
El experto es sospechoso de vender el Covid-19 a China. En el desarrollo de microsensores Charles Lieber usó fondos de EU para investigaciones en beneficio de Pekín, que pagaba al científico.
Por Chachareros/Yolanda Monge

Charlees Lieber, científico norteamericano acusado de venderle el Coronavirus a China.
Charles Lieber, reputado presidente del departamento de Biología y Química de la Universidad de Harvard fue señalado este sábado de manera oficial por un portavoz de la Casa Blanca de haber cometido ‘traición’ contra Estados Unidos al vender a China la sustancia del Coronavirus que ha desatado la peor pandemia en la historia de la humanidad.
Es una nueva arista que le sale al reparto de responsabilidades en el grave daño causado a la humanidad por la creación de un monstruo que originó la peor pandemia de la historia universal. Ahora las tres colosas potencias, Estados Unidos, China y Rusia, se acusan unas a otras de ser las responsables de tan abominable engendro con fines políticos y económicos para consolidarse como un solo imperio mundial. Aquí sí que es bueno repetir el inmortal disco de Celia Cruz: «Songo le dio a Borondongo/Borondongo le dio a Bernabé/Bernabé le pegó a Muchilanga/ le echó a Burundanga/les hinchan los pies».
El presidente del departamento de Química de la Universidad de Harvard, el reputado profesor Charles Lieber, ha sido detenido este martes por mentir sobre su implicación y sus negocios con un programa de investigación del Gobierno chino mientras recibía fondos federales estadounidenses para sus estudios. La detención se encuadra dentro de la ofensiva estadounidense para desmontar el reclutamiento agresivo de científicos que practica Pekín en las universidades norteamericanas.
En los últimos meses, fiscales del país han presentado una serie de casos en los que universidades y laboratorios de EU no revelan la financiación que reciben de Pekín o incluso roban información de alta relevancia científica para desarrollarla en China.
Lieber, líder en el campo de la electrónica a escala nanométrica, ha estado unido a Harvard desde 1991 y en 2017 se le otorgó un cargo doctoral que tan solo otros 26 profesores ostentan. El científico no ocultó su trabajo con contrapartes chinas y se unió en 2013 a cinco expertos chinos para fundar un laboratorio conjunto en la Universidad de Tecnología de Wuhan. Sin embargo, según ha informado la acusación federal, Lieber mintió al Departamento de Defensa de EU sobre su participación en el programa chino controlado por el Gobierno conocido como Thousand Talents Program, cuyo objetivo es reclutar talentos en países extranjeros.
Según los documentos de la acusación que cita el diario The New York Times, Lieber recibía cada mes hasta 50.000 dólares como salario y 150.000 al año en calidad de gastos por parte de la Universidad de Wuhan. También recibió un millón y medio de dólares de la universidad china antes mencionada y del Gobierno de Pekín para construir un laboratorio en Wuhan.
De esa manera Lieber se convirtió en un “científico estratégico” para la Universidad tecnológica de Wuhan.
A la vez, su equipo de investigación en Harvard ha recibido 15 millones del Instituto Nacional de Salud norteamericano (NIH, siglas en inglés) y del Departamento de Defensa desde el año 2008. Cuando a Lieber se le cuestionó sobre su colaboración en investigaciones en el extranjero, el profesor aseguró no haber participado nunca en el programa de Thousand Talents. Pero según se establece en el pliego de acusación, durante “periodos significantes” de tiempo, entre 2012 y 2017, Lieber se convirtió en un “científico estratégico” para la Universidad tecnológica de Wuhan.
“Los cargos del Gobierno de EU contra el profesor Lieber son extremadamente serios. Harvard está cooperando con las autoridades federales y ha iniciado su propia revisión de la supuesta mala conducta [del académico]», ha declarado la Universidad de Harvard en un comunicado. Al profesor se le ha apartado de su cargo de forma indefinida.
Las autoridades norteamericanas investigan cientos de casos de supuestos robos de propiedad intelectual por parte de profesores visitantes, que en su práctica mayoría son ciudadanos de pasaporte chino o descendientes de chinos. Algunos son acusados de registrar patentes en China que son producto de su trabajo en EU, que es financiado por el Gobierno norteamericano. Otros abren laboratorios en China, donde duplican de forma secreta los estudios realizados en territorio norteamericano.
Las autoridades norteamericanas investigan cientos de casos de supuestos robos de propiedad intelectual por parte de profesores visitantes
El caso de Lieber es especialmente llamativo porque es el científico de mayor rango detenido hasta ahora en esta ofensiva y porque no es chino ni de ascendencia china. Este martes se ha detenido también a Zaosong Zheng, investigador contra el cáncer afiliado a Harvard y que está acusado de haber robado 21 viales con células del Hospital Beth Israeli. Zheng ha admitido que pensaba usar el material para catapultar su carrera en China con la publicación de los resultados bajo su nombre.
A su vez, Yanqing Ye, que estudiaba en la universidad de Boston hasta la primavera pasada, ha sido acusado de mentir a las autoridades sobre su papel en EE UU como teniente del Ejército de Liberación del Pueblo. Ye ha sido acusado de actuar como un agente de un Gobierno extranjero, conspirar y cometer fraude en la emisión de su visa de residencia. Se encuentra en China por lo que no ha podido ser detenido.
Lieber ha realizado trabajo pionero en la nanociencia y ayudado a crear diminutos cables que tienen un diámetro miles de veces más pequeño que un cabello humano. El profesor ha hecho avances revolucionarios en la frontera entre la nanoelectrónica y la medicina, incluido el desarrollo de un poderoso sensor bio-nanoelectrónico capaz de detectar enfermedades al nivel de una simple partícula de virus infeccioso.
¡Ojo, no deje de usar el tapabocas!
Abajo el capitalismo salvaje: Lo que pronostica The Washington Post
Traducido al español por Desmond Brown: Empezare aclarando que no soy comunista; los reaccionarios, ultraconservadores le tienen mucho terror a estos títulos; y casi siempre ante la falta de argumentos sólidos, terminan repitiendo y adjudicándonos calificativos que solo han escuchado, pero que en la mayoría de los casos, desconocen su significado. Soy un Demócrata con ideas Republicanas.
Todo el mundo habla del libro “La riqueza de las naciones” de Adam Smith, el escoses que logro articular con sus ideas, los pilares de la Economía Moderna que le dio paso al Capitalismo Moderno; sin embargo, muy pocos hablan sobre el otro libro del mismo autor, “Teoría de los sentimientos morales”; que hace una crítica muy puntual a la conducta de la avaricia humana. Conociendo ya la historia desde la Secundaria, vemos que el prólogo de la misma tuvo su origen cuando el feudalismo fue sustituido por este nuevo modelo económico.
La configuración Social, de la “Teoría de los sentimientos morales”; y “la armonía del mercado” de las riquezas de las naciones; es en sí una dicotomía que se concatena con la sociedad; esto sin olvidar la famosa “mano invisible” que mueve ese mercado.
El 20 de enero del año 2009, Barack Obama es juramentado Presidente número 44 de Estados Unidos; recuerdo muy bien su discurso.
Obama recibía un país en bancarrota, epicentro de una gran recesión mundial; he aquí un pequeño fragmento de su gran discurso: “Pero esta crisis nos ha recordado que, sin un ojo atento, el mercado puede salirse de control; y que un país no puede prosperar durante mucho tiempo cuando solo favorece a los que ya son prósperos”. Más que un discurso, fue una gran reflexión; el mercado había quedado a las sanchas de los hombres que no tienen sentimientos morales, ni empatía por la Humanidad; el mundo entero fue estremecido por el flagelo de la avaricia humana; y la economía mundial cayó de rodillas ante una dura recesión. La obsesión del oro negro, llevo a George W. Bush invadir y a atacar medio oriente, la zona donde se encuentran las mayores reservas de petróleo; el mundo jamás olvida la causa barata por la que justificaron la invasión a Irak; aseguraban que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva; la ONU, de forma deliberada avalo la invasión. Sin embargo, en el 2010, Julian Assange, fundador de Wiki Leaks, revelo la verdad de lo sucedido; y dejo al desnudo la colosal mentira tarifada que los medios de comunicación le habían contado y hecho creer al mundo; en los archivos que se filtraron, registraba la muerte de más de 100 mil personas, de los cuales el 70% eran civiles. Jamás olvidare las palabras de Assange: “La primera víctima de la guerra es la verdad”. Ese 22 de octubre de 2010, se caía ante el mundo la muralla de la mentira tarifada.
En los últimos doscientos años, nos hemos consumido la energía fósil concentrada de nuestro planeta desde sus orígenes. La danza del capitalismo salvaje va dejando por su paso, la destrucción acelerada de los recursos naturales del planeta; la explotación inhumana del hombre; y la manipulación de la mente humana para que este de forma sistemática se convirtiera en un rehén de las sociedades de consumo, que sin darse cuenta se convierta en el arma de su propia autodestrucción.
La nueva pandemia ha quitado el velo ilusionista, y el maquillaje hipócrita de la Civilización; *la Italia de Rómulo y Remo, de los Cesares, de Marco Polo, de Leonardo Da Vinci, de Galileo Galilei, de Luciano Pavarotti, de Benito Mussolini, de Silvio Berlusconi, de Andrea Bocceli, de Roberto Baggio, de Paolo Maldini, de Gennaro Gattuso*; la Italia que pago el fichaje más caro de su historia por el portugués Cristiano Ronaldo, 122 millones de euros; si esa misma Italia que tuvo que desconectar la respiración artificial de sus ancianos, para luego verlos morir; y que no pudo responder de la misma forma como cuando organizaron el mundial de Italia 90; porque su sistema de salud expiro en los brazos del capital privado, haciendo de salud una mercancía; lo mismo está sucediendo con España, un país que presume de una monarquía; que se ha convertido en un adorno costoso para un país que no tiene camas para atender a sus pacientes.
La pandemia ya llego a la gran nación del Norte; pero en los 100 primeros días de Gobierno, el Presidente número 45 de Estados Unidos, *Donald J. Trump*, destruyo el sistema de salud que había dejado su antecesor. Las consecuencias ya se están sintiendo; los arrebatos de un líder que anda por el vecindario de la aldea global, ufanándose de su “hegemonía o supremacía”; así como se llama el libro de *Noam Chomsky*, están llevando a la gran nación del Norte, como lo expreso hace unos días el *Premio Nobel de Economía, Paul Krugman*: “A que su Democracia y Economía estén amenazadas por un segundo periodo presidencial de Trump en la Casa Blanca”. La crisis del coronavirus ha puesto en aprietos a Trump, ya que el haber minimizado esta pandemia le está pasando una factura en la encomia, porque la bolsa de valores se ha desplomado en estas dos últimas semanas; y existe un alto riesgo que la factura se extienda al mes de noviembre, en las elecciones.
La pandemia quito el antifaz del modelo económico de las naciones más poderosas del Planeta (Estados Unidos y China); y en el caso de Italia y España; ambos países miembros de la Otan, que maneja un presupuesto de casi 2mil millones de dólares, se vieron como los más pobres del barrio, que fingían ser ricos, pero no tenían ni donde caer muertos. La realidad ha quitado el efecto de la anestesia del capitalismo salvaje; y ha tirado sus cartas sobre la mesa. Ha llegado la hora de replantear y de humanizar este modelo económico; y hacernos el siguiente planteamiento: ¡O muere el Capitalismo Salvaje, o muere la Civilización Humana! Como decía Albert Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando obtener resultados diferentes”. No podemos seguir viviendo en un planeta donde más del 80% de la riqueza, está concentrada en un 1% de la población. Me resisto a defender con mi silencio un indefendible y despiadado statu quo que concentra la riqueza de nuestros recursos naturales, y medios de producción en pocas manos, capaces de derramar sangre inocente por mantener intacto ese statu quo. Yo no puedo defender este statu quo que privatiza el agua, la salud, la educación, el viento, el sol; Derechos Humanos Universales que se han convertido en mercancías, que se encuentran solo al alcance de una minoría rapaz, voraz e insaciable; mientras las grandes mayorías invisibles; solo son visibles en los procesos electorales, disfrazados de Democracia. Una gran realidad de todo lo que pasa a nivel mundial que nos quieren tener controlados a los más vulnerables del planeta tierra porque la avaricia y la ambición y ansias de poder los tiene enfermos.