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Colombia, el país con más peajes

Con sus 168 alcabalas explotadas por una decena de multimillonarios, es la principal fuente de corrupción, porque estas mismas empresas financian elecciones presidenciales.

Por Rafael Sarmiento Coley

Rafael Sarmiento Coley, director del portal periodístico digital www.lachachara.co

Desde cuando el atípico Gobierno Nacional de César Gaviria Trujillo privatizó todo, o casi todo, Colombia es un país ‘ajeno’. Hasta los ‘miaderos’ que funcionan en ciertas ciudades han sido entregados en concesión a firmas –cosa extraña—casi todas relacionadas con monopolios de gaseosas y cervezas–se privatizó.

Y se le menciona como gobierno ‘atípico’ porque no tuvo que salir de su casa a recorrer el país a convencer a la gente para que votaran por él, como lo ha tenido que hacer el pobre Alejandro Char, de casa en casa, de barrio en barrio, acompañado en solitario de su ‘Sancho Panza’ Ricardo Villa (que carece de ‘panza’).

En el caso de Gaviria, en  Colombia no ha existido otro candidato tan de buenas –o como dicen los muchachos, ‘¡nomejoñe, qué tipo con tanta leche!. Gaviria Trujillo fue presidente por el inocente capricho de un mozalbete adolorido por el todavía humeante magnicidio de su padre, Luis Carlos Galán Sarmiento.

¡Bienvenidos al futuro!

La cantidad de peajes convierte en una tortura para los colombianos viajar por carreteras. Para colmo de males, con carreteras malas, muchas lomas, pocos túneles.

Gaviria ganó como ganarse una tómbola sin venda en los ojos y con un bate de big liger. Y con esa pomposa frase, “¡Bienvenidos al futuro!” logró que los colombianos – como siempre, como ahora—se tragaran el cuento y en sus corazones aletearon las esperanzas y los sueños de que todo iba a  cambiar. ¡Claro que cambió! “Pero para pior!”, como le decía un tío-abuelo de Gaviria que tenía una inmensa finca en el sur del Atlántico.

Como hubo crisis energética, sin precedentes en la historia del país, hasta el punto de que el Gobierno tuvo que, por Decreto, ‘oscurecer’ el país a las cinco de la tarde. Para ahorrar luz. Y ordenó al entonces Ministro de Minas y Energía, Guido Nule Amín, que aplicara soluciones de urgencia para superar el mal trago. Guido, atolondrado –como casi siempre- encontró en Cartagena al empresario apellido Ricardo, yerno de un eminente congresista y dirigente del Partido Conservador (oriundo del Magdalena), y con la rapidez de un rayo se adjudicó el contrato para traer, inicialmente, 12 embarcaciones (una de ellas con el pomposo nombre de la esposa del dirigente político conservador), para generar luz eléctrica a una cuarta parte del país. Con el compromiso de traer el resto de equipo en el curso de 6 meses.

Pero cuando se cumplieron los 6 meses del primer desembarque, ya las barcazas debutantes eran chatarra, pues habían sido adquiridas en un basurero de chatarras de equipos eléctricos acuáticos en una ciudad norteamericana.

¡Ahora viene lo bueno, compae!

La caricatura de Turcios (Omar Figueroa Turcios), es fiel reflejo de la tortura de los viajeros colombianos.

Y en medio de la grave crisis de la luz eléctrica, cada día empeoraba más el pésimo estado de las carreteras. Colombia en volvió, en la práctica, una Nación incomunicada. Por vía fluvial, los puertos estaban, como ahora, inservibles, a pesar de que una fantasmagórica empresa estatal denominada ‘Transmodal’, había sido creada, precisamente, para desarrollar a toda máquina la modernización de puerto, la conexión fácil y rápida con los mismos, conexión con aeropuertos reconstruidos.

Luis Carlos Sarmiento Angulo y Juan Manuel Santos, la llave de oro.

Nada de eso ocurrió. Miles de millones de dólares que Colombia logró en préstamos con la banca multilateral, fueron a para al fondo del Río Grande de la Magdalena y a la barriga de los tiburones en Bocas de Ceniza. ¿Y quién era el gerente o presidente de Transmodal? Un barranquillero que se las da de intelectual, que es tan inteligente, que en una ocasión el director-consejero de El Heraldo, Juan B. Fernández Renowitzky , engavetó un trabajo investigativo sobre Transmodal, aludiendo que se dejara quieto al gerente encartado “porque ese tipo es tan inteligente que se enreda en su propia inteligencia”.

Y se vienen los peajes

Luz Marina Correa, ama y señora de Constructora El Condor se da el lujo de manejar con un solo dedo a por lo menos 40 Congresistas, directores de ANI e Invima.

Después de ese tortuoso recorrido, a los gobiernos de turno (César Gaviria Trujillo; Virgilio Barco Vargas; Ernesto Samper Pizano; Andrés Pastrana Borrero; Álvaro Uribe Vélez (dos fatídicas veces), Enrique Santos Calderón y el actual Iván Duque Márquez, cayeron en el facilismo de no sudar la camiseta para conseguir el apoyo de la sociedad civil para ganar la Presidencia de la República, sino que se pegaron como perros falderos a unos cómplices diabólicos como empresas corruptas internacionales (Odebrecheth) y toda la pandilla de empresarios criollos de mala leche que donan ríos de plata para que gane el candidato de sus simpatías, a cambio de quitarles no solo el ser que los parió, sino hasta el alma.

El presidente Juan Manuel Santos y el empresario Luis Carlos Sarmiento durante el inicio de obra del proyecto ‘Mirador de Usme’, presentado este miércoles en Bogotá y que beneficia con vivienda a familias damnificadas por el invierno. (Colprensa-Presidencia)

Así nacieron todos los males que padece hoy Colombia. Citemos uno de ellos. Los 168 peajes, que el Gobierno Nacional maneja a su antojo mediante sus títeres (Agencia Nacional de Infraestructura), y el Instituto Nacional de Vías (Invías). Este par de testaferros despreciables, por instrucciones del Gobierno Nacional, obvio, son los que definen dónde deben ubicarse las casetas o alcabalas de peajes (casi todas a menos de 100 kilómetros de distancias y con tarifas superiores a las que se pagan en los restantes países de Europa e incluso de América Latina).

El Congreso de la República, que debería ejercer su legítimo control político, mira para otra parte. O mejor, es sordo, ciego y mudo, por la más vergonzante realidad de que las diez (10) concesionarias de los peajes en Colombia financian, por lo menos en un 40 por ciento  las campañas políticas para Congreso y Presidencia de la República.

Mario Hurtas, es uno de los más adinerados de la industria del peaje y la construcción. Quita y pone funcionarios en la ANI y en Invías.

Por eso es que Colombia es el primer país del mundo con el mayor número de peajes en tramos demasiados cortos y con malas vías. O por lo menos con vías de los tiempos de la cometa. Mientras que en todos los países europeos y la mayoría de los de América, las carreteras no solo no tienen huecos ni curvas peligrosas, sino que le ahorran al transporte desgaste de maquinaria y ahorro de combustible porque no hay que subir lomas. Todo se hace a través de modernos túneles, modernos puentes y los ferris son piezas de museo. Ni de vaina que haya que hacer largas colas para atravesar un charco en un transbordador por falta de una carretera aunque sea en mal estado.

¿Y quiénes son los dueños de estas minas de oro llamadas peajes?

Su majestad, Luis Carlos Sarmiento Angulo (Pisa), dueño de casi todo lo que produce plata en el país. Juan Luis Aristizába (empresa Conconcreto). Carlos Alberto Solarte (Cass). Mario Huertas (MHC). Luz Marina Correa (El Cóndor). Féliz Aristizabal Conconcreto. José Jairo Correa.

Ellos son los que esquilman, en buena parte, las venas de la economía colombiana. Es de esperar que, con toda esa fortuna, vayan a parar al quinto anillo del infierno.

El más avispado

De acuerdo con un excelente trabajo periodístico del portal colega Las2orillas, la rumba de los peajes entusiasmó a Luis Carlos Sarmiento, quien le puso el ojo al negocio desde 1993, cuatro constructoras familiares tienen las concesiones de las vías más rentables del país

Desde hace 25 años, en el gobierno de César Gaviria, las carreteras empezaron a estar en manos de empresarios privados para su rehabilitación, mantenimiento y operación, por el sistema de concesiones. El recaudo de los peajes debería orientarse con este fin y también estaría en manos de ellos.

Parte del conflicto que hoy tiene al sector transportista rebotado y apoyando las movilizaciones del Paro Nacional, se deriva precisamente del control por parte de las entidades privadas en las vías, las cuales fijan el valor tarifario en cada uno de los peajes de las vías.

El completo informe Las2orillas

Desde un comienzo y muy recién comenzaron las privatizaciones del gobierno Gaviria , el poderoso banquero Luis Carlos Sarmiento se posicionó como un importante jugador en este nuevo negocio a través de la Corporación financiera Corficolombiana. A través de cuatro  compañías suyas, que licitan independientemente o asociadas con otras, se hizo a jugosas concesiones: PISA (Proyectos de Infraestructura), Episol (Estudios y Proyectos de los Andes), Concecol (Colombiana de Concesiones y Licitaciones), Coviandina y Epiandes (Estudios y Proyectos de los Andes).

Veintisiete años después, la Organización Luis Carlos Sarmiento opera al menos 9 concesiones viales, casi todas muy bien localizadas en áreas de importante tráfico que le aseguran una buena rentabilidad. Actualmente, es dueña de al menos 4 de los 10 peajes más costosos de Colombia. Estas son sus concesiones actuales:

La doble calzada Buga-Tuluá-La Paila (desde 1993)

Ampliada hasta La Victoria (2006)

Bogotá-Villavicencio (hasta 2023)

Fontibón-Facatativá- Los Alpes (hasta 2024)

Tantas maldades en ´llave´´ y todavía Luis Carlos Sarmiento Angulo y Juan Manuel Santos no se cansan de seguir jodiendo al pueblo colombiano.

Vía proyectada para descongestionar el occidente de Cundinamarca, es la ruta hacia los departamentos del Tolima, Caldas y Antioquia.

El gobierno Santos con el vicepresidente Germán Vargas a la cabeza de la infraestructura vial del país, le asignó 5 nuevas concesiones:

Autopista Conexión Pacifico 1 (Ancón Sur-Bolombolo en Antioquia), que va hasta el 2039

Un sector clave Mulaló-Loboguerrero-Cali que conecta el Puerto de Buenaventura (hasta 2040)

Villavicencio-Yopal (hasta 2044)

Chirajara-Villavicencio, último tercio de Bogotá-Villavicencio ((hasta 2054).

Ruta del sol 2 (Puerto Salgar en Cundinamarca, hasta San Roque, Cesar) Tiene el 33% en sociedad con Odebrecht y C A Solarte, y la cual habría sido entregada al consorcio tras haberle entregado un soborno de USD $ 6 millones al ex viceministro Gabriel García Morales. El expresidente de Corficolombiana, José Elías Melo, está condenado por estos hechos.

Las vías de José Jairo Correa y su hija Luz María , propietario de Construcciones El Cóndor

José Jairo Correa Gómez, antioqueño, es el principal accionista y fundador en los años 80 de Construcciones El Cóndor. Ingeniero civil de la Escuela de Minas de la Universidad Nacional, es a su vez el mayor accionista del Deportivo Medellín. Desde el 2001 preside la empresa su hija, Luz María Correa Vargas.

Correa fue a su vez fundador de Odinsa en 1992, un consorcio de varias pequeñas compañías de ingenieros para competir con las grandes empresas de ingeniería extranjeras que llegaron a licitar al país. Le vendió su participación en 2016 al grupo Argos.

La Autopista César-La Guajira (hasta el 2049)

San Roque (Cesar) y Cuestecitas (La Guajira) (hasta el 2049)

Antioquia – Bolívar (hasta el 2049)

Transversal de las Américas Sector 1/ Corredor Vial del Caribe

Socio minoritario en Vías del Nus (Autopista del Rio Magdalena, entre Bello y Donmatías, Antioquia) (hasta 2041)

Socio minoritario en la Malla Vial del Meta (hasta 2045)

Socio minoritaria Autopista Conexión Pacífico II (Bolombolo-La Pintada-Primavera) (hasta el 2039)

Autopista Conexión Pacífico III (Antioquia con Eje Cafetero) hasta el 2039.

Las vías de Mario Huertas, propietario de MHC

Mario Huertas Cotes, bogotano ingeniero civil de la Universidad Javeriana. La tradición de ingeniería viene desde su tío abuelo, la continuó con su padre y pasó a sus manos en 1975, para presidir desde entonces MHC. Tiene la mayoría en cada una de las tres mega concesiones viales de cuarta generación:

La doble calzada Girardot-Honda-Puerto Salgar (hasta el 2039)

Conexión Pacifico 3 La Pintada – La Virginia (hasta el 2039)

Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad (hasta el 2049)

Su despegue fue con la participación en la construcción de varias de las vías más importantes de Bogotá entre 1977 y 1995: avenidas Boyacá, Córdoba, Suba y la ampliación de la Autopista Norte.

Socio minoritario en Barranquilla-Lomarena, Conexión calle 80 entre Siberia y El Vino (hasta el 2031), Riohacha-Paraguachón (hasta 2030), Chía-Mosquera-La Mesa-Girardot, entre otras.

Desarrollo vial Oriente de Medellín – Devimed (hasta el 2021)

Las vías de Carlos Alberto Solarte, empresa familiar CAS

Carlos Alberto Solarte, nariñense, ingeniero civil de la Universidad del Cauca, se formó en la empresa caleña Conciviles, de donde salió en 1966 para crear su propia compañía junto con su hermano Luis Héctor quien falleció hace cinco años generándose una pugna familiar con los herederos. Participan en las licitaciones a través de dos sociedades: Consorcio Solarte Solarte – CSS Constructores, Carlos Alberto Solarte y CASS Constructores. Los Solarte cuentan con el más grande parque de maquinaria del país y están entre los tres mayores clientes de Caterpillar en América Latina.

Concesión Briceño-Tunja-Sogamoso (hasta 2033)

Malla Vial del Valle del Cauca – Cauca (hasta 2054)

Autopista Santana-Mocoa-Neiva (hasta el 2040)

Autopista Popayán-Santander de Quilichao (hasta el 2040)

Buga-Buenaventura (hasta el 2046)

Bucaramanga-Pamplona (hasta el 2041)

Neiva-Espinal-Girardot (hasta el 2045).

Socio minoritarios en la Ruta del Sol Tramo I (Villeta- El Koran en Puerto Salgar) ( hasta el 2020)

Socio minoritario Ruta del Sol Tramo II, la del lio de Oderbrecht

Las vías de Conconcreto de la familia Aristizábal

Hasta hace unos años, el ingeniero antioqueño Jota Mario Aristizábal, el fundador junto a su hermano de Darío, de Conconcreto, presidía la empresa creada en 1961. Desde el 2000, su sobrino Juan Luis Aristizábal tomó las riendas de la compañía. En 2010 entró a cotizar en la Bolsa de Valores. De las cinco grandes, Conconcreto ha sido la última de las constructoras en entrar al negocio de las concesiones, en el que incursionó en 2016 haciéndose a una importante tajada del negocio. Socios por mitad en la ampliación a tercer carril de la doble calzada Bogotá-Giradot (hasta 2046)

Socios minoritarios en:

Buga-Buenaventura (hasta el 2046)

Ruta del Sol Sector 1 (hasta 2020)

Concesión Devimed / Oriente de Medellín y Valle de Rionegro (hasta el 2026)

Concesiones CCFC Faca-Los Alpes (hasta el 2024).

La construcción de la infraestructura vial en Colombia que empezó como un trabajo de empresas de ingenieros fue derivando en un negocio que exige mucho músculo financiero. En los proyectos de cuarta generación, los recursos para inversión los aportan en su totalidad los inversionistas privados. Y para que se hagan todas las obras se necesita no solo que los concesionarios pongan capital, sino que consigan la financiación para cubrir el costo total del proyecto, financiación que puede llegar a representar el 70% del costo del proyecto.

Actualmente, hay 168 peajes distribuidos por todo el país de los cuales menos del 15% están hoy en manos de entidades públicas. Sin embargo, son doce los departamentos de Colombia que no reportan la existencia de peajes como por ejemplo Arauca, Amazonas, Vichada, Vaupés, San Andrés, entre otros.

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