La más cívica del Caribe, Valledupar, según estudio de Uniautónoma y Centro Nacional de Consultoría.
Por Chachareros
La Universidad Autónoma del Caribe, en consonancia con su función de extensión, proyección social e impacto con el entorno, en conjunto con el Centro Nacional de Consultoría, trabajaron en la construcción de un índice de civismo con el propósito de establecer marcos comunes de referencia que permitan la emulación entre ciudades y barrios de actitudes cívicas, crear conciencia en la región en términos cívicos, sociales y comunitarios y unirse al esfuerzo del Gobierno Nacional, de ser el país más educado.

Ramsés Vargas Lamadrid, Rector de la Autónoma del Caribe, la Universidad que con el Centro Nacional de Consultoría, realizaron el estudio.
Para observar el civismo en las ciudades de la Costa Caribe colombiana y a través de un estudio técnico y científico, se identificaron seis dimensiones: espacio público, cultura-educación, convivencia, respeto a las normas, sentido de pertenencia, medio ambiente y grupos vulnerables, sobre las cuales se evaluaron los actos recurrentes. Estas mediciones se realizaron a empresas de diferentes sectores y habitantes de las ciudades capitales de la Región Caribe, entre ellas: Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, Valledupar, Montería, Sincelejo y Riohacha.
Los resultados del estudio revelan que las ciudades de Barranquilla y Cartagena, son las menos cívicas de la región y la más cívica es Valledupar.

Los actos de violencia, la intolerancia, los altos niveles de corrupción y el poco apego al sentido de pertenencia, hacen de Barranquilla una ciudad poco cívica.
Los resultados del estudio fueron presentados este viernes en la institución por parte del Ramsés Vargas Lamadrid, rector de la Universidad Autónoma del Caribe y por Nelson Leonardo Lammoglia, Vicepresidente de Consultoría Empresarial del Centro Nacional de Consultoría.
En la ciudad de Barranquilla se entrevistaron 101 representantes de empresas grandes, pequeñas y medianas y 856 personas para un total de 957 encuestas realizadas en la ciudad.
Para observar el civismo se hace desde seis dimensiones, espacio público, cultura-educación, convivencia, respeto a las normas, sentido de pertenencia, medio ambiente y grupos vulnerables.
Para las empresas barranquilleras la principal dimensión que construye civismo es la cultura y la educación 22%, seguida del el espacio público 17,5%, la convivencia 15,2% y relegan a puestos inferiores el sentido de pertenencia 11,2, el respeto a las normas 11,7, la atención a grupos vulnerables 12,7% y el medio ambiente 11,8%.

El emblemático Paseo Bolívar de Barranquilla es epicentro de sabrosos tertuliaderos de esquina, pero por lo general terminan agarrados de las manos. Falta de tolerancia.
Para la población barranquillera, se presenta la misma tendencia. Lo principal es la cultura y la educación 21,1%, seguida del el espacio público 16.9%, la convivencia 16.8%%. El respeto a las normas es más importante para la población que para el empresariado marcando un 15,1%. Lo menos importante es sentido de pertenencia 13,9%, la atención a grupos vulnerables 13,9% y el medio ambiente 11,8%.
Cultura de la educación

La Cartagena de hermosos paisajes está rodeadas de los bajos fondos en donde se impone la ley de las armas hechizas y el puñal. No hay convivencia pacífica.
Las empresas y personas barranquilleras creen que las instituciones educativas, forman a sus estudiantes, profesores y directivos para ser ciudadanos cívicos, creen débilmente que los padres se hacen cargo de la formación cívica de sus hijos y definitivamente no creen que los ciudadanos sancionan el comportamiento no cívico de sus conciudadanos ni que Los ciudadanos promueven el comportamiento cívico de sus conciudadanos.
Espacio público
Nuestras empresas y ciudadanos definitivamente no creen que el espacio público esté bien conservado o que los ciudadanos se hacen cargo, que la ciudad se encuentre limpia. Esta conclusión es extensiva a todas las ciudades del estudio, pero la peor valoración sobre la limpieza de la ciudad a cargo de sus ciudadanos es en Barranquilla.
Convivencia
Las empresas entrevistadas creen débilmente que los ciudadanos se esmeran por mantener relaciones de cuidado mutuo con sus vecinos y dudan que los ciudadanos resuelven sus conflictos por la vía del diálogo y el mutuo entendimiento.
En el caso de los ciudadanos entrevistados no parecen creer que ellos se esmeran por mantener relaciones de cuidado mutuo con sus vecinos y definitivamente no creen que resuelven sus conflictos por la vía del diálogo y el mutuo entendimiento.
Respeto a las normas
Las empresas creen que en la ciudad que no se respetan las normas y definitivamente hay desdén por las normas de tránsito. Para todas la ciudades del Caribe, los empresarios locales son los que más creen que Barranquilla es la ciudad donde más se practican actos delictivos como el soborno, el clientelismo, los delitos electorales y la corrupción.
Los ciudadanos creen lo mismo pero de forma más fuerte y frente a la pregunta de si se practica actos delictivos su valoración es de 8 sobre 10.
Sentido de Pertenencia
El empresariado barranquillero cree que en la ciudad hay respeto por las diferencias entre las personas por razones de raza, religión, región, clase, entre otros. Pero cree débilmente que se ofrece trabajo en condiciones legales y dignas y duda definitivamente que el barranquillero conozca su historia y su región.
Los ciudadanos en cambio creen débilmente en que haya respeto hacia las personas por razones de raza, religión, región, clase, entre otros y perciben de forma muy baja que el barranquillero conozca su región, su historia y que la ciudad ofrezca condiciones dignas de trabajo.
Medio ambiente
Junto con el empresariado cartagenero, los empresarios barranquilleros consideran que en su ciudad no se hace uso racional de los recursos naturales y los servicios públicos, que no es amigable con el medio ambiente y que no hay bajos niveles de contaminación acústica.
Lo mismo sucede con la población. Frente a todo el caribe, los barranquilleros perciben su ciudad como la menos amistosa con el medio ambiente.
Grupos Vulnerables
Para el empresariado y la población, Barranquilla no da prelación en el uso de bienes públicos a personas en condición de vulnerabilidad como personas en situación de discapacidad, mujeres embarazadas, niños, y personas mayores de 65 años. La infraestructura de la ciudad no es incluyente ni hay oportunidad de empleo digno para las personas más vulnerables.
Beneficios de ser más cívicos
Nuestros empresarios y ciudadanos consideran que en una ciudad cívica se aumenta el turismo, la inversión, mejora el empleo y la calidad de vida, pero no cree que redunde en mayor seguridad, ni en la realización de eventos internacionales.
¿Qué sigue?
Sobre este estudio, quedan muchos interrogantes de qué se está haciendo para que tengamos una Barranquilla más cívica, más ahora cuando su crecimiento y desarrollo están disparados, porque puede estar dejando atrás que ese crecimiento sea sostenible y responsable.
Ahora bien, más allá de los resultados es el momento de definir las acciones y estrategias que a corto, mediano y largo plazo deben incluir formadores, dirigentes y líderes empresariales para promover el civismo en nuestra ciudad y en la región.
Nota: En un documento adjunto está la ficha técnica del estudio realizado por la Universidad Autónoma del Caribe con el apoyo del Centro Nacional de Consultoría y todos los detalles en cifras.