historiador e investigador de la historia arquitectónica de Barranquilla y panelista del programa radial La Cháchara, Adlai Stevenson, quien expresa que “la iglesia San Nicolás no estaba de frente al espacio público, sino de frente al negocio de la época, que eran las cloacas”.

Panelistas e invitados al evento de Todo Mono en la torre Manzur, posan junto al mural de Alejandro Obregón.
Siguiendo el recorrido histórico, en 1928 Colombia estaba ávido de una identidad propia, en 1937 llega la imagen adorada de Bolívar a casi todas las plazas o bulevares de la ciudad por decreto a toda Colombia y nace el ‘Paseo Bolivar’ de la ciudad, y el espacio con los nuevos valores también comienza a tomar una nueva tipología. En 1932, el Edificio Palma expresa el éxito de Barranquilla, no obstante según los historiadores el concepto de Patrimonio es muy nuevo y por haber nacido en la modernidad no tenemos el arraigo que sí tienen los europeos con su identidad, en cambio, para nosotros el vivir el presente es más importante.
Otro de los ponentes principales fue Ignacio Consuegra, ratificando la ponencia de su colega Carlos y también felicitando con gran alegría la iniciativa concebida por los muchachos de Todo Mono, de manera emotiva comentó que le agradaba sobre manera ver que la arquitectura era concebida por los barranquilleros como una forma de construcción de ciudad más allá de los muros y edificios, también en su imaginario, así también el agradecimiento especial fue hacia el Señor Roberto Manzur quién hasta ahora se ha dedicado a capa y espada a defender el edifico y que en este día abrió las puertas a la curiosa ciudadanía.
Por ahora empieza la satisfacción de los también barranquilleros que tuvieron la oportunidad de deslumbrarse de frente con la arquitectura futurista implícita en el diseño de este ya legendario edificio, en sus adentros reposan incluso cajones de los que fue el ajetreo de oficinas de la Caja Agraria un día, que se añejaron con el tiempo que estuvo reducido a la mirada curiosa de los transeúntes que van de paso por la reconocida mole de cemento, y que pudieron recorrer contentos luego de las palabras de bienvenida de los anfitriones. «No conocimos el Palma, pero tenemos la certeza de que sí conocimos El Edificio Manzur».

Edificio Manzur hoy en día, ubicado donde alguna vez estuvo el emblemático edificio El Palma, no obstante, La Torre Manzur también ha debido librar sus batallas y aún se mantiene de pie, hoy en proceso de restauración.
El evento continuará realizándose hasta el 30 de septiembre, la programación se encuentra contenida en la agenda cultural de la ciudad que entrega el MAMB, Museo de Arte Moderno de Barranquilla y en la página oficial de #Todomono www.todomono.com. Ellos también son chachareros.